lunes, 10 de agosto de 2015

ACOSTUMBRAR DESAYUNOS FAMILIARES.


Celebrando a los Cumpleañeros.
El fin de la semana pasada acudí a un desayuno que mi esposa y su familia han acostumbrado celebrar cada mes para tener la facilidad de saludar a los miembros de su parentela y tener información reciente de cada uno de los asistentes. Las reuniones son celebradas en un conocido restaurante con facilidades de transporte y estacionamiento para aquellas personas que decidan la mejor forma de asistir. Por regla general no se cita previamente, el que decida acudir ya sabe que el segundo sábado de cada mes se reúnen para saludarse e intercambiar opiniones que son útiles en sus relaciones familiares.

 

Yo sé que muchas familias se reúnen periódicamente, pero en este caso se inició por el gusto de estar reunidos desde 1994, lo que equivale a celebrar reuniones mensuales desde hace 21 años que se han hecho en forma ininterrumpida y actualmente son celebradas en forma institucional por la segunda generación, ya que la primera que dio origen al tronco común de la familia “Aviña” ya no se encontraban presentes.

 

Estas reuniones han servido para acercar mucho a las familias, de los cada vez más dispersos miembros que la forman. Originalmente la primera generación vivía en esta ciudad de México y el tiempo y las circunstancias han obligado a algunos familiares a emigrar al interior de la república y algunos de ellos a diferentes ciudades de la Unión Americana. La ventaja que cuando visitan esta ciudad y coincide con fechas del desayuno, nos visitan y se incorporan al grupo.

 

La asistencia varía entre diez y treinta familiares pero siempre son reuniones muy animadas y lejos de cualquier formalidad. Se ha acostumbrado celebrar a los cumpleañeros asistentes en sus fechas del mes correspondiente, cantándoles las mañanitas y compartiendo un pastel que amablemente lleva el tío Kroskis quien maneja la cronología de los cumpleaños.

 

Por mi parte es digno de admiración y felicito ésta sana costumbre ya que en los tiempos actuales es muy difícil conservar y mantener las relaciones familiares en la forma tan cordial y desinteresada que maneja este grupo que solamente tiene el interés de asistir para mostrar su cariño a los familiares con la sana persistencia de disfrutar momentos felices.

 

Yo soy de la opinión que siempre debemos vivir el momento presente, prescindiendo de lo que haya sucedido ayer o el mes anterior, y de lo que pueda o no pasar mañana; ahora estás en el presente y es el momento de disfrutarlo. Sin duda muchos de nosotros hemos llegado a dominar el arte de pasar la vida con momentos de preocupación por un sinfín de cosas que en poco tiempo han pasado: y, solamente nos quitaron momentos de tranquilidad.

 

Lamentablemente muchos de nosotros posponemos este tipo de acontecimientos y reuniones familiares para acudir en otra fecha. Entretanto la vida prosigue su avance. La verdad es que no existe mejor momento que aprovechar estas fechas de felicidad…. –que es el ahora-. Si no, ¿Cuándo vas a disfrutar estos momentos?.

 

Debemos conectar nuestra propia y afectuosa bondad para dar un ejemplo que otros lo puedan seguir sobre todo en estos tiempos que mucha gente observa un denso ambiente que nos rodea. Nosotros podemos hacer que las cosas se compongan empezando en nuestras familias para mostrar con nuestra presencia esa paz interior que podemos transmitir a nuestros semejantes y que estas reuniones familiares sirvan para participar además de los alimentos que compartimos, conectar nuestra afectuosa bondad con pensamientos positivos, que siembren amor en todos nuestros semejantes.

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