“Ten mucho cuidado con lo que
piensas
se te puede cumplir.
Henry
Ford.
Si
tuvieras la oportunidad de adquirir conciencia de una sola dinámica mental,
resultaría muy interesante que conocieras entre lo que piensas y lo que
sientes, es importante que dentro de tu mentalidad, te des cuenta de lo que
estás pensando en todo momento. No te dejes engañar por la creencia de que eso
ya lo sabes y estás consciente de este hecho. Poniendo por caso, piensa en tu
respiración: hasta este momento cuando estás leyendo esta frase, sin duda
habías perdido de vista que estabas ejerciendo la función de respirar, a menos
que te quedes sin aliento, debes darte cuenta que te olvidas de ello por
rutina.
El
pensamiento funciona en forma similar, debido a que siempre tienes la mente
ocupada en algo, al grado que en opinión de los que saben de estas cosas, al
día pasan por nuestra mente 60.000 pensamientos y resulta fácil olvidar lo que
estás haciendo en ese momento. A diferencia de la respiración, puedes olvidarte
de lo que estás pensando, y eso puede provocar graves problemas en tu vida,
como puede ser la infelicidad, el enojo, los conflictos internos y el estrés.
La razón de que sea así, es que tus pensamientos siempre regresarán a ti en
forma de sensaciones.
Intenta
enojarte sin tener antes pensamientos de enojo; o bien, intenta sentirte
estresado sin tener antes pensamientos estresantes, o triste sin tener
pensamientos de tristeza, o celoso sin tener pensamientos de celos. No se
pueden cumplir estas peticiones. La verdad es que para tener una sensación,
primero debes disponer de un pensamiento que cambie tu estado de ánimo.
Sé
que esto suena difícil cuando uno piensa en las posibles pérdidas y decepciones
que la vida te produce con frecuencia, pero aceptar las cosas que
frecuentemente nos llegan, resultan ser el antídoto contra el miedo que, por lo
general, acompaña dichas pérdidas y decepciones.
La
infelicidad no existe ni puede existir por su propia cuenta. La infelicidad es
la sensación que acompaña a los pensamientos negativos que con frecuencia se
nos presentan, acerca de la propia vida. En ausencia de ese pensamiento, la
infelicidad o el estrés, no pueden ni deben existir en nosotros.
La
próxima vez que te sientas mal por algún motivo negativo, fíjate en lo que
estás pensando en ese momento, podrás asegurar que se trata de alguna
especulación negativa y no de alguna otra cosa. Este sencillo ejercicio será el
primer paso que puedas dar para llegar nuevamente a la senda que te transporta
a la felicidad, por supuesto que requiere algo de práctica, pero puedes llegar
al punto de reaccionar a tus pensamientos negativos, en la misma forma que
reaccionas a una lectura que no es de tu agrado y te molesta, solamente cierras
el libro y continúas con lo que estás haciendo.
Si
concentramos nuestros pensamientos en lo negativo, eso es lo que conseguiremos:…
lo negativo. Si nos concentramos en lo positivo también es
lo que conseguiremos:… lo positivo tú
decides y trata de decidir lo que mejor te convenga.
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