lunes, 9 de mayo de 2016

SEMBLANZA DE MATÍAS ROMERO.

Matías Romero.- 1837-1898.
Matías Romero Avendaño nació en Oaxaca el 24 de febrero de 1837 y sus primeros estudios los realizó en el Instituto de Ciencias y Artes del Estado para iniciar sus estudios de abogado. Su profesor en ese Instituto fue Benito Juárez, y estableció una relación que duró toda la vida. Después Matías decidió continuar sus estudios en la Ciudad de México en 1855 no volviendo a radicar en su natal Oaxaca. Habiendo decidido su vocación diplomática y además de continuar su formación en Derecho y sus estudios de francés, inició el estudio del inglés con el deseo de continuar en Londres.

Para lograr su objetivo recurrió a su antiguo profesor Benito Juárez quien lo inició como meritorio y más tarde ser empleado suplente en la Secretaría de Relaciones Exteriores. En 1857 y a los 20 años de edad, consiguió el permiso para ejercer la abogacía habiendo ingresado a la Barra de Abogados.

Cuando Benito Juárez decidió establecer su gobierno en el Puerto de Veracruz, Matías Romero le acompañó en su peregrinar, convencidos de que legalmente le correspondía a Juárez tomar las riendas del país, en su carácter de Presidente de la Suprema Corte de Justicia y Romero permaneció a su lado fungiendo en labores como su Secretario.

En el año 1868 Matías Romero regresó a México al frente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público donde permaneció hasta 1872. Después regresó a Washington a la convención para el arreglo de las reclamaciones presentada por ciudadanos mexicanos, así como por norteamericanos. Habiendo destacado como diplomático, en septiembre de 1863 presentó su documentación oficial a Abraham Lincoln como Enviado Extraordinario y Ministro Plenipotenciario de México. Matías Romero fue el primer Embajador de México nombrado en el vecino país del norte y desde ese puesto contribuyó al triunfo de la causa liberal, publicando ensayos y editoriales, distribuyendo informes, folletos y estadísticas sobre México en Estados Unidos.

Matías Romero regresó a México para hacerse cargo de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, cargo que ocupó en cuatro ocasiones en fechas diferentes, y en su última gestión designó como Oficial Mayor a José Yves Limantour.

Fue colaborador del Presidente Juárez y se negó varias ocasiones para secundar el apoyo al General Porfirio Díaz. Muerto Benito Juárez, Matías Romero se sintió en libertad de colaborar con el nuevo gobierno, no sin esperar la sanción electoral en favor del General Díaz.

El 30 de diciembre de 1898, lejos de su patria a la que dedicó sus mejores esfuerzos, Matías Romero falleció poco después de la muerte de su esposa. Con ese motivo destacados hombres de la política norteamericana incluyendo al Presidente William Mc Kinley, asistieron a sus honras fúnebres en Estados Unidos.

Siempre gozó en ese país del norte de un merecido prestigio y supo atraerse el afecto de las personas con las que trató. Sus restos fueron traídos a la Ciudad de México, llegando el l6 de enero de 1899 donde se le rindieron  los más altos honores militares. Su cuerpo fue trasladado al Congreso donde Ignacio Mariscal pronunció una oración fúnebre y el poeta Juan de Dios Peza declamó una poesía en su honor.



NOTA: En opinión de Cosío Villegas, “El público se da cuenta en ese momento de que México pierde en realidad a uno de sus más devotos servidores: inteligente, laborioso, honrado, poco afecto a mezclarse en los enredos políticos, ha preferido servir a su país en el extranjero”.



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