jueves, 22 de agosto de 2013

LA IMPORTANCIA DE DORMIR COMPLETO.


SINTOMAS DEL SUEÑO.
Es necesario darle importancia al sueño y dormir completo, el no hacerlo así produce aturdimiento y no tenemos idea de los graves peligros que implica para la salud en todas las edades. Sabemos que los tres factores importantes para conservar una buena salud, son además de la práctica de ejercicio y una buena alimentación, dormir bien y habituarnos a cumplir con esa terna que es la que promueve nuestra salud.

La falta de costumbre de dormir bien es la que produce varios estragos a nuestra salud, pero poco le damos importancia sobre todo cuando estamos atravesando los linderos de la juventud y la edad adulta que le robamos horas al sueño para cualquier otra actividad, poniendo en riesgo nuestra productividad, seguridad y salud. Es por eso que un ejército de desvelados rebasan el ciclo fisiológico natural que se inicia por la tarde noche, que es la hora en que procuramos atender nuestros pendientes personales con el afán de aprovechar el tiempo, que es cuando nuestro organismo nos da señales de que es hora de dormir y empezamos a notar los síntomas del sueño, pero generalmente no hacemos caso de ese aviso.

El proceso natural del sueño se inicia  con el estado de vigila que corresponde a las rápidas ondas BETA, y al iniciar el proceso del sueño, se pasa en su Fase 1 del sueño a las ondas más lentas ALFA y continua su recorrido a la Fase 2 que son ondas más lentas THETA en la cual permanecemos de 10 a 15 minutos y continua sus recorrido a la siguiente Fase 3 de ondas DELTA con duración de 5 a 15 minutos y por último desciende a la Fase 4 que se considera el estado de máxima relajación con duración de 30 minutos en la que el organismo verdaderamente descansa, al que sigue un ascenso entre las Fases 3 y 2 con una duración de 90 minutos con sueño profundo y es cuando se realizan los sueños que algunas veces no recordamos y esta etapa se repite durante las horas que permanecemos dormidos.

Debe tenerse en cuenta que la falta de sueño puede reducir tu vida y puedes tomar precauciones desde joven o desde adulto de acuerdo a tu interés. Tal vez sepas que lo normal es dormir ocho horas diarias, pero investigaciones recientes sugieren que los adultos viven más tiempo si duermen entre seis y ocho horas, una cifra que es más realista para muchos de nosotros que permanecemos en actividad. Como sugerencia: antes que obsesionarte con las horas que has dormido, concéntrate en tu “calidad de sueño”.

Diversos estudios de clínicas del sueño, han realizado investigaciones  con respuestas interesantes que han demostrado lo importante que resulta dormir por lo menos siete horas diarias, principalmente disminuye en 65% el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, ayudando con el hábito de hacer ejercicio en forma constante, como un buen punto de partida para atacar los trastornos del sueño. Además se debe procurar ingerir un régimen alimenticio de comida  suficiente en hidratos de carbono, vitaminas y sales minerales que son esenciales para el buen funcionamiento del sistema nervioso. Dormir menos tiempo del necesario para recuperar energías suficientes, ocasiona problemas en la salud y entre los principales enemigos del sueño figuran el estrés, la obesidad, y el sedentarismo. Es posible que para muchas personas esto sea imposible, pero deben evaluar que va de por medio su salud.

La lista de enemigos legales del sueño incluye estimulantes que junto con el tabaco y el alcohol, son un trampolín para el insomnio, la gastritis y otros problemas digestivos. Varias personas con trastornos de sueño recurren durante el día a estimulantes que bloquean el cansancio por la acción de la adrenalina cuya secreción excesiva puede desestabilizar el organismo y provocar diabetes.

A la hora de acostarse hazlo cuando tengas sueño, pero es preferible que fijes un horario regular para irte a la cama. Lo recomendable es que siempre te vayas a la misma hora y de preferencia a las once de la noche. El cerebro de un adulto está preparado para iniciar el sueño a esa hora. El horario debe fijarse tanto para acostarse como para levantarse como una disciplina, ya que esta regularidad ayuda el ritmo correcto del sueño. Hazlo incluso los fines de semana, esta costumbre te ayudará a mantener tu reloj biológico en hora perfectamente sincronizada. Si te acostumbras a dormir más o menos a la misma hora, empezarás a notar que una media hora antes el cerebro empieza a enviar señales a tu cuerpo de que se está acercando la hora de acostarse. Es preferible que estés pendiente y si se acerca la hora, notarás que se te empiezan a cerrar tus ojos y te pasas gran parte bostezando, lo que indica la señal que debes irte a la cama a dormir.

Es importante dormir el tiempo suficiente para hacer frente a las actividades diarias, pero si quieres saber si te falta dormir lo necesario, recuéstate a mediodía y si te quedas dormido en diez minutos, es una señal que tienes sueño atrasado. Puedes ponerte al corriente en una forma sencilla: por cada hora o fracción que le robes al período recomendado de ocho horas, debes dormir un poco más, para recuperar energías. En ocasiones tomarse una siesta es agradable, ya que puedes hacerla de unos veinte minutos de sueño profundo que son suficientes para tu recuperación, pero no hay nada más natural como el sueño verdadero ya que … el sueño completo te recupera en el aspecto emocional, mental e inmunitario.

 

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