jueves, 22 de mayo de 2014

EL AHORA ES EL TIEMPO DEL QUE DISPONEMOS.

Siempre he escuchado la versión que dice “Tiempos pasados fueron mejores” y quienes la mencionan son personas que añoran los años cincuenta o sesenta, pero recordé que a lo largo de mi vida se me ha dado tanto; y, la realidad es que lo había apreciado muy poco, cosa que recapacitando lo experimenté en júbilo, porque me di cuenta de todo lo que disponemos y se encuentra a disposición de cada uno de nosotros y pocas veces hacemos caso y lo disfrutamos debidamente.

Después de una reflexión sobre lo que tenemos y además lo que el universo ha puesto en mi alrededor, pude darme cuenta que en ocasiones nos negamos a disfrutarlo, ya que cuando hemos llegado a apreciarlo, ha sido en forma superficial, por lo que no podemos apreciar todos los bienes de los que estamos rodeados y no hacerlo, puede ser una forma de reforzar nuestra calidad de vida.

El lector podrá suponer que las cosas no pueden ser así debido a que actualmente la situación en nuestro país se encuentra muy delicada, por la inseguridad latente en la mayoría de estados del  país, los aumentos de precio de los artículos que utilizamos son constantes, la serie de secuestros que diariamente ocurren en varias ciudades del país, al grado que hemos llegado a pensar que nuestra propia vida llega a ser un desastre. A pesar de todas esas cosas que acontecen en nuestro país  y en muchas otras naciones del mundo, existen otras cosas por las que debemos sentirnos agradecidos, y si tuviéramos que enumerarlas no cabrían en nuestra imaginación. Las riquezas del mundo nos rodean y nosotros en cambio no somos capaces de apreciarlas.

Nos podríamos preguntar con alguna timidez ¿Y por qué nosotros no las vemos? Porque en muchas ocasiones disponemos de una ceguera mental que nos cubre y formamos una sociedad que dispone del hábito de centrar su atención solamente en los acontecimientos que suceden diariamente para formarnos una manera de pensar de las cosas y llegamos a prescindir de lo maravilloso que tiene la vida. Si solamente hemos aprendido a actualizarnos de los acontecimientos negativos que forman la nota roja y nos dejáramos llevar en lo que tiene de terrible la vida, ya es momento que nos dejemos de esas narraciones y empecemos a apreciar de los valores y bellezas tanto materiales como naturales que están a nuestro alcance; y, darnos cuenta que no todo es malo y que existen muchas cosas por las que verdaderamente vale la pena vivir.

Debemos agrupar nuestra atención en lo que hacemos, porque muchas veces no estamos centrados en los problemas que tenemos en el día y nos contagiamos en los temores e inquietudes del futuro. Debemos darnos  cuenta que estamos viviendo el ahora y puede sorprendernos aprender que “El ahora es el único tiempo del que disponemos”.

La plenitud de la vida surge tan sólo al establecer contacto con el momento presente. Y eso es lo que esta nueva y simple conciencia nos permite crear en nosotros. Como interpretación puede parecer muy simple, pero acostumbrarnos a centrar nuestra atención en las cosas que producimos, es el punto clave que nos produce satisfacción. Cuando adquirimos plena conciencia de estos acontecimientos, se convierte en una parte de lo más exquisito que está a nuestra disposición y no en el aburrimiento que muchas veces nos abruma.

Estas pequeñas cosas no les damos la importancia que tienen y desperdiciamos la oportunidad de admirar lo que nos produce placer y nos llena de satisfacción, es necesario que veamos las cosas que ocurren en nuestro exterior pero en forma diferente, muchas veces poco podemos hacer para mejorar esos valores que suceden en todas partes; pero si empezamos por mejorar nuestra actitud de apreciar lo que hacemos hoy, nos permitirá reconocer que… “El ahora es el único tiempo del que disponemos”


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