Una
de las formas de rehuir de algún cambio es aferrarte al pasado para seguir
expresando las frases que siempre has tenido en mente, y a manera de
conveniencia, utilizas el “yo soy de alguna
forma” o “ yo soy de otra” a discreción para tener oportunidad de evitar
cierto tipo de actividades o la manera de ignorar algún defecto de tu
personalidad y recurres a utilizar la etiqueta que mejor te conviene, ya que
durante mucho tiempo te ha dado resultado evitando hacer lo que no te agrada,
porque has evitado el riesgo y el trabajo pesado, puede ser un cambio de
actitud.
Tenemos
el caso de un joven que le invitan a una fiesta en un lugar donde no conoce a
nadie y acude por el interés de hacer amigos, pero al estar en la celebración
se da cuenta que hay varios grupos de jóvenes y trata de acercarse a uno de ellos
para integrarse, se da cuenta que recurre a su genética y rehúye al grupo y se
apoya al decir “yo soy demasiado tímido y
muy nervioso” y ese pensamiento autodestructivo le retrae y simplemente acepta como confirmación de su forma de ser. Es
un momento difícil que lo ha usado en muchas ocasiones anteriores y empieza a
pensar que desde pequeño siempre ha sido así y no puede cambiar, culpando
siempre a sus padres como una justificación de su conducta nerviosa que le
traiciona al querer tomar una decisión.
Si
este fuera tu caso como persona nerviosa y tal vez en tu infancia te cohibías
de acercarte a grupos de amigos o amigas que te atemorizaban por no saber de
qué hablar y tenías miedo al rechazo y mejor te alejabas, dando origen al “yo soy” y desde entonces te quedaste con
una personalidad negativa y mientras conserves la etiqueta de tu “Yo soy tímido y reservado” tienes una disculpa a tu medida para evitar
algún esfuerzo que debiste hacer para superar tu incapacidad. Atribuyes tu
problema a mucha gente que ni recuerdas, pero consideras que ellos son los
culpables de tu situación actual y por eso no te esfuerzas en ser diferente;
con esa actitud, escoges el camino más fácil que siempre te ha dado resultado,
porque te hicieron creer que siempre has sido incapaz de pensar por ti mismo
porque defines tu personalidad con el acostumbrado “yo soy así” que siempre has utilizado en tus actos negativos pensando
que están fuera de tu control para justificar tu actuación.
Observamos
casos frecuentes de personas que son olvidadizas y aunque esta situación se ve
en todas las edades, mucho se atribuye a los adultos mayores que por sus años
transcurridos olvidan varias cosas. También en los jóvenes y adultos,
escuchamos su expresión “Es que soy
olvidadizo y siempre me pasa esto” Y la forma de escudarse de su
comportamiento ineficaz, es con ese recurso del “Yo soy así” con ese argumento evitas algún esfuerzo para mejorar
tu memoria, o tu descuido y simplemente te justificas con esa expresión de una
manera simple. Esta decisión que utilizas, jamás te permitirá trabajar para conseguir
un cambio de actitud, y solamente te permitirás seguir olvidando y reforzando
que no puedes evitarlo, recordándote a ti mismo que nunca lograrás evitarlo
como una disculpa y siempre demuestras ser olvidadizo.
En
el caso de los adultos que pueden estar en la flor de su vida activa, han
sentido que la edad para ellos es un inconveniente, y se escudan con la
expresión “Ya soy viejo, y me siento
cansado”. Es posible que con esta autodefensa, consideren que pueden usar
su edad (adulta) como un justificante ante otras personas o grupos, para que le
releven de participar en la asignación de actividades con riesgo o peligro. Y
cuando se deben enfrentar a una actividad delicada, es muy posible que escuche con
frecuencia su autodefensa de que “ya está
demasiado mayor para realizar esos papeles” y con eso evitan enfrentarse a
una situación delicada. Si este es tu caso con tu comportamiento quiere decir
que estás acabado en esos terrenos y eso te hará sentirte viejo, cerrando con
ello la posibilidad del cambio que te permita crecer y experimentar nuevas experiencias
por aprender.
Cualquiera
que pudiera ser tu caso, cuando te aferras al pasado en base al “yo soy” del que echas mano cuando así
te conviene, puede ser considerado simplemente como: una evasión. Si siempre has utilizado este defecto de tu
personalidad es posible que logres justificarte mediante la utilización de
etiquetas que pueden perdurar toda tu vida, porque así lo has hecho y después
de tanto tiempo, ya las llegas a creer, haciendo de ti una persona acabada,
destinado a seguir siendo lo mismo para toda tu vida, lo cual puede ser muy
triste al evitarte hacer un esfuerzo que te permita correr el riesgo de un
cambio de actitud.
Si
esta situación puede llegar a observarse en una persona joven, le resultará muy
difícil evitar este daño que ya se causó porque siempre actuará con este
comportamiento, reforzando su imagen de ser siempre la misma persona: torpe,
obesa, autoritaria y otras tantas etiquetas que le sean aplicadas por su
comportamiento será difícil que logre un cambio por no tener interés para
iniciarlo.
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