miércoles, 7 de noviembre de 2012

LA MEJOR EPOCA QUE VIVIMOS.


Las predicciones para el siglo XXI siempre fueron funestas, según se decía con frecuencia que el mundo avanzaba a pasos agigantados hacia el desastre según opinaban los catastrofistas que vestían todos los colores políticos. Los partidos de derecha y de izquierda señalaron inevitable decadencia moral por los trastornos del sida y la drogadicción que alcanzaría su esplendor durante el presente siglo, por la forma en que se veía la pérdida de valores.

Tal vez se exageró un poco en ello, ya que fue suficiente observar que el siglo XX ha sido el mejor de la historia por todos los avances obtenidos después de la segunda guerra mundial donde se dieron a conocer varios inventos científicos y tecnológicos,  y en derechos civiles que protegieron a la mujer. En varios países occidentales la condición legal de la mujer siempre fue muy desigual a la del hombre.

Hoy en día todas las naciones europeas y lo mismo ocurre en países de América como son Canadá, Estados Unidos y gran parte de países latino americanos, la mujer es considerada con los mismos derechos del hombre. Los países donde las mujeres no pueden votar o son consideradas por la ley (como muchos islámicos) son considerados con mucha reserva por el resto del mundo.

Todavía en Estados Unidos en los años cincuenta, había mucha discriminación al encontrar letreros que decían “No se admiten negros ni irlandeses” en diferentes hoteles y en líneas de servicio urbano los negros por costumbre se iban  hasta atrás para evitar revoltura con los blancos, descortesías impensables hoy en día.

El mismo siglo XX fue testigo de diversos excesos cometidos contra la dignidad humana cometidos por diversos dictadores como lo fueron: Hitler, Castro, Stalin y otros en menor escala, así como otros factores que intervinieron como podas que mermaron la población mundial como el caso de: guerras, hambre, esclavitud, pestes y otras calamidades que fueron causa de altas tasas de mortalidad y que a aun con mucha angustia, fue una época que supero en mucho los avances a épocas anteriores por la gran aportación de beneficios que dejó al género humano.

El Siglo XXI no se ha quedado atrás en tragedias, en los pocos años transcurridos ya se observa: el narcotráfico, la drogadicción, el terrorismo en el mundo y sobre todo el ataque de la humanidad que se está haciendo contra la naturaleza, donde ya se observan cambios climáticos cuyos resultados se han dejado sentir en diferentes lugares de la tierra.

Existe mucha inconformidad de los jóvenes en América Latina y el desempleo se ha dejado sentir; la pérdida de valores en países occidentales, observando mucho la pandemia de estrés, la ansiedad, la depresión, incrementándose las enfermedades cardiovasculares que han originado bajas considerables en los censos de población. Diferentes clases de enfermedades tan graves como el cáncer, sin dejar de mencionar el sida considerada una enfermedad infecciosa que ha causado grandes daños a la humanidad.

Y a pesar de todo ello no podemos considerar que el mundo va de mal,  cierto es que se han detectado muchas calamidades, pero no descartemos que estamos viviendo una era de paz  y tranquilidad, que a pesar de lo que se escucha y se dice en los medios publicitarios, podemos gozar de  bienestar y auguramos que vienen épocas de bonanza.

Si consideramos que la semana pasada, con la aparición en México del “iPhone 5”  el Smartphone de Apple, en las primeras horas del mismo día  jueves que salió a la venta en el mercado, ya se había agotado el producto en las principales distribuidoras y tiendas departamentales. Además, hemos visto los espectáculos de artistas extranjeros que han venido a México para hacer sus presentaciones en el auditorio o en el estadio azteca, en las primeras horas de venta, se agotó el boletaje a precios elevados en dólares y en pesos con varios ceros.

Estos factores no habían surgido en el pasado y es muy posible que en poco tiempo empecemos a observar signos de mejora en otros renglones y no solamente el renglón económico, sino en salud, en el ámbito social y aun en la alternancia política.

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