martes, 10 de julio de 2012

LAS SIETE PALABRAS. (Primera Parte)

El Desayuno
Me resistía a platicarlo, porque se dice que a nuestra edad solemos soñar muchas cosas. Les aseguro que nunca he fumado (hierba) pero trataré de reconstruir las etapas y espero hacerlo bien. Sucedió en forma ocasional, encontré un joven como de treinta años en la barra de un restaurante, donde desayunábamos a gusto, y por agrado iniciamos una plática.

 Me decía que en días anteriores había tenido un accidente de tránsito y por ese motivo lo habían llevado a un Hospital, donde permaneció internado, por cuatro días, privado del sentido y durante ese tiempo (que se le hizo de mayor duración), vivió con nuevas amistades que lo trataron de maravilla y participó en diversas reuniones donde conoció nuevas formas de vida como nunca la había tenido en la vida real. Finalmente le dijeron que debía regresar a la tierra, a continuar su vida anterior solo por tres días más, para que llevara sus opiniones de las diferencias de vida que pudiera observar en la tierra, así como platicar sus impresiones.

De las observaciones hechas me indicó que formuló un listado de diferencias muy marcadas de vida; y, para informar de lo que no se hace acá en la tierra, los clasificó en siete palabras como sigue:

 1.- VIVE.-  Él regresó con su familia, deseoso de disfrutar cada instante con los suyos y gozar todos los momentos. En forma intensa, abrazó a su padre y le pareció maravilloso hacerlo. En su franco deseo besó a su madre diciendo “déjame verte bien y no dejes de mirarme”. Al ver a sus dos hermanos los abrazó y se sintió feliz de encontrarles, pero le extrañó que ellos continuaron su plática, sin notar su cordial saludo. De inmediato pensó: Los seres humanos ¿Entenderán bien la vida mientras la están viviendo? Consideró que ¿mucha gente desperdicia su vida por la indiferencia que muestra a otras personas?
“Vive la vida, es la única que tienes y la estás desperdiciando con tu indiferencia”.

 2.- AMA.- Esta palabra es poco conocida por el género humano, ya que al decir Amar, es un campo muy amplio: amor fraternal, de pareja, religioso, humanista, en un sentido de unir y no de separar, eliminando las distancias que nos separan de los demás, llegando al caso de odios, rencores, resentimientos, sin importar sexos y edades, sentimientos que ocurren lo mismo a los 8 o a los 80 años.
“Si yo fuera Dios, diría a todos los países –ámense los unos a los otros y no sean codiciosos-“

 3.-APRENDE.- Desde pequeños se nos educa con la creencia que Aprender equivale a un “deber” muy penoso y con una deficiencia en los conocimientos que se nos imparten que por decir algo, las matemáticas siempre son muy difíciles. Siendo que esa enseñanza debería ser como al niño cuando se le enseña a andar, lo guiamos, le enseñamos los primeros pasos y tal vez se cae varias veces y en ocasiones se lastima, pero se levanta e intenta de nuevo hasta que logra hacerlo por sí solo.
“No se está cumpliendo con un deber, sino solamente se está haciendo aquello para lo cual venimos al mundo. Estar aprendiendo”.

 4.-CREER.- La gente es muy incrédula, difícilmente llega a creer en algo o en alguien. Desde pequeños, los niños desconfían hasta de sus padres. Todo es NO, NO… los cansan y tanto insisten que hasta en el sueño tienen la palabra NO, hasta que los acomplejan y los vuelven inútiles con las repercusiones que llevan debajo de la piel cuando son mayores y sienten temores infundados cuando hacen frente a su vida, lo hacen con los temores del NO al que están acostumbrados y se cohíben ante otras gentes. La persona adulta y mayor se vuelve incrédula en otras disciplinas como: política, religión, amistad, negocios, pareja, provocando su infelicidad por su desconfianza manifiesta ante los demás.
“Advertirás lo bondadosa y agradecida que puede mostrarse la gente, cuando tú eres el primero en tender la mano”

(CONTINUARA)






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