jueves, 23 de agosto de 2012

ACTITUDES CONTRA EL ESTRÉS.

Actitudes contra Estrés.
En el ambiente externo existen muchas formas de que tú mismo te inicias en el estrés y es muy posible que ni descubras de que te empiezas a impregnar de una información que no necesitas y que empiezas a saturaste de ese medio como es el contenido en información publicitaria como son: periódicos, revistas, noticieros en radio y televisión en sus diferentes horarios matutinos y vespertinos y otros dispositivos constantes que complementan los comentarios, conferencias de prensa, corrillos, círculos de café y tantos otros lugares donde circulan los últimos comentarios de la “nota roja” que es común en diferentes lugares que frecuentamos.

 Una sugerencia para salir ilesos del bombardeo de reportajes que estamos viviendo en momentos actuales donde este tipo de referencias puede ser el centro de información, debido a que con la frecuencia de sus datos, llegan a ser responsables de nuestra contaminación dentro de la escala del estrés. Hablar del estrés se ha convertido en una trampa muy socorrida para atraer nuestra atención, con todo ese material gráfico y televisivo, les encanta obtener de la última crónica con sus confidencias de esos percances.

 Lo cierto es que en esta ciudad tan grande como es la capital del país, donde todos llegamos a estresarnos en algún grado, y no en la misma forma ni a todas horas ni todos los días. No estoy muy de acuerdo en esas gentes que afirman que no podemos conservar la cordura ni la calma cuando no hacemos otra cosa que dedicarnos a vivir, por muy complicado que esto resulte.

 Los noticieros de esa clase de informadores que ponen a nuestro alcance noticias intrascendentes pero escandalosas, pueden alterar más el estrés acumulado en los fanáticos lectores, que ni siquiera los “spas”, los salones de masaje, centros de lectura, ni otros lugares similares cuya finalidad es reducir el estrés,  sirven de mucho para neutralizarlos. La relajación que consiguen en esos sitios es limitada. Lo más sensato es aceptar que la vida está llena de pequeñas cosas y lo mejor que podemos hacer es vivir cada momento como la gente acostumbra,  imaginando cosas agradables mediante un punto de vista feliz.

 En ocasiones nos quedamos con pendientes de cuestiones externas que no nos corresponde resolver, como es el caso de nuestros hijos que ya manejan su vida y trabajan fuera de casa. No tenemos la menor duda que su forma de vida, abarca una gran parte de nuestro tiempo, debido a una ley de la paternidad, pero también debemos considerar que cuando habitaron en casa y estaban bajo nuestra tutela, los preparamos y recibieron formación suficiente para hacer frente a su mundo, en la misma forma que nosotros (recibimos de nuestros padres) y tal vez lo hagan mejor de lo que ya hicimos, sin dudar que cuando nos soliciten apoyo, les estaremos dando toda la atención que requieran.

 Cuando iniciamos el matrimonio, fuimos una pareja con  diferentes sistemas de vida, diferentes actividades y dispusimos de mucho tiempo que dedicamos a nosotros mismos. Con el transcurso de los años, nuestros  hijos crecieron y cuando se marcharon de casa, nos dejaron un “nido vacío” o sea que como pareja, volvemos nuevamente a disponer de tiempo para nosotros como en un principio; y esa puede ser una razón muy importante para gozar de espacios más completos pero con mayores vivencias, que nos permitirán disponer de una vida más tranquila y que nos permita tener mayor tranquilidad con la finalidad de conseguir la paz interior más plena, hasta conseguir una realización anhelada.

 Debemos suponer que estar bien, es una forma de sentirnos bien con nuestro interior, y conseguiremos una respuesta de indiferencia ante los aconteceres externos. Cuando nos sentimos bien nos convertimos en instrumentos de paz, y por esa vía podremos erradicar gran parte de los problemas que no nos corresponde resolver.

 

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