lunes, 11 de mayo de 2015

FESTEJANDO EL DIEZ DE MAYO.

Qué gran día es el festejo del diez de mayo cuando se recuerda a nuestra madre que es el ser que nos ha dado la vida y la que nos trajo al mundo y sobre todo para los que ya no disponemos de ella en forma material, tenemos la virtud de recordarla con frecuencia debido a que la sentimos más cercana a nosotros y sabemos que nos acompaña en todo momento cuando la necesitamos o cuando tenemos algún recuerdo que nos acerca en forma directa con ella.

Mucho se habla de que en nuestro país se lleva a cabo esta celebración desde hace 80 años cuando el periódico “Excélsior” encabezado por su Director Rafael Aldúcin, llevó a cabo una encuesta, habiéndose establecido el 10 de mayo de 1922 la primera fecha apoyada por el Secretario de Educación José Vasconcelos y respaldado por el Papa Pío XI, siendo Presidente de la República Álvaro Obregón. Desde entonces se tiene memoria de esta festividad. Esta festividad se conmemora en todo el mundo en diferentes fechas que están contenidas en el Calendario Gregoriano que cita a cada país en su fecha calendario.

Recuerdo que en mis años de escuela primaria y dentro de nuestras clases de talleres, nos hacían elaborar algunos trabajos manuales en madera tallada, plastilina, cartón o cualquier otro material, para tenerlo presente el diez de mayo y entregarlo a nuestras madres en su día de celebración. Más adelante estas fechas se fueron mercantilizando, llegando al grado que se desarrollan actualmente campañas encaminadas a promover la venta de toda clase de artículos para regalo, en beneficio de las utilidades de los comerciantes y sus negocios.

El jueves 7 de mayo de la semana pasada, organizamos una fiesta para la celebración del día de las madres, en la Fundación casa hogar “Matías Romero”, en donde gran parte de las residentes y en atención al género son mujeres, en su mayoría son Madres de familia. Con este motivo se celebró una misa en la Capilla que se encuentra ubicada en su propio domicilio a las trece horas, cuya misa fue celebrada por el Padre Enrique Gonsalez Torres, quien a su vez es integrante del Patronato de dicha casa hogar, a la que asistieron los y las residentes, los empleados de la misma y algunos invitados especiales. Al término de la misa, se sirvió una comida para todos los presentes, amenizada por una marimba orquesta que animó mucho el evento, en la que los mismos residentes mostraron su alegría, al aprovechar el momento para mostrar también sus habilidades en el baile.

En la homilía que predicó el Padre Gonsalez Torres durante la misa en la Capilla, se refirió a las madres que ya no están con nosotros, porque cubrieron su ciclo de vida y son quienes nos dieron la vida y por ello, las  tendremos presente siempre con un grato recuerdo. En ese momento empezaron a pasar por mi mente y a mucha velocidad hice una remembranza cuando de pequeño pasé una vida completa con ella y cuatro hermanos en tierras veracruzanas, con alusión a varios momentos de ausencia que se hicieron presentes en ese breve tiempo. Fue una niñez muy feliz, con la retentiva de que mi madre siempre permanece viva en mí memoria y siento su cercanía que me alienta en todo lo que hago.

Deseo que quienes disponen de la presencia de su madre, la disfruten plenamente y gocen su existencia, es un privilegio tenerla y saber que pueden contar con ella en todo momento…

¡Felicidades cordiales a todas las Madres y que disfruten su vida al lado de los suyos!


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