jueves, 5 de septiembre de 2013

TE AGRADA SER LO QUE ERES.


Una de las formas de rehuir de algún cambio es aferrarte al pasado para seguir expresando las frases que siempre has tenido en mente, y a manera de conveniencia, utilizas el “yo soy de alguna forma” o “ yo soy de otra” a discreción para tener oportunidad de evitar cierto tipo de actividades o la manera de ignorar algún defecto de tu personalidad y recurres a utilizar la etiqueta que mejor te conviene, ya que durante mucho tiempo te ha dado resultado evitando hacer lo que no te agrada, porque has evitado el riesgo y el trabajo pesado, puede ser un cambio de actitud.

Tenemos el caso de un joven que le invitan a una fiesta en un lugar donde no conoce a nadie y acude por el interés de hacer amigos, pero al estar en la celebración se da cuenta que hay varios grupos de jóvenes y trata de acercarse a uno de ellos para integrarse, se da cuenta que recurre a su genética y rehúye al grupo y se apoya al decir “yo soy demasiado tímido y muy nervioso” y ese pensamiento autodestructivo le retrae y simplemente  acepta como confirmación de su forma de ser. Es un momento difícil que lo ha usado en muchas ocasiones anteriores y empieza a pensar que desde pequeño siempre ha sido así y no puede cambiar, culpando siempre a sus padres como una justificación de su conducta nerviosa que le traiciona al querer tomar una decisión.

Si este fuera tu caso como persona nerviosa y tal vez en tu infancia te cohibías de acercarte a grupos de amigos o amigas que te atemorizaban por no saber de qué hablar y tenías miedo al rechazo y mejor te alejabas, dando origen al “yo soy” y desde entonces te quedaste con una personalidad negativa y mientras conserves la etiqueta de tu “Yo soy tímido y reservado” tienes una disculpa a tu medida para evitar algún esfuerzo que debiste hacer para superar tu incapacidad. Atribuyes tu problema a mucha gente que ni recuerdas, pero consideras que ellos son los culpables de tu situación actual y por eso no te esfuerzas en ser diferente; con esa actitud, escoges el camino más fácil que siempre te ha dado resultado, porque te hicieron creer que siempre has sido incapaz de pensar por ti mismo porque defines tu personalidad con el acostumbrado “yo soy así” que siempre has utilizado en tus actos negativos pensando que están fuera de tu control para justificar tu actuación.

 Observamos casos frecuentes de personas que son olvidadizas y aunque esta situación se ve en todas las edades, mucho se atribuye a los adultos mayores que por sus años transcurridos olvidan varias cosas. También en los jóvenes y adultos, escuchamos su expresión “Es que soy olvidadizo y siempre me pasa esto” Y la forma de escudarse de su comportamiento ineficaz, es con ese recurso del “Yo soy así” con ese argumento evitas algún esfuerzo para mejorar tu memoria, o tu descuido y simplemente te justificas con esa expresión de una manera simple. Esta decisión que utilizas, jamás te permitirá trabajar para conseguir un cambio de actitud, y solamente te permitirás seguir olvidando y reforzando que no puedes evitarlo, recordándote a ti mismo que nunca lograrás evitarlo como una disculpa y siempre demuestras ser olvidadizo.

En el caso de los adultos que pueden estar en la flor de su vida activa, han sentido que la edad para ellos es un inconveniente, y se escudan con la expresión “Ya soy viejo, y me siento cansado”. Es posible que con esta autodefensa, consideren que pueden usar su edad (adulta) como un justificante ante otras personas o grupos, para que le releven de participar en la asignación de actividades con riesgo o peligro. Y cuando se deben enfrentar a una actividad delicada, es muy posible que escuche con frecuencia su autodefensa de que “ya está demasiado mayor para realizar esos papeles” y con eso evitan enfrentarse a una situación delicada. Si este es tu caso con tu comportamiento quiere decir que estás acabado en esos terrenos y eso te hará sentirte viejo, cerrando con ello la posibilidad del cambio que te permita crecer y experimentar nuevas experiencias por aprender.

Cualquiera que pudiera ser tu caso, cuando te aferras al pasado en base al “yo soy” del que echas mano cuando así te conviene, puede ser considerado simplemente como: una evasión. Si siempre has utilizado este defecto de tu personalidad es posible que logres justificarte mediante la utilización de etiquetas que pueden perdurar toda tu vida, porque así lo has hecho y después de tanto tiempo, ya las llegas a creer, haciendo de ti una persona acabada, destinado a seguir siendo lo mismo para toda tu vida, lo cual puede ser muy triste al evitarte hacer un esfuerzo que te permita correr el riesgo de un cambio de actitud.

Si esta situación puede llegar a observarse en una persona joven, le resultará muy difícil evitar este daño que ya se causó porque siempre actuará con este comportamiento, reforzando su imagen de ser siempre la misma persona: torpe, obesa, autoritaria y otras tantas etiquetas que le sean aplicadas por su comportamiento será difícil que logre un cambio por no tener interés para iniciarlo.                                                              

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