HORA DE SOÑAR. |
Las
inclinaciones que tenemos de niños, se refleja en el carácter y costumbres de
la persona cuando es joven y cuando se vuelve adulto. En mi caso (cuando niño) a las diez de la noche en una
familia de 5 hijos, el papá y la mamá apagaban la luz de las recámaras y a
dormir. Esa era la regla, aunque nunca faltaba quien la quebrantara.
En
mi caso y más allá del círculo dorado de la lámpara de la noche, la casa y el
mundo que la rodeaba estaban en silencio y a obscuras como buena provincia
veracruzana. Sostenía cuidadosamente un libro a mi lado sobre la colcha y dormía
con mi libro, tratando de convivir con los personajes de las aventuras que me
entretenían y me acompañaban en mis sueños confusos.
Creo
que leer un libro en la cama, es una costumbre añeja y preferida por mucha
gente, y, en mi caso constituye uno de
los momentos preferidos de mis actividades diarias hasta la fecha; consciente que
es uno de los últimos momentos en que a pesar de un cansancio irresistible que
se acumula en mí durante todo el día, y tras varios intentos vanos por evitar
que se me cierren los párpados, me vence el sueño y en ocasiones se me cae el
libro al piso, me doy cuenta que es el momento de dormir.
Los
autores han sido variados, he procurado que la literatura sea diversa y que no
sea difícil para no pensar mucho en las historias. Más bien trato de distraerme
y en ocasiones hasta formo parte del reparto de personajes para hacer más
emocionante la lectura. Trato de evitar la clasificación de libros en las
categorías tradicionales de: ficción o realidad, novela o cuento, me inclino
por los novelistas que más me distraen y me producen sueño.
He
aprovechado mucho los avances de la
tecnología y últimamente uso un lector
electrónico que me obsequió mi hijo Rafael y aprovechando la venta de
libros (de las ahora en moda) librerías virtuales, dispongo de series completas
de varios literatos, y así puedo agrupar varias obras que me permiten llevarlos
conmigo a viajes, sin mayor preocupación de cargar con algún paquete de libros en turno.
Últimamente
estoy leyendo por segunda ocasión y de preferencia antes de dormir, la serie de
libros de Harry Potter que aparte de ser interesantes, poseen ficción, magia,
aventura y representan el mejor material de argumentos literarios, para
disponer de una noche tranquila y de sueño profundo y sin preocupaciones. La
autora J.K. Rowling, es la única que en años recientes ha logrado que miles de
niños lean con interés en todo el mundo. Labor que ningún autor anterior, había
logrado.
Me
place mucho que en mi familia todos son afectos a la lectura: incluyendo a mi
único nieto que ya selecciona sus lecturas favoritas. El mundo de la literatura,
nos permite viajar, soñar y transportarnos a lugares alejados que nos invitan a
vivir variadas historias en nuestra imaginación. Nuestra imaginación de niños
fue muy activa, y muchas personas adultas entretenidas en sus problemas, han
olvidado ese poderoso recurso de ilusiones.
Y
tú, ¿ya seleccionaste tus lecturas favoritas? Tal vez tus horarios de leída
sean diferentes, pero que agradable será si te internas en el campo de la
lectura, que puede ser: la historia, la novela, la aventura, los viajes y otros
tantos temas que puedes seleccionar, para encontrar siempre una respuesta
adecuada a tus emociones.
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