jueves, 16 de agosto de 2012

¡LA RESPIRACION!


De la función respiratoria dependen las demás, debido a que es la que proporciona el oxígeno a otros órganos, y por ser automática es la que más descuidamos. La gente procura comer y beber bien, pero pocas veces respira bien: ¿Cuándo fue la última vez que hiciste una respiración profunda? ¿Cuántas personas se preocupan por respirar bien?

Existen varias gentes que han conservado en la zona superior de sus pulmones –la zona menos ventilada-- ¡aire que lleva allí quince años, o más! De aquí surge la importancia de que los jóvenes se ejerciten debidamente en actividades que promuevan una respiración fluida, constante y permanente, pudiendo mejorar su estado de salud con estas rutinas.

 Al considerar la respiración normal, el aire se aspira por las ventanillas de la nariz sin esfuerzo y sin movimiento exagerado o forzado de la nariz más bien se hace en forma inconsciente  y nosotros ni siquiera nos enteramos de que el aire ingresa por el conducto nasal hasta llegar a los pulmones, aunque en realidad mucha gente no tiene idea del rumbo que sigue el aire que ha entrado por las ventanillas de su nariz.

 Disponemos de dos clases de respiración, la “normal” que la consideramos automática es a la que nos referimos anteriormente y se considera que ejerce acción sobre otros órganos como la circulación sanguínea, la digestión y no es posible atribuir una importancia excesiva  en un programa de entrenamiento para mayores de 60 años. Consideramos que disminuye sus funciones a medida de que van            envejeciendo nuestros órganos, (dependiendo de la clase de vida de la persona que envejece con más o menos rapidez, atribuido a los achaques de la edad).

La segunda clase de respiración, la consideramos como la “respiración profunda” y debe inhalar el aire con el área situada en la pared del fondo de la boca, que se conoce con el nombre de “área faríngea”, es la parte que conecta la boca con la nariz y prolonga las aperturas nasales que terminan detrás de la parte blanda del paladar y comunica a la boca con la garganta. La acción se siente solamente en la parte de atrás de la garganta durante la exhalación y se tiene la impresión de que está funcionando como bomba hidráulica de succión, en la parte de atrás de la boca.

Si aun se te dificulta un poco este tipo de respiración, es equivalente a la forma en que lo has hecho desde hace mucho tiempo en forma intuitiva, y es lo que ocurre mientras te entregas al sueño, ya que mientras duerme el organismo sensitivo no está funcionando y nos ponemos a respirar profundamente a determinados intervalos en forma automática. Tú respiras profundamente mientras duermes, el método sencillo para aprender a hacerlo en estado de vigilia debe ser parecido al sueño. Para comprenderlo mejor, acuéstate, cierra los ojos, relaja tu cuerpo y deja caer el mentón e imagínate que estás dormido, dejando así que tu respiración vaya haciéndose cada vez más profunda; o bien, fíjate como lo hace alguien cuando duerme profundamente, pronto caerás en cuenta de la diferencia en sonido y ritmo que existe entre su respiración despierto y cuando se encuentra dormido.

Es importante considerar que mientras ejecutas la respiración profunda, debes tener recta la columna, para no obstaculizar el libre fluir de la fuerza vital. Además al hacerlo, te acostumbrarás a adoptar la postura correcta, evitando dejar caer la cabeza hacia el frente y creando una pequeña curvatura de la espalda.

Para practicar esta forma, puedes utilizar una silla o permanecer de pie, procurando que la columna siempre esté erguida, la cabeza derecha, las manos sobre las rodillas y los ojos cerrados, después concéntrate en el espacio faríngeo situado en la parte posterior de la boca y contrayendo ligeramente los músculos, empieza a inhalar aire a través de este espacio, procura hacerlo lentamente y sin interrupción.

 Acabas de ejecutar tu primera respiración profunda, continua practicando hasta hacerlo sin esfuerzo y comprobarás la eficacia de llenar tus pulmones en forma regular y en tu beneficio.


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