jueves, 15 de agosto de 2013

TE PREOCUPAS POR DORMIR BIEN.


¿NOCTÁMBULO?
 Uno de los mayores placeres que tenemos es dormir bien y pasar una buena noche de sueño reparador. No siempre descansamos todo lo que desearíamos, ni tampoco lo que nuestro cuerpo necesita para recuperar energías. El exceso de trabajo y las preocupaciones en una ciudad tan grande como es la nuestra, han hecho que un 40% de la población de acuerdo a estadísticas actuales, padecen problemas de sueño.

La privación de sueño es uno de los padecimientos más grandes que padece nuestra ciudad capital, porque estamos en un lugar que muchas actividades funcionan las 24 horas del día; así como las diferencias de horarios y las distancias han dejado de existir, debido al uso del internet y a los diferentes canales de televisión que funcionan continuamente, lo que produce mayor interés para estar pendientes de lo que sucede en diferentes lugares y ese es uno de los motivos por los que mucha gente invierte tiempo en perjuicio de sus horas de sueño.

Así como el sueño, existen otros factores que directa o indirectamente están influyendo en nuestro sistema de vida y son los elementos que influyen sobremanera en nuestros horarios nocturnos, afectando en forma directa al sueño y la atención que le prestamos puede llegar a ser tan escasa y nula que cada vez el tiempo no rinde lo suficiente para descansar, por lo que influye en la afectación que hacemos en perjuicio de nuestro descanso nocturno, ya que esos factores afectan nuestra vida cotidiana y convivimos con ellos en forma constante.

Llegada la noche empezamos a resentir el cansancio y la fatiga de todo un día de actividad laboral incluyendo traslados por más de doce horas, y como resultado, nuestro cuerpo siente la necesidad de descansar y se prepara para dormir, pero ante diversos pendientes acumulados, queremos aprovechar cada minuto del tiempo que tenemos libre y es el momento que aprovechamos para: ir al teatro, al cine, atender a nuestros amigos, acudir al gimnasio y al llegar a casa; seguimos aprovechando el tiempo con la televisión, atendemos responder nuestros correos electrónicos, redes sociales o chateamos un rato… y todo lo hacemos “robando algunas horas al sueño”. Si surge alguna aclaración, nos referimos a la atención que debemos dar para atender nuestra vida social.

Como todo lo que ocurre en nuestra entorno, no es el caso de privarnos de diversiones y atención a relaciones sociales y menos aun renunciando a  ellas, debemos atender nuestros compromisos, pero lo importante es organizarnos y poner un poco de orden como ocurre en todos los casos. Podemos hacerlo todo y cumplir con nuestros compromisos, pero dando su tiempo a cada actividad, porque al querer cumplir nuestros deseos, es cuando la mayoría de noctámbulos se carga de una gran tensión que le produce ansiedad y estrés muy elevados.

Si a esos pendientes, agregamos aquel trabajo que dejamos pendiente en la oficina, para terminarlo en casa después de la cena y luego continuar con nuestras labores impuestas antes de dormir, van pasando las horas, hasta que finalmente cuando estamos agotados, decidimos por fin acostarnos. A la mañana siguiente nos despertamos con sueño, con pesadez y con deseos de seguir durmiendo, porque una gran parte de pendientes los atendimos dentro del horario que correspondía al sueño.

Ahora veamos por qué es importante que nos preocupemos por el sueño nocturno completo, ya que al hacerlo se restauran y recuperan los músculos, disminuyendo así las tensiones del día. Así mismo con el sueño completo mejora nuestro humor y renovamos energías que son necesarias para dar un mejor rendimiento durante el día. El descanso nocturno permite rebajar la tensión y la ansiedad que se han acumulado durante la jornada diurna de trabajo.

Cuando el sueño es insuficiente o de mala calidad, las funciones de mejora no se pueden realizar o se procesan en forma incompleta y esto se refleja cuando nos levantamos por la mañana y nos sentimos cansados. Nuestro organismo hará notar la falta de sueño y con el tiempo, aceleraremos el envejecimiento, disminuirá la libido y hasta nos resultará más difícil bajar de peso en el caso de querer hacerlo por motivos de obesidad.

Entre los principales enemigos del sueño podemos considerar: la obesidad, el estrés y el sedentarismo, y se ven estimulados por las adicciones, como es el café, el té, los refrescos de cola que en forma alterna con el tabaco y el alcohol, son intermediarios hacia el insomnio, la gastritis y otros problemas digestivos que mucho daño ocasionan al sueño cuando son utilizados como estimulantes y bloqueadores del cansancio.

Yo considero que otro enemigo que podemos considerar, son los distractores que se nos presentan antes de acostarnos. Con frecuencia escucho a mis amigos decir que están muy desvelados o cansados por el tiempo que pasaron ante la televisión de la noche anterior: noticieros, futbol, concursos, películas y tantas otras cosas menores… robándole valiosas horas al sueño.
 
 

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