jueves, 26 de febrero de 2015

¿APLACAS TUS IMPULSOS DE COMPRAS?

"MÁS, MÁS Y MÁS"
Con mucha frecuencia los Bancos envían a sus “clientes distinguidos” diferentes formatos donde les indican que por su comportamiento bancario, se ha hecho merecedor de un crédito por un importe determinado, con muy bajo interés y a un plazo de varios meses. Este procedimiento ha sido utilizado por las empresas telefónicas, de teléfonos celulares, y tantas otras empresas comerciales que en forma indiscriminada envían por correo unos catálogos increíbles, plagados de ofertas donde ofrecen una serie de productos, servicios, viajes nacionales y al extranjero, casas, autos a precios increíbles, en pagos chiquitos y a plazos largos, donde captan una clientela cautiva y todo mundo echa la casa por la ventana y es difícil no dejarse deslumbrar para cumplir diversos caprichos de ofertas y otras tantas tentaciones que en otras fechas han sido motivo de “privaciones”.

En efecto, con esas promociones mucha gente aprovecha los esquemas de “viaje ahora, pague después”, aproveche esta oferta a 24 meses sin intereses”, “compre su casa, aproveche su crédito hipotecario”, así como otros tantos ofrecimientos que les despiertan el espíritu de “más, más y más”  durante la época de  vacaciones, puentes largos, semana santa, navidad, fin de año y tantas otras celebraciones, donde los vendedores hacen toda clase de ofrecimientos a sus posibles clientes, quienes siguiendo sus deseos compulsivos de compra, se interesan por los ofrecimientos que reciben.

Los intentos de controlar sus impulsos o razonar durante esas fechas, resultan inútiles, sobre todo por aprovechar esas facilidades. No se priven, sigan adelante,  derrochen lo que puedan. En cambio, pueden seguir la forma de aplacar los deseos de compra como lo hacen las personas que se consideran “ahorradores” quienes no se preocupan porque no han perdido el juicio.

Tú también puedes conseguirlo sin tener que gastar un solo centavo. He aquí  la forma de hacerlo:

Examina esos mismos catálogos y promociones que recibes por correo, en los sistemas electrónicos y otros medios. Espera el momento en que puedas comprar tranquilamente, saboreando la experiencia. Marca con un círculo rojo todo lo que te atraiga en forma material. No te  dejes incluir por los precios. Espiritualmente puedes disponer de todo el dinero que necesites. Realiza una expedición de compras “sobre papel” e imagina que varios artículos que te gustan son tuyos e imagina que puedes comprarlos “si quieres”. Después de todo ello elabora un listado de los objetos elegidos, insértalos en el catálogo pertinente y deposita los catálogos en una caja.

Luego olvídate de esas cosas y pasadas las fechas en las que deseabas hacer esas compras, examina otra vez los catálogos. Comprueba si sigues deseando lo que elegiste. Quizá algunos artículos que elegiste se encuentran rebajados. Pero ya no te sorprendas si no tienes interés por algunos artículos marcados con el círculo rojo. ¿Por qué? Porque te darás cuenta que has aplacado tus impulsos de compra, has seleccionado todos los artículos que querías comprar y sobre todo no has adquirido un compromiso económico a pagar que puede afectar tu economía personal.

Es posible que las mejores cosas de la vida no sean gratis, pero las mejores gangas las descubre tu comprador personal que es tu subconsciente. Puedes salir a flote separando lo efímero de lo auténtico.


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