jueves, 19 de diciembre de 2013

FELICES FIESTAS NAVIDEÑAS.


Feliz Posada.
Hemos llegado a fin de año y diciembre es el mejor mes por tantas fechas tan importantes para celebrar. Mes de recuerdos, de fiestas, de posadas, visitas inesperadas, cena de navidad, cena de fin de año, reuniones familiares, de amigos y si nos extendemos un poco la celebración de noche de reyes y para muchas familias las tan esperadas vacaciones que sin duda dejarán muchos recuerdos y vivencias de momentos gratos.

¿Recuerdas lo mucho que te emocionabas cuando de niño se acercaban las vacaciones escolares? ¿Recuerdas el entusiasmo que mostrabas y la intensidad que participabas en todos los acontecimientos festivos en tus grupos? Por si lo has olvidado, la temporada de vacaciones era la mejor época del año que esperabas con entusiasmo y la principal razón para celebrarla con alegría, se debía a que eras un niño y contemplabas la vida con una mente infantil y no juzgabas los acontecimientos de la época, sino que con poco o mucho dinero te limitabas a disfrutar esas fechas.

Para muchas personas son fechas memorables que sirven para dar gracias de todos los favores y beneficios premios y buenas noticias recibidas, durante un año más de vida y poder celebrar la Natividad de nuestro Señor Jesucristo, en el portal de Belén. La iglesia católica celebra el nacimiento la noche del 24 al 25 de diciembre con ritos religiosos en la celebración de la Navidad que se viene celebrando desde el siglo IV en Constantinopla en el año 379 como parte del ciclo referido a la vida de Jesús.

Actualmente se acostumbra hacer mostrar nuestra simpatía a diversos grupos formados por compañeros de trabajo, de escuela, familiares y demás conjuntos organizados, donde participamos en reuniones de diez, quince o más personas, compartiendo el pan y la sal de los alimentos, y en su mayoría, con pequeños paquetes que suelen ser regalos con envolturas de brillantes colores y con motivos navideños. Se acostumbra hacer intercambio de regalos y la gente vive momentos de alegría, después de un largo año de trabajo, de amistad, de compañerismo o simplemente por el hecho de reunirse para compartir momentos gratos.

En esas fiestas no faltan las tradicionales piñatas que con toda seguridad, las conocemos porque alguna vez hemos participado como espontáneos para romperlas; o bien, por lo menos hemos visto otras personas que las quiebran para recoger los regalos de fruta, dulces y juguetes que caen al piso para complacencia de los asistentes. Hablando de piñatas es una tradición mexicana, sin precisarse con claridad sus inicios, se menciona que es de origen chino o de inicio italiano y  algún dato más creíble se vivió  en México cuando la conquista de los españoles como parte de la religión católica para festejar cada primer domingo de cuaresma, en la celebración del “domingo de piñata”.

Así mismo, las piñatas se conocen en su forma de estrella de siete picos y cada uno representa un pecado capital; así, al apalear con un garrote la piñata se considera una ceremonia simbólica, donde la persona elimina sus pecados. El palo o garrote representa la fuerza de la virtud para hacer frente a las tentaciones mundanas y al vendar los ojos de quien deba golpearla, se simula a la fe ciega con que se enfrenta a la maldad y se apalea para eliminarla.

En el caso de los arbolitos de navidad, es una costumbre extranjera ya que se popularizó en el norte de Europa habiéndose originado en Alemania para la celebración de las fiestas populares durante el solsticio de invierno, que era cuando se gestaba la renovación de la vida. En nuestro país durante el siglo XIX se inició el árbol navideño durante el breve reinado de Maximiliano y Carlota (1864-1867) durante el  tiempo que duró su mandato como Emperador. Se revivió la costumbre hasta 1950; con su inicio tomó fuerza la costumbre, debido a la propaganda que hizo la nación americana, por medio del cine y la televisión. Actualmente y en todas las ciudades grandes del país, se colocan grandes y vistosos árboles de navidad, no tanto por tradición sino por decoración como ocurre en todos los centros comerciales como fue el caso de Liverpool Insurgentes que inició la costumbre de colocarlo en una explanada frente a su tienda. Ahora es una costumbre generalizada que en la ciudad y sobre todo en nuestra ciudad se encuentran gigantescos árboles de navidad en diferentes instalaciones, como una decoración especial alusiva a estas fechas.

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario