Muchas
veces nos quejamos de no hacer ejercicio por no disponer de tiempo suficiente
para practicarlo, otras veces porque no disponemos de gimnasios cercanos; o
bien porque no contamos con aparatos necesarios a nuestro alcance y otros
tantos motivos que pueden ser pretextos para no adquirir la disciplina de
iniciar una nueva rutina de la que no conocemos mucho y por lo mismo se nos
dificulta decidirnos a empezar.
Lo
cierto es que podemos dedicar treinta minutos al día a una actividad moderara
como puede ser: caminar en un parque cercano, subir escaleras o montar una
bicicleta que pueden ser los ejercicios más a nuestro alcance y lo cierto es
que la condición adquirida por esos pocos esfuerzos, puede ser culpable de
dejarte ligeramente falto de aliento al principio.
Anteriormente
se tenía la idea por algunas personas conocedoras de estos menesteres, que para
mejorar la condición física el ejercicio debía durar de 15 a 60 minutos; ser lo
bastante intenso para acelerar el pulso entre 60 y 90 % de su nivel máximo y
practicarse al menos tres veces por semana.
Sin
embargo, leía yo en una revista especializada que en los inicios del año 2000,
unos científicos de los Centros de Control de Enfermedades y del Colegio de
Medicina del Deporte de Estados Unidos, hicieron una nueva propuesta sobre la
práctica de “Ejercicio Moderado”.
Esta
nueva propuesta y en opinión de ellos, sugieren que ya no hace falta calcular
la frecuencia cardiaca ni esforzarse al máximo en la práctica del ejercicio. Proponen
que casi cualquier actividad física que puede consistir en arreglar el jardín
en casa, o jugar a la pelota con los hijos, puede aportar los mismos beneficios
para la salud. Solo se requiere un tiempo de 30 minutos al día que son
suficientes para tener el cuerpo en movimiento y poder conseguir máximos
resultados.
Durante
el desarrollo de la investigación existían muchas dudas si la práctica del ejercicio
moderado funcionaría y
con ello comprobar que la respuesta podía ser similar a la que se consigue con
la práctica del ejercicio tradicional. La única forma de comprobarlo podía ser
mediante la comparación del ejercicio moderado y el ejercicio
vigoroso, comparar los
resultados en las personas. Estas comparaciones dieron motivo en el año de 1994
con voluntarios que tenían inscritos en sus instituciones. Fue hasta el año
1996 cuando se anunciaron los primeros resultados.
Los
resultados conseguidos de los dos grupos que permanecieron en observación,
dieron la respuesta de haber obtenido prácticamente los mismos beneficios que
aquellos que habían seguido la práctica del programa tradicional del programa
tradicional de gimnasio.
Los
beneficios no se dejaron esperar y fueron casi similares en los dos grupos. Los
que hicieron ejercicio moderado
quemaron casi las mismas calorías extras (159 al día, en promedio) que sus
equivalentes al ejercicio practicado en el gimnasio. Esto es que la práctica
del ejercicio moderado, no es propiamente
(miel sobre hojuelas) de sencillo. Mover el cuerpo durante 30 minutos al día,
representa hacer un verdadero esfuerzo y con ello alcanzar el ritmo óptimo es
más difícil de lo que se cree.
Se
trata de caminar a paso fuerte, seguir a un ritmo que obligue a respirar más de
prisa tras un par de minutos, quemar al menos 4.5 calorías por minuto y de
preferencia eliminar cada día de 150 a 200 calorías extras, o entre 1000 y 1500
a la semana. Cuanto más vigoroso es el ejercicio, con mayor rapidez se queman
calorías y los ejercicios pueden ser: nadar, correr o pedalear, uno quema el
doble de calorías por minuto que al caminar, y tú puedes practicar alguno de
estos ejercicios la mitad de tiempo y obtener beneficios similares. Subir
escaleras corriendo, saltar la cuerda o emplearse a fondo en una corredora o
remadora que permite quemar mayor número de calorías.
Tu
puedes hacerlo, solo es que te decidas mediante la disciplina de iniciar una
nueva rutina que te permita diariamente cumplir un programa, no importando la
clase de ejercicio que elijas practicar, lo que importa es convertir la
actividad en…un nuevo hábito para toda la
vida.
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