martes, 11 de noviembre de 2014

HÁBITOS BUENOS QUE PUEDEN NO SERLO.

Muchas veces tenemos costumbres en nuestras actividades diarias que sin darnos cuenta vamos adquiriendo hábitos que influyen en la conducta y realizamos con frecuencia, la mayoría de las veces en forma inconsciente. Lo importante es detectar oportunamente cuáles son buenos que podemos seguir utilizando y aquellos que no lo son porque solamente perjudican nuestra conducta, ya que ellos nos permiten conseguir éxitos o fracasos en nuestra vida, para eso es recomendable hacer un alto en la vida y realizar un examen de nuestra conducta para detener un poco el ritmo de vida que estamos llevando.

Nada puede eliminarse con tanta dificultad como un hábito. Por lo general sabemos el momento en que  hacemos algo que no es bueno ni recomendable a nuestra conducta, al detectar una vocecita en nuestro interior de la cabeza, que nos repite la orden “no, no, no hagas eso” nos dice con frecuencia al momento de tomar más de una copa, cuando encendemos ese cigarrillo del que ya sabemos sus efectos nocivos a la salud o cuando nos levantamos de noche a tomar un pequeño bocado para calmar los nervios.

Lo recomendable es que antes de modificar cualquier conducta, es útil saber el motivo por el que quieres cambiar un hábito que no mejora ni contribuye a modificar tu sensación de bienestar. En el caso de un cambio, ¿Cuál será la parte positiva que puedas conseguir con esa modificación de conducta? ¿Un estilo de vida más sano con mejor energía y vitalidad? ¿Bajar de peso y conseguir un cuerpo más delgado?

Una reflexión a tiempo puede abrir los ojos de tu conciencia, para que procedas por una decisión que te beneficie y resulte más adecuada a tus deseos, lo que demuestra que empiezas a decidir por fórmulas más amables. A medida que dialogas con tu “yo interno” descubres mejores beneficios y consigues el valor suficiente para dar los primeros pasos para ayudarte a mejorar tu conducta en beneficio de tu vida.

Los cambios serán notables y te darás cuenta de que mejora tu ánimo y tus decisiones son más firmes y notarás cambios en tu conducta que irás descubriendo poco a poco. Cuando te sientas sediento, en vez de ir a buscar una cerveza o un vaso de vino para refrescarte, tendrás a la mano un vaso de agua mineral que con una rodaja de limón, soluciona tu sed. En vez de tomar un bocado de más, empezarás a comer solamente en horas de comida y será suficiente con lo que haya en tu plato. Eliminarás aquel cigarrillo que impulsivamente lo utilizas para calmar tus nervios.

Puedes tener por caso ver la televisión por más de cinco horas y haces un esfuerzo de eliminar esa costumbre. Cuando ya has superado esa adicción, observarás con sorpresa que liberado de esa costumbre, dispones de tiempo suficiente para otras actividades más agradables y provechosas. Has un esfuerzo para eliminar tus adicciones que te causan algún daño, siempre tendrás una compensación que te dejarán satisfacciones que te ayudarán a conseguir mejoras en tu vida.





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