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| Orquesta Clásica de México. |
Como
respuesta a la celebración del día de las madres, el diez del presente mes,
hubo mucho movimiento desde la mañana en la circulación de vehículos, la
precipitación de compras en los centros comerciales, los restaurantes con mucha
asistencia de comensales y en general la gente apresurándose a la compra de
regalos de todas clases, o por lo menos una caja de chocolates y un ramo de
flores, las que como siempre se duplican en precio aprovechando las compras de pánico
y de oportunidad; como siempre los beneficiados son los comerciantes que
finalmente resultan ganadores en todos sentidos.
Mi
esposa estaba en espera de uno de nuestros hijos que regresaba de viaje y para
ella el mejor regalo fue su llegada, después de una ausencia prolongada.
Platicamos ampliamente sobre su viaje, sobre las últimas novedades ocurridas
tanto de él como de nosotros. Después de la comida que fue muy tranquila y en
la sobre mesa, nos confirmó que tenía reservación para ir a un concierto esa
tarde para escuchar a la Orquesta Clásica
de México bajo la dirección de
Carlos Esteva, que ofrecía un concierto de música
y valses de México, recordando a Porfirio
Díaz a cien años de su fallecimiento (1915-2015)
En
el programa se incluía al coro de amigas de la música, con la dirección de la
señora Lucero Prado de Esteva, cuyo grupo consta cincuenta personas, incluyendo
el sexteto de salterios mexicanos de la señora Victoria Garduño, que en
conjunto con los cincuenta integrantes de la Orquesta Clásica, hicieron del
concierto, una excelente presentación.
En
el transcurso del programa se desarrolló una narrativa de las bondades de las
principales virtudes de los 30 años de paz y tranquilidad en el país, que se
vivieron bajo la presidencia del General Porfirio Díaz, así como la indicación
de algunas de sus principales obras como fueron el Monumento al centenario de
la Independencia o Monumento al Ángel que es como lo conocemos actualmente y
que se utiliza como símbolo de la ciudad de México, el Palacio de las Bellas
Artes, el Edificio de Correos, el edificio del Banco de México, la introducción
del Ferrocarril Mexicano en el año de 1874, así como diferentes obras de beneficio
social que fueron inauguradas en diversas ciudades de la república Mexicana.
El
programa resultó una verdadera joya musical de valses y música mexicana como
fue el inicio con las mañanitas
mexicanas, como un ofrecimiento para todas las madres presentes que
recibieron la felicitación de todo el público del teatro. Así mismo, se
recordaron muchos valses de compositores mexicanos como fueron: Olímpica,
Alejandra, Cuando escuches este vals, Noche Azul, Morir por tu amor, Dios nunca
muere, Sobre las olas y en forma especial destacó el piano de la orquesta para interpretar
el vals Capricho del compositor Ricardo Castro, para piano y orquesta.
Así
mismo se interpretaron marchas como: viva México, Zacatecas, Lindas Mexicanas entre
otras melodías que en conjunto exaltaron el ánimo de todos los presentes, ya
que en conjunto fue un programa maravilloso y durante tres horas se gozó la
presentación de artistas y música mexicana que sirvió de marco para festejar
ese día tan representativo como fue la celebración del Día de las Madres, en la que al término de la función todo fue
alegría, buen humor y gozo de todos los asistentes.
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