MEDITACION. |
Yo
recuerdo cuando muy pequeño me llevaban mis padres a visitar una iglesia
católica como un lugar donde se guardaba mucho silencio y la compostura
adecuada para sentarse frente a un altar sacro, y persignarse para iniciar
alguna oración o un pedimento. Esos lugares eran especiales, llenos de flores,
imágenes de bulto o pinturas en cuadros que tenían una representación sagrada
en nichos especiales con altares llenos de flores y quemadores especiales para
prender velas y veladoras al santo de su predilección. Comento estos recuerdos
porque fueron lugares sagrados dedicados especialmente a la oración y
ceremonias religiosas donde la gente se comportaba con mucho respeto y guardaba
silencio para dedicar su estancia a orar en silencio las oraciones adecuadas de
acuerdo con sus peticiones y creencias.
Comento
estas vivencias porque siendo lugares públicos, también eran lugares dedicados
a la oración, donde los asistentes podían encontrar momentos de verdadera
tranquilidad y paz interior de acuerdo a las creencias que cada uno tenía por continuar
una disciplina mental, por gusto o por herencia familiar, aunque estos lugares
públicos predominan actualmente en forma de iglesias o sinagogas de acuerdo a
las religiones que cada uno posee.
Ese
tipo de disciplina mental se ha continuado pero ahora con técnicas especiales
para formular programaciones de control mental y meditar debidamente en un
lugar que llamaremos recinto sagrado del que podemos disponer
en un lugar determinado o hacer una meditación en un lugar adecuado.
Ese
lugar puede estar ubicado en tu casa, en tu oficina o en algún lugar sagrado
para crear un espacio y examinar tu vida, dar gracias por algún favor recibido,
o solamente para utilizar tus herramientas mentales básicas que disponemos, para
ayudarnos a encontrar el camino adecuado
que todos buscamos.
Conozco
algunos empresarios, estudiantes universitarios, atletas, profesores y
escritores que he considerado excéntricos y algunas amistades, que han creado
lugares especiales para ellos mismos, donde dedican el tiempo suficiente para
meditar. Son espacios muy reducidos
donde disponen de una decoración sencilla con una mesa y una silla que
consideran las herramientas suficientes para celebrar y consagrar su labor
interior. Son lugares dedicados a la concentración, donde a decir de ellos, al
principio quizá no sucede nada. Pero son lugares venerables los que les sacan provecho, y donde
consideran que al final siempre acabará sucediendo algo.
Puede
haber personas que les desagrade la idea de la meditación, nos da la sensación
de algo místico que no tenemos la costumbre de invocar, tal vez porque algunas
personas meditan en flor de loto, o lo hacen con el rito tibetano, pero en
occidente disponemos de muchas opciones que han evolucionado recientemente. La
meditación no tiene ninguna relación con alguna religión, ni con ningún rito
sagrado; tampoco se trata de una filosofía de algún estilo de vida. Actualmente
mucha gente sigue esta práctica como una técnica mecánica para alcanzar un profundo
estado de tranquilidad de conciencia. Se trata de la forma de meditación que
más se ha estudiado y que aporta a nuestra vida un potencial único.
Todo
resulta más sencillo si realizamos la meditación en un lugar creado para tal
fin, por lo mismo es importante que podamos disponer de un espacio con
elementos que posean una cualidad sagrada para nosotros y nos proporcione
alegría, paz interior y tranquilidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario