jueves, 23 de mayo de 2013

LA FALTA DE SUEÑO.


Es común que la gente comente que duerme poco porque le falta tiempo para hacerlo, esto produce que la falta de sueño produce sopor y por lo mismo causa pesadez de ojos, pero pocas veces podemos percatarnos de que esa situación conduce a graves peligros para la salud. Esta situación cuando es frecuente pone en riesgo nuestra productividad al día siguiente, nos hace perder seguridad y afecta nuestra salud.

Las personas que siguen esta costumbre de dormir poco, están trastornando el ciclo fisiológico natural que se inicia por la noche, cuando el organismo considera que es hora de ir a la cama. Cuando la ceremonia del sueño se inicia que es apoyar la cabeza en la almohada, la respiración se hace más pausada y el cuerpo reduce su ritmo, o sea que de su actividad rápida conocida por los expertos como ondas beta, se pasa primero a las ondas alfa que son más lentas, y luego pasa a las ondas theta, que son más lentas y forman la fase uno del sueño. A esto sigue una especie de viaje de ida y  vuelta como si fuera un ascensor por las diversas fases del sueño.

A continuación sigue la fase dos en la cual permanecemos por un tiempo de diez a quince minutos. Con este antecedente se llega a la fase tres cuando caemos a un sueño profundo caracterizado ondas delta cuya duración es de diez a quince minutos. Posteriormente continuamos con la fase cuatro que es cuando permanecemos en el estado de máxima relajación, cuya duración es de aproximadamente treinta minutos y al que sigue un ascenso a las fases tres y dos. Este ciclo tiene una duración de noventa minutos, seguido de una fase en que soñamos y así continúa una y otra vez durante toda la noche.

Se ha observado que cuando la habitación permanece un una oscuridad completa, la duración natural del sueño nocturno tiene una duración de poco más de ocho horas. Con este antecedente se llevó a cabo un experimento en un centro de investigación de salud, en que los participantes durmieron catorce horas diarias durante cuatro semanas. Los primeros días durmieron un promedio de once horas por noche, tiempo que se fue reduciendo durante la segunda y tercera semanas, hasta que recuperaron l7 horas de sueño perdido acumuladas antes del estudio. En la cuarta semana durmieron en promedio ocho horas y cuarto en promedio diarias.

Los investigadores lograron determinar lo que perdemos al escatimarnos el sueño, demostrando a quienes dormían en varios días, dieron la impresión de recuperarse pronto, lo que hizo creer a los expertos, que las desveladas no tenían mayores consecuencias a la larga. Pero  las nuevas investigaciones empezaron a demostrar que se debe tener en cuenta la realidad actual ¿qué les ocurre a quienes le roban un poco de tiempo al sueño casi a diario?. Con esto se demuestra que  la falta de sueño causa estragos a los desvelados, quienes se encuentran trastornando un ciclo fisiológico natural que comienza al anochecer, cuando se acerca la hora de dormir. 

También se ha logrado determinar la falta de sueño puede contribuir al elevado índice de obesidad que existe actualmente en nuestro país, y en el caso de los jóvenes en desarrollo, puede afectarles en la etapa de crecimiento que regula la proporción entre grasa y músculo en el cuerpo. En los estudios realizados por los expertos en investigar la falta de sueño, han establecido ciertas reacciones inmunitarias, también afecta las defensas del organismo, lo que disminuye la resistencia a las infecciones, y puede aumentar el riesgo de producir enfermedades que afecten seriamente la salud del género humano.

Unos investigadores del sueño en Japón llevaron a cabo un estudio con un grupo de personas que dormían cinco horas o menos y con propensión a males cardíacos, comparado con otro grupo quienes dormían ocho horas. Se tuvo información que el cuerpo reacciona a la falta de sueño y produce una inflamación latente de baja intensidad. Está probado que el descanso insuficiente, puede aumentar el riesgo de contagiarse alguna enfermedad. La incidencia de males cardiacos puede causar inflamación de las arterias, y tiene mucha relación con la falta de sueño incluso leve. Los efectos del insomnio pueden afectar directamente al corazón en particular. La lucha contra los males cardiovasculares por ser el mejor indicador de riesgos de infarto.

Una forma de combatir el insomnio consiste en limitar la estancia en la cama durante el tiempo de sueño real. Esta técnica me ha dado resultado a mí en lo personal y aunque duermo seis horas, parece que se opone al sentido común, pero es sencilla y puedes probarla. Se debe calcular el número de horas de sueño efectivo de cada noche en promedio y levantarse una vez transcurrido ese primer sueño. No se precisa por qué la limitación de sueño da resultado en quienes verdaderamente necesitan dormir, pero es un hecho es que se obtienen resultados positivos en una o dos semanas y funciona con bastante rapidez y esos ya es ventaja. Después de despertar varios días seguidos, se sorprende uno de haber dormido toda la noche de corrido, comprobando la duda de que antes no se dormía bien y ahora no solamente se duerme bien sino se descansa mejor.

 

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