jueves, 21 de abril de 2016

LOS FERROCARRILES EN MÉXICO.

Porfirio Díaz y Carmelita de viaje.
Me agrada hablar de los ferrocarriles porque yo provengo de una familia de ferrocarrileros: mi padre y mis tres hermanos mayores trabajaron para esa empresa; claro en una fecha muy posterior. Desde muy pequeño ya escuchaba hablar de diversas incidencias del Ferrocarril Mexicano que en esas fechas hacía el recorrido de la ciudad de México al Puerto de Veracruz como ruta frecuente tanto de trenes de pasajeros como de carga en diferentes horarios de recorridos.

Esa situación me hizo escuchar diversas pláticas de personas mayores que vivieron los tiempos de la revolución en nuestro país y un poco antes cuando sus antepasados habían presenciado los tiempos de paz lograda por Don Porfirio.

Lo más importante de esa época fue el papel que habían desempeñado los ferrocarriles durante la conservación de la paz en México ya que cuando Don Porfirio se posesionó de la presidencia en 188 fue necesario que aplicara la máxima dureza para poder lograr esa tranquilidad que había sido añorada por el pueblo mexicano después de una larga lucha aún contra ejércitos de Estados Unidos y Francia en diferentes fechas, a quienes combatió en diferentes lugares.

Durante el tiempo de su mandato, informó en algún momento que se habían construido más de diecinueve mil millas de vía férrea y con ese motivo también sirvió para instaurar el servicio de correos en nuestro país, eliminando con ello el uso de las diligencias que transportaban las valijas postales y con frecuencia eran asaltadas entre el trayecto de la ciudad de México y Puebla por vulgares salteadores de caminos.

Con el servicio de los ferrocarriles se pudo conseguir un trayecto seguro, más rápido en la entrega de correspondencia y paquetería en todo el país, con la instalación de mil doscientas oficinas de correos en todo el país. Así mismo durante su mandato entró en vigor el servicio de telégrafos que en aquellas fechas no existía. Durante su mandato también se estableció la red telegráfica con más de cuarenta y cinco mil millas de acuerdo a información de que se dispone a esas fechas.

Por esas mismas circunstancias fue necesario endurecer las penas para castigar los asaltos a los trenes, imponiendo penas fuertes de una manera severa, como fue el caso de la pena de muerte, de que al ser sorprendidos in fraganti serían castigados de inmediato. El mismo Presidente Díaz reconoció que fueron castigos muy severos y en ocasiones se actuaba con mucha crueldad, pero esas sanciones fueron necesarias en aquellos tiempos para la poder conseguir el progreso de la nación.

No cabe duda que las medidas correctivas fueron muy duras de imponer  en esas fechas, pero fue la única forma que se implantó un correctivo para conseguir la paz que vivió nuestro país durante muchos años. Conocí mucha gente en mi juventud y me platicaba que añoraba los tiempos de Don Porfirio porque se vivía con mayor tranquilidad en su tiempo, que en mi época de juventud cuando yo escuchaba sus pláticas.

Yo no sé si verdaderamente fueron mejores esos tiempos de disciplina en esas fechas; que los que vivimos en la actualidad, donde los medios publicitarios nos inundan de “nota roja” y nos dan a conocer diariamente todos los desastres que ocurren y las estadísticas de gente que vive muy temerosa en diferentes lugares de nuestro país.


NOTA: Con mucho respeto a mis familiares que hago mención y ya no viven en este momento.



No hay comentarios:

Publicar un comentario