LA TRADICIONAL NOCHEBUENA.

Flor de Nochebuena.

Me referiré ahora a la flor de pascua nombre con el que se conocía a las “hojas pintadas de rojo” en gran parte del estado de Veracruz, y en otros lugares del país se le conoce como flor de nochebuena, flor de fuego y de lo que yo tenía conocimiento es que procedía desde la época de los pueblos toltecas y resultaba muy antigua en nuestro país. En aquellas épocas solo se conocía la “flor de color rojo”  y actualmente ya se cultiva además en colores blanco, rosado y ahora ha salido una flor roja pero con un rallado blanquecino en el centro.

Algunas leyendas que ahora se conocen, cuentan varias versiones de esta flor, y recuerdo que representaba un símbolo en el mes de diciembre porque se utilizaba para adornar la representación del nacimiento del Niño Jesús en las iglesias y en los altares de las casas, que como retablo se colocaba como adorno en la temporada de posadas y fiestas navideñas. Como tradición  se utilizaban  en las propias iglesias católicas, en varias casas particulares, barrios por diferentes rumbos de la ciudad y en aquellas fechas los inquilinos que habitaban los tradicionales “patios de vecindad” celebraban cantando las posadas, rompiendo las populares piñatas rellenas de fruta y dulces y repartiendo los acostumbrados “aguinaldos” que eran canastitas de papel de diversos colores, llenas de colaciones y caramelos y sin faltar los tradicionales buñuelos que se ofrecían con miel de piloncillo, entre otras costumbres.

Todo esto ocurría en una fiesta diaria desde el 16 de diciembre que daban inicio las tradicionales posadas, hasta el día 24 que correspondía simbólicamente a la celebración del nacimiento del niño Jesús, con cena y baile, donde se reunían los integrantes de numerosas familias con sus amigos en un ambiente además de hogareño, representaban fiestas cotidianas donde reinaba la alegría y tradiciones provincianas con origen de nuestros antepasados.

Ya viviendo en la ciudad de México desde los años cincuenta, donde vine a realizar mis estudios profesionales, pude darme cuenta que las fiestas navideñas eran celebradas con esas tradiciones, con mayor formalidad, y me enteré que en los mercados llamaba mucho la atención las exóticas flores de fuerte color rojo que la gente también compraba para adorno de las iglesias, hogares y nacimientos.

La flor de pascua se le conocía como flor de noche buena y era transportada de diferentes lugares del interior de nuestro país, incluyendo la que se cultivaba  en Xochimilco,  donde se sembraba en grandes extensiones para comerciarla en estas fechas, y celebrar las mismas festividades de posadas, navidad y año nuevo en reuniones familiares y celebraciones en lugares públicos.

Y hablando de la flor de noche buena, se conoce que la puerta por la que salió a diferentes países en el extranjero, fue por conducto de Estados Unidos. Leía alguna vez una noticia que en el año de 1825 el diplomático Joel Roberts Poinsett ministro de ese país en México y alguna vez visitando los mercados públicos de la ciudad, le llamó la atención las hojas rojas pintadas que la gente compraba para adorno de sus casas y altares.

Este señor Poinsett, a las que llamó “hojas pintadas de rojo” ´por su belleza sin tener pétalos como las flores, son las hojas rojas las que semejan ser flores y siendo él, botánico de profesión, le gustaron esas flores y se llevó algunas plantas a su país. En Carolina del sur las aclimató y las distribuyó entre otros floricultores. Correspondió a alguno de ellos darle el nombre de “poinsetia” en honor al apellido de su introductor a su país; y es así como denominaron a esa flor  y es como se conoce hasta la fecha esa planta en Norteamérica.

Cuando Poinsett regresó a los Estados Unidos aclimató la planta en su Estado natal  y se distribuyó a otros lugares, hasta llegar al estado de California, que es el lugar en que se cultivó en gran escala y de ese lugar se exportó a otros países  hasta llegar a Australia, Sudáfrica y Hong Kong. Así fue como se dio a conocer en el mundo la flor de Noche Buena que es muy lucidora y al menos nosotros lo reconocemos como un símbolo mexicano. Con su belleza y colorido, que decora las “celebraciones navideñas de noche buena” en el mundo.

Con esta publicación llegamos al final de 2013 y siguiendo la costumbre de los que han salido de vacaciones, y sin saber si merecidas o no, pero hago lo mismo. Ahora será hasta el mes de enero de 2014 cuando se reanude este Blog. Sigo agradeciendo a mis hijos Daniel y Rafael y a mi nieto Alex, quienes me han orientado en el conocimiento de la computación, haciendo posible la presentación de estas publicaciones, así como a mis frecuentes lectores que con su aceptación, sigo escribiendo diversas experiencias de mis vivencias y me estimulan a continuar haciéndolo el próximo año.