Cuando hablemos del “universo”
nos estaremos refiriendo a nuestro plan de vida que parece imponerse a los
planes y proyectos que tengamos en mente y actúa por sí mismo, interfiriendo
con nuestra forma de pensar como
quisiéramos que fueran los resultados. Esta situación se observa en la actitud
de varias personas que con sus conductas o sus respuestas, intervienen en
nuestra vida mediante procedimientos y formas en las que nosotros carecemos de
control. A eso se debe que muchas veces ante nuestros resultados previstos,
pueden moverse en otra dirección específica y ocurren hechos que desvirtúan la
realidad y surge la posibilidad de lo inesperado.
Debemos estar preparados a estas
situaciones y solo a las veces que debemos aceptar las cosas como ocurren y es
cuando debemos hacer un gesto afirmativo con la cabeza, aceptando otras
posibilidades que nos ofrece nuestro “universo” mediante otras maneras de ver
el mundo, en forma más tranquiquivale a bloquear una respuesta y rechazar una
oportunidad de crecimiento. Decir “no”, promueve una situación de tensión por
estar continuamente preocupados y con temores de que las cosas no resulten como
las estamos esperando y con desgaste de energías, aumentando la carga que
llevamos a cuestas.
Cuantas ocasiones estamos preocupados
y no sabemos la causa que originó nuestra angustia, aunque también tenemos diversas
cosas pendientes en mente, sin precisar alguna. En esos casos es necesario
recurrir a nuestro “yo superior” y confiadamente! con mucha aceptación y con
mucha seguridad de que estamos de acuerdo en todo. Lo importante es soltar
completamente esas cargas de tensión
que nos presionan y después de haber aceptado el resultado, podemos sentirnos tranquilos por haber abandonado la resistencia
y disponemos de una nueva óptica para ver las cosas, disminuyendo la ansiedad
que nos movía en todo.
¿Quién no ha tenido en el curso
de su vida una decisión importante? con preocupación del resultado y cuando le
es favorable, se agradece, es aceptado y se disfruta enormemente. Cuando no es
así, ante un resultado adverso y no esperado, entonces la vida cambió. Esto
puede ocurrir con la pérdida de un familiar cercano, con la pérdida de un
trabajo, en el caso de un divorcio, y tantas otras cosas que suelen suceder
ante momentos de temor, miedo y tristeza.
Con frecuencia nos oponemos a
todo lo que nos ocurre en la vida, aun pasando largo tiempo después, seguimos rumiando
de -aquella vez que estuvimos a punto de conseguir algo y no lo logramos-. Esto
también pudo haber sido un trabajo, una amistad, un premio (muchas veces no
merecido), una relación sentimental y tantas otras cosas que nos entristecen y
por supuesto nos acortan la vida y cada vez que nos acordamos, solo mostramos
nuestro desagrado coraje y enojo.
Esto se origina porque al organizar nuestros momentos,
dejamos plasmada una imagen de la forma en que queremos que ocurran las cosas,
y nunca nos ponemos a pensar que pueden ocurrir de esa manera o de otra, es
decir a nuestro favor o en contra. Es necesario ser positivo y pensar bien
cuando queremos lograr algún propósito pero debemos tomar en cuenta que por la
relación que existe con otras personas o por otros motivos, no siempre nos
lleva a conseguir que las cosas sean a nuestro favor.
En los casos de decisiones importantes, surge un miedo
de espera que finalmente se traduce en alegría o tristeza y en ambos casos
debemos estar preparados a recibir un resultado final, con la misma serenidad y
no forzar las cosas con algún compromiso de espera que represente una …
¡CARGA DE TENSIÓN!
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