lunes, 21 de marzo de 2016

SEVERA CONTAMINACIÓN Y EMERGENCIA.

Durante el curso de la semana pasada, todos los capitalinos sufrimos una severa contaminación del aire que respiramos y fue necesario que las autoridades capitalinas tomaran medidas extremas para proteger la salud de todos los habitantes.

Como de costumbre los automóviles particulares fueron los primeros en resentir estas medidas por la prohibición para circular determinados días sin importar si el número es 0 o doble 0 de acuerdo al número de placa y color de la calcomanía de verificación.

No así para los autobuses de transporte público, taxis, patrullas y camiones de servicio público. Además otro tipo de medidas de seguridad para los niños en las escuelas que no pudieron salir al recreo, tampoco se pudo hacer deporte al aire libre y se nos recomendó permanecer en lugares cerrados para no respirar el aire contaminado.

Aun se escuchan los comentarios de que esta situación la propició la Suprema corte de justicia por la contaminación, por el otorgamiento del holograma 0 a vehículos que pasan las verificaciones, aún el caso de disponer más de 8 años de antigüedad. Esta resolución dio como resultado que 1.8 millones de vehículos tuvieron la oportunidad de brincar de la calcomanía 1 a 0. Se calcula que unos  600 mil corresponden a la Ciudad de México y 800 mil al Estado de México.

Una ciudad tan grande como es la Ciudad de México y con su elevado número de habitantes, genera grandes problemas como es el caso de cinco o más manifestaciones y bloqueos diarios que provocan contaminación. Así mismo el transporte de vehículos de carga y el transporte público también generan problema; la creación de jardineras que han ubicado en diferentes calles céntricas son causa de congestionamientos que antes no había. Pero como es costumbre la autoridad suele castigar a los automóviles privados.

Los autobuses y las micros que hacen el transporte público resultan obsoletos por falta de inversión y eso provoca que la gente no utiliza sus servicios, por lo que los usuarios particulares optan por utilizar diariamente sus autos privados; a esta situación se agrega el servicio del Metro que habiendo sido un gran acierto hace muchos años, actualmente se ha saturado y sus frecuentes fallas vuelven los traslados incómodos y lentos.

Para los que vivimos en esta Ciudad es necesario que reflexionemos sobre el desarrollo y la limpieza de nuestros parques y jardines, nuestras banquetas que son las que utilizamos con frecuencia, así como nuestras colonias y sus desarrollos humanos, para contribuir con ello al rescate de nuestra casa para hacerla más confiable y poder respirar en ella.




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