lunes, 16 de diciembre de 2013

RELAJA TU ESTADO MENTAL.


Durante estos últimos años, la gente vive tan rápido sobre todo en las ciudades grandes, que pocas veces han tenido tiempo de sentarse en un sillón durante cinco minutos sin hacer absolutamente nada y dejar la mente en blanco, es decir, por un corto tiempo no pensar en nada y conseguir unos momentos de tranquilidad y paz interior, con lo cual lograría poner en orden sus pensamientos y descansaría mentalmente del  movimiento diario que acostumbra realizar y atender sus pensamientos.

En una de sus obras Blaise Pascal (1623-1662) filósofo y matemático, expresó: “Todas las desdichas del hombre provienen de su incapacidad para sentarse tranquilamente en una habitación a solas”. No puedo asegurar si llevaría el silencio hasta el extremo, pero sí puedo considerar que una mentalidad tranquila es parte integrante de la paz interior y eso también  se traduce en paz exterior.

La relajación es un estado de conciencia y ayuda a los músculos del cuerpo humano a conseguir una etapa de reposo y bien aplicada puede llegar a obtener un estado de ánimo de paz y tranquilidad que ayuda a conseguir momentos gratos de felicidad. La práctica frecuente proporciona una sensación de bienestar y ayuda a conseguir una productividad consciente con relaciones satisfactorias.

La relajación es una disciplina utilizada recientemente, mucha gente desconoce lo que significa relajarse. Suponen que es algo complicado y sugiere algo que puede hacer en otro momento y ejecutar cuando esté de vacaciones en algún lugar tranquilo, cuando disponga de tiempo ocioso o cuando llegue el momento de su jubilación. Lo cierto es que la relajación es una cualidad que brota del corazón a la que se puede acceder en forma regular, y no considerarla como algo reservado para algún momento posterior. Puedes relajarte en cualquier momento y si es posible ahora mismo.

Su práctica frecuente ayuda a las personas que conocen su uso y les ayuda a estar más concentrados en sus actividades, a resolver problemas en forma creativa que en otro tiempo sería más tardado encontrar respuesta. Ser una persona relajada implica llevar a cabo su práctica para reaccionar de forma adecuada a las diferentes situaciones a que nos enfrentamos diariamente, recordándonos que con bondad y paciencia podemos encontrar formas de expresión que se nos presentan con frecuencia. 

Existen muchas técnicas para aplacar la mente como: la reflexión, la respiración profunda, la contemplación o la visualización, pero la disciplina más comúnmente utilizada es la meditación. En casos necesarios se puede entrenar a la mente para que en poco tiempo se transporte a un estado de paz y armonía.  Esta quietud puede ser incorporada a tu vida cotidiana, limitando tu tendencia a reaccionar en forma irritante, proporcionándote un sentido más amplio de perspectiva que te permitirá reducir los problemas que tanto te agobian.

La meditación te enseña una disciplina para mantenerte en calma, al proporcionar la experiencia de adquirir una relajación completa que puedes utilizar en momentos necesarios para obtener respuestas sencillas y oportunas. Existen diferentes formas de meditación, ya que en esencia  ayuda a despejar la mente de los diversos pensamientos que pueden llegar a ser distractores de tu atención.

Para esto, se calcula que una persona normal dispone de unos sesenta mil pensamientos distintos al día, lo que se vuelve un problema porque al día siguiente dispone de los mismos pensamientos y así mismo al día siguiente, ocasionando distractores mentales y la misma conversación interior de todos los días. Aprender a estar en silencio y a meditar, implica descubrir la forma de aprovechar espacios entre nuestros pensamientos, para disfrutar de la sensación de paz total.

La meditación se puede practicar a solas en un entorno silencioso si procuras cerrar tus ojos y concentras tu atención en tu respiración: inhalando y exhalando, inhalando y exhalando y a medida que los pensamientos entran en tu mente, los dejas marchar con delicadeza y vuelves a concentrarte nuevamente en la respiración. Si logras hacer esto, es posible que con el tiempo puedas aprender a estar concentrado en la respiración, mientras eliminas tranquilamente cualquier pensamiento que te aparte de ella. Te darás cuenta que la meditación no es fácil, porque la mente se llena de pensamientos en el momento que tu intención consiste en mantenerla quieta. Algunos minutos diarios, te rendirán grandes beneficios con el tiempo, para ir dominando esta disciplina.

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