TOMAR DECISIONES. |
Cuántas
veces has hecho promesas de cambio para mejorar tu vida y lo puedes lograr,
venciendo los obstáculos que puedes tener mediante esa transformación que en
algún momento te propusiste alcanzar. Pero también cuántas veces has fracasado
en tu intento, ya que muchos proyectos están llenos de obstáculos sobre un
camino lleno de espinas y decides regresar a tu zona de comodidad, donde te has
desarrollado con agrado y no has podido obtener
una vida nueva.
Estas
promesas de cambio suelen invocarse en fechas memorables, cuando por alguna
euforia pasajera decidimos conseguir un objetivo que se nos ha negado y no
hemos podido obtener como puede ser el caso de estudiar un idioma, iniciar
estudios profesionales, realizar un viaje al extranjero, adquirir un hábito de
lectura; o cuestiones de salud como corregir malos hábitos de alimentación y
tantas otras formas de pensar que quieren corregirse y por razones de carácter,
fracasan en pocas semanas.
Es
frecuente al principio de año decidir cambiar de actitud para mejorar un conducta y mucha gente opta por diversas cosas que son buenos deseos, ya se
trate de emplear el tiempo más racionalmente o de mejorar el propio talento y
la clave es siempre la misma: la oportunidad de cambiar para bien y se trata en
una actitud realista. Esto lo he podido comprobar en cientos de casos cuando la
gente decide: mejorar su figura con mejores hábitos de comida, hacer ejercicio
en forma constante, eliminar el consumo de cigarrillos o sustancias
estimulantes, eliminar las horas que se pasan frente al televisor, mejorar su
vida familiar y pocos de ellos son los que logran cumplir sus deseos.
¿Por qué falla tanto la gente en sus
determinaciones de transformación? Porqué la mayoría de personas son
producto de sus hábitos que le originan zonas de comodidad durante mucho tiempo.
Considera tu caso, si llevas muchos años de fumar, dejar el cigarrillo puede
ser equivalente a tratar de amputarse una mano. Para dejar de fumar no basta
con desearlo, hay que asumir la responsabilidad de haberlo decidido, refugiarse
en los mundos ilusorios de la televisión para escapar de las dificultades de
una relación íntima es una forma de satisfacer necesidades inmediatas.
En
todos los casos relacionados, debes mantener el equilibrio de la mente con la
actividad que desarrolla tu cuerpo, es uno de los ideales más importantes que
debes observar como persona. Un cambio aunque sea bueno y necesario, siempre
supone romper el equilibrio. Es el caso cuando tienes la sensación de hambre y
debes seguir un régimen alimenticio, es posible que rompas tu compromiso de
adelgazar, echando mano de cualquier pretexto como sentirte débil y no poder
continuar. Un cambio aunque sea bueno siempre significa romper el equilibrio.
Si quieres librarte de una adicción a los medios de comunicación, uno de cuyos
síntomas es seguir viendo los noticieros con frecuencia, provoca inseguridad en
varias personas.
Es
muy difícil salirse de las viejas costumbres que se han adquirido a través de
los años, por sentirse muy cómodos en tradiciones que vienen de familia o de
modas adquiridas y resulta difícil eliminarlas, sobre todo cuando tenemos
inercias creadas de la televisión, de acudir al refrigerador o cualquier otro
satisfactor que nos proporciona placer y le encontramos verdadero gusto.
Primero debemos soltar la imagen de sí mismo, lo que entraña en forma radical
crearse valores nuevos y modificar el concepto de quién es uno y cambiar las
asociaciones que hacemos con modos
alternativos de vida.
El
inicio de practicar algún deporte cuando se inicia por la mañana con levantarse
temprano para aprovechar un nuevo horario con la idea de iniciar una caminata de media hora o una
hora, cuyos beneficios no se van a
apreciar de inmediato, sino que la respuesta de los beneficios se empezarán a
ver varias semanas después. Por el tiempo que transcurre, empiezan a surgir
algunos obstáculos, como pueden ser: cansancio, falta de sueño, el desánimo que
surge en los amigos porque ellos no se deciden a esa práctica útil, algún
resfriado por falta de costumbre y
tantas otros inconvenientes que hacen que la persona desista y termine por
volver a tirarse sobre el sofá. Suena difícil y lo es, pero afortunadamente
miles de personas logran más disfrutar de una práctica diaria de realizar un
ejercicio saludable, que el placer fácil de llevar la vida como mejor le
acomoda.
Tú
decides desde luego lo que sea de tu preferencia porque lo que se aplica a la
práctica de un ejercicio, puede ser ajustable a cualquier otro mal hábito que
después de iniciar un nuevo programa para eliminarlo, se desecha y se regresa
por comodidad a la práctica de viejos hábitos en perjuicio de ti mismo.