martes, 20 de octubre de 2015

UNA PLÁTICA DE 54 AÑOS.

Empezamos una plática hace 54 años y continuamos haciéndolo hasta la fecha. Habíamos tenido un noviazgo de un año antes, porque en octubre siguiente nos casamos y para mí fue el más feliz de todos los días de mi vida y vaya que he vivido muchos y no me preocupo en reconocer que todo fue producto de un sueño. Unos amigos que nos presentaron en el consultorio que tu atendías, me decían que me había llevado a la muchacha más bonita a pesar de sus 5 hermanos y su padre que me veían celosos.

Muchas cosas han ocurrido desde que iniciamos nuestra plática y empezamos a caminar juntos, hemos tenido muchas horas de reír, hemos hecho muchos viajes al extranjero y siempre acompañados de nuestros dos hijos que llegaron como una bendición para nosotros. También hemos compartido días serenos y noches tormentosas y hemos encontrado que cuando la dicha se comparte es más grande y el sufrimiento más pequeño.

Cuando hacemos un alto en cualquier lugar y reflexionamos lo que ha pasado desde nuestro noviazgo que tuvo de todo, nuestro casamiento, de las penurias iniciales, del cierre de tu consultorio por dedicar tu tiempo a nuestros hijos y al paso de los años. Hemos pensado “Cómo se va la vida” y me pregunto si en verdad se va; mi respuesta es que no, al ver nuestra descendencia de aquellos a quienes dimos vida de nuestra unión que seguirán viviendo en la carne y la sangre, incluyendo un nieto que ya cumplió 18 años.

Aún recuerdo cuando te conocí la pregunta fue “Me permites que te acompañe? Tú me lo permitiste y hasta la fecha me lo sigues permitiendo cada día con tu sonrisa que te hace más bella, porque con eso logras que el sol siga alumbrando la casa aunque afuera haga mal tiempo. Reconozco en nuestros rostros la marca de los años y el peso de la edad. Para mí sigues siendo la misma mujer de la que me enamoré cuando te vi por primera vez y de la que sigo enamorado. Reconozco un prodigio cuando me aceptaste a pesar de no ser guapo, sin dinero y sin familia que en esas fechas vivían en tierras veracruzanas y fui el elegido que recibió el milagro, y no otro.

Hemos batallado a lo largo de nuestro matrimonio, me permitiste continuar estudiando cuando los niños estaban pequeños y así, pude cursar la maestría y conseguir el grado académico. Seguí estudiando el doctorado y durante esos años tú te hacías cargo de los niños y la casa mostrando tu paciencia hasta que finalmente obtuve el grado doctoral, cuyos grados influyeron mucho en mi vida profesional.
 Reconozco que has soportado mis pequeñas impertinencias de marido y también mis aciertos que siempre han redundado en beneficio de toda la familia para quienes he guardado mucho respeto y con una comunicación abierta con todos para lograr un acuerdo común.

Mucha gente nos ha preguntado con frecuencia ¿Cómo han durado tanto tiempo?, la respuesta que he escuchado es “Gracias a Dios” aunque mi reacción ha sido “Gracias a ti”. Actualmente batallas un poco al caminar porque te duelen tus rodillas; yo reconozco que los años han pasado y mi agilidad no es la misma de hace varios años. El final del camino está cerca y cuando hablamos de ello no mostramos ningún temor y sí mucha serenidad.

Coincidimos en que nuestras vidas gemelas continuarán en otra dimensión y es precisamente lo que en nuestra religión se conoce como vida eterna. Para ello sabemos que nuestro amor desde un principio es eterno; y por lo mismo,  nace una eternidad y más adelante “seguiremos platicando” en la misma forma que lo hacemos ahora y con la seguridad de  preguntarte … ¿Te acuerdas cuando nos casamos?



2 comentarios:

  1. Son la mejor pareja y sin duda un modelo a seguir. Ustedes me han hecho ver lo que es el amor y el respeto y muchas cosas que sé, son gracias a ustedes. Los quiere demasiado, su nieto Alex R.

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  2. hola tio soy gpe Aviña. oye tienes algo escrito de las posadas de tecorrales. De ser si mandamelo a terapiabreve1@gmail.com

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