martes, 30 de octubre de 2012

REGRESANDO A LA NATURALEZA.

Naturaleza pura.
Este fin de semana tuve la oportunidad de convivir con la naturaleza, a un lugar cercano a la ciudad de México, saliendo un poco del mundanal ruido y de la jungla de asfalto que nos hace transitar sobre ella, durante varias horas al día. Todo lo contrario ocurre en los poblados rústicos donde compartir con la naturaleza es un ejercicio sano, podemos contar con las comodidades de casa, pero no se dispone de tanta tecnología urbana, pero tampoco existe esmog, ruido ni otros inconvenientes urbanos que nos alteren el sistema nervioso y podemos disponer de un ambiente más amable y donde la mente verdaderamente descansa del trajín diario y nos encontramos en un lugar que tiene mucha relación con la naturaleza misma.

La fantasía de regresar a una vida menos tumultuosa casi siempre involucra vivir en el esplendor de las montañas,  en un lugar boscoso enclavado en un valle, donde el aire limpio dispone de un olor a campo fresco dentro de áreas verdes, cerca de la naturaleza, creada por la misma fuente que nos ha creado a nosotros y estamos constituidos de los químicos de la naturaleza en sus orígenes.

Podemos darnos cuenta de la simplicidad de la vida y de sentirnos inspirados en convivir con gentes sencillas,  y a nosotros nos surge el deseo de ser natural, esto es nace la intención de formar parte de la naturaleza misma. Entonces nos surge el verdadero deseo de salir a caminar sin rumbo fijo, admirando lugares naturales, rodeado de un eco de loas de aves canoras, admirando el cielo rojizo de un amanecer, conformado por paisajes únicos con dos volcanes cercanos y uno humeante y otro con huellas de nieve en su cima, formando con ello un espectáculo único.

Por la tarde un espectáculo único con el cielo rojizo un ocaso completo digno de admirarse al contemplar como se pierde entre los cerros una esfera roja que representa al sol y se pierde casi al final del día. Estos momentos no necesitan ser unas vacaciones planificadas que ocurrirán dentro de muchos meses, no importando donde tú te encuentres, puedes encontrarte cercano a un parque, un campamento, o en un sendero donde puedas disfrutar de su conexión con todo el Universo. Lo importante es localizarlo y disfrutarlo como un suceso muy trascendente que es digno de admirarse.
Esta es una actividad que muy posiblemente tú puedas emprender en cualquier momento libre que tengas,  destina un poco de tiempo cada semana o una parte del día si cuentas con ratos libres e intenta caminar descalzo sobre la hierba o a apreciar la naturaleza quedándote absorto en la naturaleza y escuchar. Sin obligaciones o compromisos, simplemente dedica unos momentos a escuchar en un momento de silencio y observa la perfección del mundo natural, recuerda todos estos momentos que puedas darte y operan como una terapia.

Describe los sentimientos que la naturaleza despierta en ti en forma de poesía y por un momento formarás parte de ella que por momentos estás viviendo. Planifica si puedes hacerlo, pasar una parte de tu tiempo en las próximas vacaciones, acercarte a la naturaleza, de ser posible proyecta alguna excursión a pasar un día en el campo, aun en lugares cercanos. Es posible que encuentres algunos momentos bellos y deliciosos que logre cambiarte el panorama de la rutina que sigues diariamente.

Es muy posible que en la gran ciudad no puedas apreciar una noche estrellada, pero cuando puedas tener esa oportunidad procura aprovecharla así se trate desde tu propio jardín, hazlo en compañía de alguien cercano, especialmente con algún familiar cercano y podrás observar el entusiasmo que sienten por estar en contacto con la naturaleza. Esta exaltación es precisamente lo que puedes aprovechar en  gratos momentos que nos brinda la vida, cuando permitas que tu propia naturaleza juegue momentos importantes que te representen felicidad.

Estos paseos en plena naturaleza son muy útiles y benéficos para el cuerpo y sobre todo para la mente que se despeja de pensamientos rutinarios, vulgares y corrientes, puedes sentir una gran tranquilidad y paz interior, por el gran beneficio que estas caminatas representan para beneficio del espíritu.

 

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