Cuando
hemos sido educados desde niños en la práctica de una religión, recibimos
instrucciones de algunas costumbres que son necesarias en nuestra participación
de los ritos religiosos Cuando llegamos a la mayoría de edad, tenemos en mente
la práctica de rezos que utilizamos en
varias ocasiones, cuando acudimos a eventos místicos.
Con
estos conocimientos y prácticas hemos crecido y sabemos el poder de la oración, es una materia que los científicos ignoran,
y en algunos casos están descubriendo lo que los creyentes hemos sabido siempre
por considerar que durante nuestra vida hemos utilizado la oración en muchas
ocasiones, a pesar de que a mucha gente le puede parecer una trivialidad.
La
práctica de la oración se ha demostrado frecuentemente cuando conocemos el caso
de algún enfermo o cuando hemos tenido serios problemas que necesitamos un
recurso para conseguir ayuda para nuestra causa y son casos de acuerdo a
nuestras creencias, donde conseguimos resultados positivos. El poder del amor
es necesario en nuestras peticiones, con el fervor lo hacemos en los casos de
un ser querido. A lo largo de la historia se conocen respuestas, que al hacer
las peticiones con cariño y ternura, se reciben valiosas respuestas que son muy
valiosas e influyen en los resultados de cientos de creyentes.
Las
personas que frecuentemente utilizan estos recursos como son los sanadores que
recurren a la fe y la oración, consideran que el amor es la fuerza que influye
para la obtención de resultados positivos. Tener la sensación de afecto y
solidaridad es tan intensa que suelen describirla como una “comunión” con la persona o grupos de
personas que rezan con mucha devoción ante un altar en un culto, o fuera de él.
Mucha
gente utiliza como un recurso de oración “el
poder de la meditación” es una concentración completa y encuentra como
respuesta el rezo. Los efectos curativos de la oración han sido demostrados por
diversos estudios publicados por unidades médicas del Hospital General de San
Francisco, con ayuda de recursos electrónicos, y pedimentos de rezos diarios para
conseguir la sanación de sus enfermos, hasta que fueran dados de alta, con
resultados sorprendentes que muchos de ellos han sido publicados en los medios
de difusión y boletines médicos.
Las
oraciones centradas en la confianza pueden ayudarnos a llevar nuestras
peticiones en un estado de paz interior en nuestros corazones, de los que
desaparece el temor y con ello se consigue el apaciguamiento de la mente. La confianza
en un poder superior y en nosotros mismos es sin duda canalizar las cosas hacia
un poder supremo como una fuerza en nuestras vidas.
La
oración es un recordatorio de nuestra ilimitada naturaleza de esa parte de
nosotros que es infinita en el tiempo y en el espacio, la afirmación del
universo de que no estamos solos. Cuando rezamos con frecuencia por medio de
plegarias de confianza, valoración, comunión o lo que nos funcione, los frutos
aparecen en todos los aspectos de nuestra vida. Todo lo que tenemos que hacer
es conectar la presencia divina y encontrar un espacio de nuestra paz interior
en nuestro corazón para irradiar todo lo que afecte a nuestras vidas. En ese
momento nuestro temor desaparece y lo sustituye una sensación de amor, paz y seguridad.
En
mi caso he rezado toda mi vida y me siento muy reconfortado en todas mis
actividades porque me siento fortalecido y lleno de paz interior, sobre todo lo
que más me ha servido que nunca estoy solo y que siempre me acompaña alguien
que me orienta y lo considero como mi consejero en todo momento… ¡Y me ha dado resultado su compañía!
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