jueves, 16 de octubre de 2014

MOMENTOS DE PREOCUPACIÓN.

Han ocurrido tantas cosas en estas últimas fechas en nuestro país, que siempre permanecemos inquietos y lo más desagradable es que hemos perdido la capacidad de asombro de lo terrible que son las noticias en los medios, así como los comentaristas que nos informan lo que ocurre diariamente y que muy pocas veces son noticias halagadoras que puedan causar algún momento agradable y por esa misma situación, las preocupaciones son las que nos inquietan, al grado que pensamos tantas cosas que de lo que nos enteramos es lo primero que acude a nuestra mente.

Con frecuencia la preocupación es una inquietud que nos quita mucho tiempo y con frecuencia al hacerlo reaccionamos con intranquilidad y no podemos precisar que es lo que nos aqueja y sin darnos cuenta lo que hacemos es escalar una espiral que cuando nos damos cuenta nos pudo arruinar momentos agradables que pueden ocupar un día entero y varias veces en perjuicio no solo para nosotros mismos, como para aquellos que tenemos a nuestro alrededor.

En esos casos lo mejor que se puede hacer si descubres que te estás preocupando por algún asunto masivo y de actualidad que te conduce a una situación frenética, párate. A continuación piensa mejor en todo aquello que te resulte agradable y que te pueda transportar a momentos gratos. Puedes mantener una conversación con tu “yo” interno para reflexionar en momentos actuales, y si no te sientes a gusto puedes lograr comunicación con un ser querido, con un buen amigo o con alguna persona que sientas confianza para comentar esta clase de cosas que pueda ayudarte en estas circunstancias.

Es muy difícil entender las cosas que están ocurriendo a nivel masivo y muchas veces no podemos hacer nada para encontrar soluciones, debemos centrarnos solamente en hacer de la mejor forma posible, los compromisos y obligaciones que tenemos a nuestro cargo y cumpliendo con esas obligaciones estaremos cumpliendo con nuestra parte para que las cosas logren un resultado satisfactorio. Con pensamientos positivos, podemos canalizar una misteriosa fuente de energía que puede contrarrestar situaciones negativas que nos envuelven a nivel general y que nos quitan el sueño.

Una de las razones por las que nos quitan el sueño y nuestros momentos gratos las preocupaciones, es porque nos sentimos impotentes para controlar nuestro futuro. Cuando llegamos a determinar en una situación de lo que pudiéramos hacer si nos ocurriera algo terrible, la situación de desesperación empieza a disminuir. Preocuparte por el futuro te quita mucho tiempo y te libera de disfrutar debidamente el momento presente.


Es muy posible que si dispones de alguna preocupación, intenta observar en qué medida se encuentra tu intranquilidad y a qué grado llega tu desvelo, para que digas para ti: “No quiero pensar en eso ahora; ya lo pensaré mañana. A fin de cuentas mañana será otro día.”

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