jueves, 3 de abril de 2014

COMPLEMENTAR EL APRENDIZAJE.

En pleno siglo XXl y en la mayoría de las escuelas en sus diversos niveles, el aprendizaje es considerado como forzoso a base de horarios regulares y utilizando disciplinas rígidas y los alumnos se mofan de las tareas extra-aula y se resisten a sus obligaciones, con toda la energía de que son capaces y este sentimiento de aprendizaje puede ser utilizado durante toda la vida estudiantil, dándoles la impresión de la dirección de la enseñanza es impuesta como una especie de esclavitud mediante horarios regulares y disciplinas rígidas.

Se considera que la enseñanza se inicia en nuestras escuelas a base de libros de texto impuestos muchos de ellos desde hace varios años, por lo que resultan con frecuencia tediosos para los estudiantes, cuando la enseñanza está basada por un calendario escolar en el estudio de esos libros, siendo simplificada la enseñanza a un material limitado que remite a los alumnos al estudio de ese material mediante un conocimiento limitado.

Pero más allá de los libros de texto, aprender significa mantener la mente abierta y activa en la investigación, pronta a captar toda clase de experiencias complementarias a la teoría que en muchas ocasiones fue aprendida con la práctica de enseñanzas que ya resultan obsoletas para nuestra época actual y en otras ocasiones son desechables por encontrarse fuera de uso y costumbres.

Aprender significa también practicar o cuando menos disfrutar de un nuevo conocimiento que se aplique a disfrutar un arte. Por eso cada nuevo arte que se aprende es como una nueva ventana abierta al universo del conocimiento y siempre resultará de utilidad para una futura aplicación.

Al adquirir nuevos conocimientos, se extiende nuestra imaginación hacia otras dimensiones, ya que toda esta literatura  se va acumulando como una nueva experiencia que nos enriquece para disponer de futuras aplicaciones en el campo de la práctica. Resulta interesante que uno mismo se proponga a continuar el aprendizaje para que todo se haga en coordinación con los estudios realizados para complementar los conocimientos en una base sólida que permita ampliar un criterio útil en la aplicación de cualquier otra actividad.
Si la profesión de una persona es la ingeniería, pero además disfruta en la actividad formando parte de un coro, debe relacionar entre sí las dos actividades, unirlas ambas en la misma persona, ya que nunca estarán en conflicto, porque cantar en coro y la práctica de la ingeniería, son el resultado de habilidad de conocimientos del hombre, demostrando su habilidad y capacidades para elaborar un plan completo de su vida y darlo a conocer así a sus semejantes, ambos son simétricos y dependen en gran parte de las capacidades adquiridas y los conocimientos obtenidos en una universidad reconocida. De esta forma la práctica de las dos habilidades no solo las practicará con eficiencia, sino que su estudio en la práctica, le ayudará a realizar su vida en una forma coordinada, alcanzando una nueva meta que le permita ser más feliz.


Los placeres que se obtienen con el aprendizaje son auténticos, ya que uno de los momentos que se buscan en la vida, no solo es el aprendizaje de conocimientos, porque éstos pueden llegar a eludirse y abandonarse. Podemos mejorar la duración de esos conocimientos, ampliar el gusto por  la calidad y la fecundidad de mejorar nuestra existencia, alcanzando y preservando la dicha de aumentar nuestros conocimientos, que serán la pauta de llevar una vida más completa, placentera y feliz.

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