jueves, 24 de abril de 2014

INVESTIGA TUS PENSAMIENTOS.

“Ten mucho cuidado con lo que piensas
                                                                         se te puede cumplir.
                                                                                              Henry Ford.
Si tuvieras la oportunidad de adquirir conciencia de una sola dinámica mental, resultaría muy interesante que conocieras entre lo que piensas y lo que sientes, es importante que dentro de tu mentalidad, te des cuenta de lo que estás pensando en todo momento. No te dejes engañar por la creencia de que eso ya lo sabes y estás consciente de este hecho. Poniendo por caso, piensa en tu respiración: hasta este momento cuando estás leyendo esta frase, sin duda habías perdido de vista que estabas ejerciendo la función de respirar, a menos que te quedes sin aliento, debes darte cuenta que te olvidas de ello por rutina.

El pensamiento funciona en forma similar, debido a que siempre tienes la mente ocupada en algo, al grado que en opinión de los que saben de estas cosas, al día pasan por nuestra mente 60.000 pensamientos y resulta fácil olvidar lo que estás haciendo en ese momento. A diferencia de la respiración, puedes olvidarte de lo que estás pensando, y eso puede provocar graves problemas en tu vida, como puede ser la infelicidad, el enojo, los conflictos internos y el estrés. La razón de que sea así, es que tus pensamientos siempre regresarán a ti en forma de sensaciones.

Intenta enojarte sin tener antes pensamientos de enojo; o bien, intenta sentirte estresado sin tener antes pensamientos estresantes, o triste sin tener pensamientos de tristeza, o celoso sin tener pensamientos de celos. No se pueden cumplir estas peticiones. La verdad es que para tener una sensación, primero debes disponer de un pensamiento que cambie tu estado de ánimo.

Sé que esto suena difícil cuando uno piensa en las posibles pérdidas y decepciones que la vida te produce con frecuencia, pero aceptar las cosas que frecuentemente nos llegan, resultan ser el antídoto contra el miedo que, por lo general, acompaña dichas pérdidas y decepciones.

La infelicidad no existe ni puede existir por su propia cuenta. La infelicidad es la sensación que acompaña a los pensamientos negativos que con frecuencia se nos presentan, acerca de la propia vida. En ausencia de ese pensamiento, la infelicidad o el estrés, no pueden ni deben existir en nosotros.

La próxima vez que te sientas mal por algún motivo negativo, fíjate en lo que estás pensando en ese momento, podrás asegurar que se trata de alguna especulación negativa y no de alguna otra cosa. Este sencillo ejercicio será el primer paso que puedas dar para llegar nuevamente a la senda que te transporta a la felicidad, por supuesto que requiere algo de práctica, pero puedes llegar al punto de reaccionar a tus pensamientos negativos, en la misma forma que reaccionas a una lectura que no es de tu agrado y te molesta, solamente cierras el libro y continúas con lo que estás haciendo.


Si concentramos nuestros pensamientos en lo negativo, eso es lo que conseguiremos:… lo negativo.  Si nos concentramos en lo positivo también es lo que conseguiremos:… lo positivo tú decides y trata de decidir lo que mejor te convenga.

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