martes, 16 de octubre de 2012

ADOPTA UNA PLANTA.

Adopta y cuida una planta.
Algún ecologista me puede objetar lo que una planta puede sentir o no, tenga alma o no la tenga, o alguna otra incidencia propia de un jardinero  con mucha experiencia en el cuidado que se debe tener hacia las plantas; lo cierto es que por un acontecer de la casualidad, mi esposa dejó en mi baño dos macetas con plantas que por nombre sé que les llaman guías de teléfono como un motivo de decoración y empecé a notar su crecimiento con el paso de los días. Primero no les hice mucho caso, pero me empecé a acostumbrar a su compañía, que se encontraban en una plancha donde suelo arreglarme diariamente Empecé a observar que necesitan: luz, agua, aire, temperatura adecuada y mucho cuidado para no maltratarlas.

Con este antecedente les empecé a atender con regarlas dos veces por semana, abrir la ventana para que reciban aire y sol y en algún momento les hablaba al notar su crecimiento y puedo creer que se acostumbraron a que las atendía y respondían con su crecimiento a base de guías cada vez más grandes que salieron de la maceta y se extendieron con frondosas hojas que embellecieron el lugar.

Para mí que diariamente las veía y que me dieron mucha tranquilidad, así como paz interior que se logra mediante la comprensión y aceptación de las inevitables contradicciones de la vida: el placer, el éxito y el fracaso, el júbilo y la tristeza, los nacimientos y los decesos y otros tantos aconteceres que nos enseñan a ser humildes y pacientes.

Me acostumbré a cuidar las plantas que me proporcionaron la excelente oportunidad de practicar el afecto incondicional y tuve el sentimiento de que el amor incondicional hace nacer sensaciones plácidas tanto en quien lo da como en quien lo recibe.

Yo te podría sugerir que hagas la prueba y elijas una planta que puedas observar ya sea interior o exterior para que puedas observarla cada día. Dedícate a cuidarla y quererla como si se tratara de un bebé (es más fácil cuidar una planta que un bebé). Habla con ella, platícale algún evento, y la planta parece que da una respuesta a la persona. Trata de conseguir información de ella y acostúmbrate a cuidarla

Tengo entendido y he leído diversos trabajos que se han hecho en el extranjero, destinados a investigar sobre las plantas para conocer un poco que han utilizado la ayuda de un polígrafo o detector de mentiras, para medir la resistencia eléctrica que opone cualquier parte del organismo humano y aplicada a una planta, se observa que al subir el agua altera su resistencia, esto es conectado el aparato a una de sus hojas y reacciona exactamente de la misma forma que lo habría hecho si estuviera conectado a una persona. Acto seguido se prendió fuego cerca de la hoja que se estaba sometiendo a prueba y en el instante que se tomó la decisión  de prender fuego a la hoja sometida a prueba, en ese instante el polígrafo seguía una prolongada línea ascendente y los que saben de esto dicen que la planta se asustó al expresar solamente la decisión de quemarla.

Yo no entiendo mucho de estas experiencias, pero sí considero que las plantas sí presienten cuando algo está a punto de ocurrirles y prueba de ello es que cuando nos preocupamos por arreglar nuestro jardín, ello puede contribuir en forma importante para conservarlo verde y próspero.

Elige una planta de interior o exterior que en alguna forma la observes diariamente y dedícate a cuidarla y tomarla en cuenta como si le estuvieras hablando, trátala con cuidado y si prospera su crecimiento, puedes decirle que le guardas afecto y te preocupas por ella.

Lo importante de esta acción, es que fijes tu atención de cómo te sientes al ofrecerle a tu planta tu cariño y atención incondicional. Cuando das este tipo de afecto, jamás te sientes irritado y agitado ni con prisas, simplemente sientes que la quieres y la proteges y puedes dedicarle un pensamiento agradable por lo menos una vez al día.

Cuando practiques este sentimiento, serás capaz de sentir y extender este afecto, más allá de la planta y al observar lo bien que te sientes cuando quieres. Cultiva si puedes ofrecerle el mismo tipo de afecto a las personas que te rodean. Practica el no necesitar que las personas cambien de actitud o sean diferentes, para recibir tu afecto, notarás que las puedes querer tal como son y tu planta puede resultar una maestra maravillosa… que te enseñe el poder del cariño aumentando tu sensibilidad.

Además, puedes reflexionar cuando atravieses unos prados, si tienes cuidado de apreciar el contenido de los letreros cuando te indiquen “No pise el césped” puede ser que surja en ti la duda si al hacerlo, con tu actitud  ¿estarás lastimando los sentimientos de alguien?

 

 

 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario