lunes, 18 de mayo de 2015

GRATOS RECUERDOS DE MAESTROS.

Hoy por la mañana en un desayuno con un  grupo de amigos de los años 80s. y platicábamos de nuestra formación escolar en nuestros años mozos relativos al “día del maestro” y sobre la añoranza que teníamos de nuestros primeros maestros y yo les decía de mi formación se inició desde muy pequeño gracias a mis padres que se esforzaron en llevarme por el buen camino al iniciar mi educación desde la casa familiar en provincia y en tierras veracruzanas, al ver el ejemplo que ellos me dieron y fueron los principios para iniciar mi vida y que me han servido para normar mi conducta hasta la fecha.

Después a mis maestros a quienes verdaderamente reconozco con ese nombre que se dedicaron con empeño a la tarea de mostrarme atributos como la belleza, la bondad, la justicia y el bien, mismos que tal vez no los recuerdo a todos pero lo importante es que existieron y estuvieron presentes cuando los necesité. Gratos recuerdos para los de primaria que tal vez algunos nombres no tengo en la memoria, pero sí algunos de ellos: 4° grado Humberto Gutiérrez Zamora, 5° año Alberto García Bastida y 6° año Prof. Alfredo Santos, a quienes considero como verdaderos maestros desde su pulcritud, conocimientos y métodos de enseñanza.

Todos ellos en escuelas públicas y desde los primeros años me indujeron a la lectura con libros de texto como: “Poco a Poco, De los Apeninos a los Andes, Corazón Diario de un Niño” y empecé a leer “Biografías de hombres y mujeres célebres”, en alguna forma influyeron en mí aprendizaje para aficionarme a la lectura hasta la fecha.

En años siguientes hice mis primeros estudios de Contaduría y Administración en cursos por correspondencia y el aprendizaje que adquirí en un empleo que tuve en las oficinas del Seguro Social que iniciaba actividades en esos años en la provincia veracruzana. Posteriormente y gracias a las orientaciones del contador general de esa institución Don Jesús Guerra Esparza, recibí su orientación para decidirme a continuar mis estudios, de Secundaria en una escuela nocturna en mi natal Orizaba.

Cuando en mi provincia se agotaron los niveles oficiales y en Jalapa, Ver. se inició la “Universidad Veracruzana”, fue cuando decidí venirme a la ciudad de México a buscar nuevos horizontes en escuelas superiores y universidades para continuar mis estudios profesionales, con la firme idea de hacer una carrera y desarrollar mis actividades en la capital, tal vez con la idea de no regresar a mi tierra natal.

Le guardo mucho cariño y gratitud a todos mis maestros porque me dieron las bases para continuar estudiando y siento mucha ventaja de todo corazón para aquellos que no tuvieron la oportunidad de tener maestros y maestras como los que tuve yo. Actualmente hay quienes se dicen ser profesores por dos razones: el día quince y el día último de mes aunque carecen completamente de la vocación de enseñar, es decir de entregarse completamente a su actividad.

Lo importante para mí, ha sido ganarse el reconocimiento de los alumnos y que le recuerden a uno con afecto, para tener la satisfacción de haber cumplido con su responsabilidad, pero para eso hay que poner en nuestra actuación, mucha entrega, alegría y amor a la enseñanza. Yo tuve el agrado de haber sido Subdirector de la Escuela Superior de Comercio y Administración del I.P.N. y maestro por oposición en la Facultad de Contaduría y Administración de la UNAM, de la que soy jubilado por 25 años de servicios.

Quiero agradecer por este conducto a mis primeros maestros que me guiaron incluyendo a mis padres y felicitar a los actuales maestros que verdaderamente cumplen su papel y se ganan el cariño de sus alumnos… 

¡Felicidades a todos los Maestros que ahora lo son!


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