martes, 15 de enero de 2013

INICIA TUS RITUALES DE AYUDA.

INICIAR TUS RITUALES.

Qué mejor oportunidad de iniciar tus rituales de ayuda para beneficio propio que te serán de gran utilidad si en este nuevo año deseas hacer cosas útiles, en beneficio propio y que sean un reflejo de paz y bondad en tu vida, como es el caso de alcanzar la buena salud ayudándote a establecer rutinas y casi sin sentirlas, mediante hábitos que puedes adquirir y poner en marcha, aliviar males crónicos que nos causamos nosotros mismos, por no aprovechar los  conocimientos que son del dominio público,

Yo utilizo algunos hábitos que me han dado resultado a lo largo de mi vida y resultan actividades cotidianas que pueden ayudarte a establecer casi sin sentir, hábitos de salud y bienestar.

Ejercicio frecuente: Practicar un ejercicio regular ayuda siempre a eliminar alguna de las tensiones y frustraciones de la existencia. Aprovecha todos los espacios que tengas para caminar y de preferencia dar pequeños paseos en espacios libres, subir escaleras en edificios cerrados eliminando el uso de elevadores, tomando pequeños descansos, haciendo uso de caminadoras y aparatos de gimnasio si tenemos oportunidad de usarlos. Existen muchas formas de moverse más, no hay que ser muy creativos para descubrirlo; debes hacer lo que sea, pero muévete más a partir de este instante, y habrás dado el primer paso que es importante para combatir el sedentarismo de tu cuerpo.

Debes hacerte el propósito de destinar por lo menos veinte minutos, tres veces por semana a la práctica de un ejercicio vigoroso como trotar, nadar o jugar tenis, para elevar al máximo tu ritmo cardíaco y sobre todo conseguir mejorar las funciones circulatorias, logrando mayor agilidad en tus movimientos. Es importante si tienes oportunidad, de contar con la vigilancia de tu médico antes de iniciar cualquier actividad y serie de ejercicios para una mayor tranquilidad en tu estado de ánimo.

Respirar: Cada día inhalamos y exhalamos unas 20.000 veces aproximadamente. En este proceso participan todos los órganos del sistema respiratorio: la nariz, la garganta, la laringe, la tráquea y los pulmones. Los pulmones parecen árboles que estuvieran boca abajo, tienen ramas que se comunican entre sí y proporcionan oxígeno a la sangre y eliminan el dióxido de carbono. Si el aire que respiramos se encuentra contaminado, las impurezas son expulsadas. Los pulmones son vulnerables al aire libre.

La sobreexposición a los gases del medio ambiente como es el humo de cigarro y la contaminación del aire disminuyen la capacidad pulmonar. Fumar afecta los pulmones y la salud respiratoria al producir inflamación, acelerando el estrés de células respiratorias, aumentando el riesgo de cualquier enfermedad del pulmón.

Puedes activar las zonas improductivas haciendo diariamente algún ejercicio corporal vigoroso, lo cual promueve una mejor oxigenación. Al caminar procurando hacer respiraciones profundas, inhalando intensamente, mientras avanzas unas cinco o seis zancadas, para luego expulsar el mismo volumen de aire durante los siguientes cinco o seis pasos, procurando siempre exhalar el aire viciado y llenando los pulmones con oxígeno fresco.

Primer alimento: Es común que mucha gente hace el desayuno habitual que consiste en una o dos tazas de café y pan tostado y en algunos casos avena o cereal. Esta costumbre puede ser por falta de tiempo o toma poco alimento, en un esfuerzo para mantenerse delgada(o) y lo más probable es que no lo consiga. Conozco varios casos que lo acostumbran así, pero casi siempre tienen tendencia a engordar, porque en el afán de tomar alguna colación a media mañana, se ven obligadas(o) a consumir bocadillos chatarra para entretener al estómago y reponer energías.

En opinión de quienes saben de esta situación, recomiendan que la primer comida del día debe ser fuerte y consistente en huevo, leche y cereales que se absorben con menor rapidez que los alimentos dulces y por lo mismo ayudan a mantener un nivel adecuado de energía durante la mañana. Hasta se conoce un adagio que dice: “desayúnate como rey, almuerza como príncipe y cena como mendigo”.

Medita con frecuencia: Aprende a meditar y hazlo en forma constante como parte de tu vida diaria. Esta rutina en la creación de tu esquema mental, te permite entrar tranquilamente en tu interior para conseguir paz y tranquilidad en tu vida, descubriendo la inteligencia superior. Aprender a meditar como todo aprendizaje, se inicia con una creencia, un pensamiento simple que tú debes iniciar. El reconocimiento de practicar la meditación de la que quizá no tengas algún conocimiento, posee un valor esencial y la decisión de abordarla con espíritu abierto.

Te enseña a ser tranquilo, a eliminar la tensión, a recibir las respuestas que estás buscando y te producen confusión, a adoptar un ritmo de actividad más lento y, en última instancia a formar con ella un modo de vida. Existen muchas escuelas de meditación, libros, guías y sistemas que pueden enseñarte esta disciplina, pero debes iniciarte y descubrir por ti mismo la mejor forma que consigas tu propósito.

Estos rituales que yo utilizo, te pueden servir en algún momento y lo importante es que formes tu propio estilo de vida, pensando siempre en forma positiva para ayudar al prójimo y ayudarte a ti mismo, manejando  hábitos para la conservación y mejora de tu salud.

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