Siempre
nos hemos preocupado por auto felicitarnos y sentirnos felices por lo que
hacemos, somos indulgentes con nosotros mismos y cuando exageramos podemos
llegar a considerarlo como narcisismo.
Esta mención se originó en la mitología griega de Narciso cuando rechazó a la
ninfa Eco que desolada se ocultó en una cueva y allí se consumió, Némesis la
diosa de la venganza hizo que Narciso se enamorara de su propia imagen
reflejada en una fuente, se considera que fue el primer gurú con el lema: “Si tú sientes que está bien, hazlo”. No
se debe confundir el narcisismo con una sana autoestima que es lo que nosotros
debemos invocar.
La
palabra estima significa apreciar el valor generalmente de sí mismo. En el ser
humano se considera el origen de cualquier tipo de éxito, es la base de nuestra
capacidad para amar a los demás y para tratar de desarrollar una meta justa sin
miedo. La autoestima se basa en el amor
espiritual, nos causa asombro del poder y la inmensidad de la naturaleza: de la
inmensidad del mar, de la inmensidad desconocida del universo, de la belleza y
colorido de una rosa, de una puesta de sol. Con estos esplendores, en ocasiones
nosotros mismos nos degradamos, sin considerar que nosotros también fuimos
producto de la creación con el poder que tenemos de pensar, de cambiar nuestro
ambiente y amar.
Por
estos razonamientos consideramos que la auto aceptación es la clave de la sana
autoestima, cuando nos vemos como personas que valemos la pena
en todo, somos cambiantes, imperfectos y sabemos que hemos nacido con el mismo
derecho a sentirnos merecedores de la excelencia, de acuerdo a nuestras normas
espirituales. De manera que somos una obra maestra de la creación y por lo
mismo debemos compartir este axioma: “Debemos
poseer amor dentro de nosotros mismos, antes de poder darlo a los demás”
La
gente de éxito crece con su propia inteligencia, siempre han contemplado un
sueño al cual aferrarse y de ninguna manera se rinden. ¿A qué se debe? A que su
dignidad es más fuerte que el rechazo o la aceptación de sus ideas por los
demás. Existe tanto valor en el emprendedor, de cristalizar sus ideas y
realizar sus sueños, y con ese ideal, sigue adelante hasta conseguir el ansiado
éxito.
Así
conocemos el caso de grandes pensadores que con muchos problemas y dificultades
iniciaron sus proyectos hasta verlos terminados, como fueron:
Alexander Graham Bell que “logró transportar la voz humana por un alambre
y que se escucharía a varios kilómetros de distancia.
Walt Disney que llegó a Hollywood con un dibujo animado “Willy
el Vapor” y tuvo un sueño que fue aceptado por todos los niños del mundo.
Golda Meir que de ser una mujer
común, llegó a ser primer ministro de un gran país, ella no tenía mucho
atractivo, pero poseía una belleza interna.
Margaret Thatcher que vivió hasta los 21 años en una tienda de abarrotes
con su padre, y después se propuso a pensar en sí misma para gobernar
Inglaterra en estos tiempos actuales tan difíciles que le tocaron vivir.
No se gana ni se pierde, hasta que no se
apuesta: No importa lo
que te haya ocurrido anteriormente en tu vida, dispones del poder suficiente
dentro de ti para reinterpretar tu pasado. Todo lo que te ha sucedido y lo
tienes fijado en tu mente como un trauma, en realidad puedes transformarlo en
una experiencia de la vida, en una enseñanza. Siempre debes estar muy
agradecido por todo lo que te ha pasado. Las cosas tuvieron que ocurrir como
fueron y no de otro modo. Tú fuiste como fuiste por la misma razón de que eres
como eres, responsable de casi todo lo que sucede en tu universo físico, por lo
mismo eres responsable de las cosas malas y de las cosas buenas que pasan en tu
vida.
Difícilmente
se puede tener una relación sana con algo que ya se encuentra codificado en el
cerebro, como por ejemplo “NEGATIVO”,
primero hay que rechazar la creencia negativa y colocar otra en su lugar. Ahora eres adulto y sabes que puedes
seleccionar qué creencias son mejores para ti. Podrías fijar en tu mente una
creencia “POSITIVA”
Vejez: Es una enfermedad. Podrías cambiarla por: Conforme
envejezco me voy volviendo más sabio. Esta creencia es verdadera porque
adquieres experiencia y encaras la vejez como un período de sabiduría.
Amor: Quien ama sufre. Quien tiene esta creencia, es
probable que sufra en lugar de realizarse. Mejor creer que se puede ser muy
feliz en el amor.
Dios: ¿Quién lo hizo? ¿Quién lo creó? Tú dispones de algo
más sofisticado que la tecnología: tu propia vida. Y ¿Quién hizo la vida?
“Toma en cuenta que cuando eliminas de
tu armario las cosas que ya no usas, estás creando espacio suficiente para
guardar cosas nuevas”
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