martes, 3 de septiembre de 2013

TU ELIGES LO QUE QUIERES SER HOY.


En todo lo que tengo de camino recorrido hasta hoy, he conocido mucha gente apegada a su pasado, sus costumbres, sus padres, sus familiares y su niñez y por lo mismo con muchas dudas en su pensamiento, debido a que no han soltado plenamente su pasado y por lo mismo no han podido ajustarse a su vida presente que es la que deben disfrutar y a la que deben de tener actualizada en sus actuaciones; siendo ya personas en edad de madurez y otros casos que se encuentran en adultos mayores, lo que me hace pensar que no importa la edad cumplida y continúan viviendo de diversos recuerdos de su pasado que nunca han querido soltar y tal vez les ha durado toda la vida.

Si yo te hiciera estas dos preguntas: ¿Quién eres? ¿Cómo te describes a ti mismo? Es muy posible que en ambas preguntas te encuentres varias trabas que retrasen tu respuesta, porque para hacerlo en forma rápida, es probable que trates de echar mano de tu pasado ya vivido, al que sin darte cuenta, te encuentres ligado y tal vez te cueste trabajo desprenderte de él para elegir la persona que quieres ser hoy. Por lo mismo, al tratar de darte una respuesta para ti, recurras a una remembranza de tu vida para contestarte la segunda pregunta en la forma que te has conducido siempre y al expresarlo te das cuenta que tu comportamiento no ha variado.

Conozco varias personas a quienes he tratado mucho y con frecuencia al disponer de alguna profesión y estar comentando alguna disciplina o simplemente dando una opinión de su forma de ser dicen: soy muy nervioso, soy persona que me preocupo mucho de todo, soy malo para las matemáticas, soy olvidadizo, soy torpe para los deportes, yo siempre he sido así, ya soy viejo y no cambiaré. Estos síntomas, dan a entender que las personas no han hecho ningún esfuerzo para disponer de un crecimiento que les distinga como persona y han puesto diversas trabas que les impide soltar sus actitudes por estar encadenados a su pasado histórico, que no les ha permitido crecer como personas.

Se considera que sus autodefiniciones no son negativas de origen, pero le pueden perjudicar a la persona al etiquetarse esos calificativos que le pueden representar un impedimento para el desarrollo de su personalidad. Le resultará muy cómodo utilizar esa etiqueta como excusa para seguir con el mismo comportamiento.

Es muy posible que tú también hayas escuchado en otras personas, expresiones como: Es mi carácter, Así soy yo, Siempre lo he hecho así, No puedo evitarlo, estas expresiones les sirve a las gentes para dar una explicación por las que nunca serán diferentes y no cambiarán su manera de ser, ni tampoco considerarán alguna posibilidad de cambiar sus hábitos. Pero si este pudiera ser tu caso, cualquier momento es bueno para empezar a soltar las ataduras de tu pasado y decidas eliminar todas aquellas expresiones para seguir siendo quien siempre has sido.

Mientras tú consideres que algunas de las expresiones yo soy”, no te dañen como persona en tu trato y te sientes satisfecho con ellas, déjalas que permanezcan en ti; pero cuando empieces a notar que empiezan a dañarte y entorpecen tu vida, es el momento adecuado para iniciar algunos cambios en tu persona. Es posible que algunas etiquetas te las hayan colocado otras gentes o bien te las asignaron tus padres desde que eras niño y las has llevado contigo desde esa época y muchas veces hacen que las  cosas resulten incómodas o difíciles para ti.

Estos casos del entorno donde uno se desarrolla se originan en la clasificación en que nos consideran otras personas. Citando por caso:
a).-Andrés cursó sus estudios de primaria en una escuela pública y siempre tenía dificultad con la enseñanza de aritmética debido a que no entendía bien la explicación que daba su profesor y con frecuencia le decía:

No tienes facilidad para los números”, “eres malo en las matemáticas”  

En este esquema siempre se le dificultaron las operaciones aritméticas y por lo mismo Andrés no se preocupó nunca por aclarar sus dudas por la comodidad del rechazo que sentía por los números y sigue actuando de forma negativa al respecto, evitando las ocasiones de practicar las matemáticas y cuando sea mayor y le pregunten:

¿Por qué no estudiaste para actuario?, responderá “Oh, no sirvo para eso, siempre he sido así” “No me llevo bien con los números”

Estos razonamientos siempre se repiten como respuesta en toda la vida de Andrés, y nunca se objetan, solamente se aceptan como una condición normal.

Lo mismo que ocurrió con el “profesor de matemáticas”, puede ocurrir con los padres, los abuelos, los amigos de esa época, todos ellos coinciden hasta que convencieron a Andrés que siempre has sido así. En el caso que les indiquen si está dispuesto a cambiar, podrá decir que siempre ha sido así y los intentos que haga para mejorar su persona,  siempre fracasarán porque ya ha demostrado que no puede hacerlo de otra manera porque toda su vida ha sido así.

Este caso de Andrés es patético, pero cuántas gentes van por la vida cargando sus actitudes negativas mostradas en la infancia y nunca han podido eliminarlas de su persona, a pesar de los rechazos de que ha sido objeto en su vida personal,  pero prefiere continuar así y nunca hará nada para actualizar sus conocimientos y mejorar su imagen como persona.

 

 

 

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