miércoles, 26 de septiembre de 2012

LA SINCRONIA EN NUESTRA VIDA.

No te ha ocurrido que en alguna ocasión estás pensando por alguna causa en alguna persona a quien ya tenía tiempo que no veías y al sonar el teléfono ¿es la misma persona en la que estabas pensando? Otras veces, ocurre que viene a tu mente el recuerdo de un amigo a quien estimas mucho y caminando por la calle, ¿lo encuentras que cruza tu camino? Yo creo que nos ha sucedido a todos con frecuencia y creemos que puede deberse a un milagro y son acontecimientos que nos resulta muy difícil de encontrarle una explicación lógica, porque nos sorprende la misteriosa perfección en que suceden.

Cuando no tenemos idea de la forma en que ocurren estas maravillas, les llamamos que son casualidades que nos pasan y poco caso podemos hacer que son situaciones que coinciden cuando nuestro universo puede estar funcionando perfectamente. Parece mucho más sencillo creer que se producen sincronías inmotivadas e inexplicables.

El primero que utilizó este término, fue el psicólogo Carl Jung quien realizó una serie de estudios para desenmarañar los misterios entrecruzados e incomprensibles. La realidad es que se refiere a “la existencia simultánea de dos acontecimientos relacionados de manera significativa.

Si yo preguntara a varias personas, entre ellas a ti cuando has estado pensando en alguna persona,  ¿Ha ocurrido que en poco tiempo, recibas una llamada o tengas alguna noticia de ella? Puedo asegurar que podría acertar que así ha ocurrido. La sincronía ha ocurrido en algún momento, entre la coincidencia de conocimientos y pensamientos sucedidos como una experiencia humana.

Es muy posible que a todos nos han sucedidos esos acontecimientos que a veces nos resulta muy difícil dar una explicación de la forma en que llegaron a pasar esos casos que nos han sorprendido y la verdad es que cuanto más nos dejamos llevar por la energía de nuestro sistema en el universo, más podemos encontrar estos sucesos.

Muchos de los episodios ocurridos en nuestra vida, se encuentran rodeados de misterio. ¿Cómo podemos dar una explicación razonada de estos acontecimientos cuando los hemos vivido?

Nuestra manera de vida estriba en que para creer en una cosa, tenemos que verla y de ser posible palparla para apreciar de lo que se trata y la podamos describir con facilidad de acuerdo a lo que apreciamos objetivamente, de ese  antecedente surge la expresión “Si no lo veo no lo creo” en lo que se refiere a la forma. Existen otros conectores algo difíciles de creer porque transmiten su energía en forma más oculta, como es el caso de los interruptores de luz que al conectarlos el fluido eléctrico continúa por el cable hasta llegar a su destino como puede ser un foco o un aparato eléctrico; y en ese caso no necesitamos ver como pasa la energía por estar la conexión oculta. Solo debemos creer que la instalación se encuentra oculta para aceptar su existencia. Esta conexión suele ocurrir al accionar un control de TV. en donde a distancia se cambian los canales y no existe la posibilidad de localizar la conexión.

Existen otros casos de conexiones invisibles, con más dificultad para creerse como puede ser el caso de los presentimientos entre dos personas cuando pronostican un acto malo o bueno que le puede acontecer a un familiar o amigo y en realidad así ocurre. Es indudable que exista una conexión invisible entre los pensamientos de una persona y el comportamiento de otra, que desafía todo intento de descripción y que como acostumbramos decir… que por telepatía presintió lo acontecido.

 Toma en cuenta que el pensamiento es algo que utilizamos continuamente en donde la conexión opera entre nuestra inteligencia divina y el infinito o universo. Esto quiere decir que la sincronía no es solamente una especulación, sino que siempre está presente y en funcionamiento en nuestras vidas y podemos creer en ello o no ya que no vemos nada, pero que coincide con el tiempo y se comprueba con los hechos o fenómenos.

lunes, 24 de septiembre de 2012

LA SOLEDAD QUE VIVIMOS.


LA SOLEDAD QUE VIVIMOS.
La vida actual nos ha impuesto muchas modalidades, tal vez por el crecimiento de población, las nuevas técnicas, el avance de la ciencia en el campo de la investigación, en el área de las comunicaciones, todo ello ha contribuido a que en las grandes ciudades se viva más aprisa y por lo mismo cada quien subsiste para atender sus problemas, y por lo mismo se observa que la gente vive cada vez más separada de sus semejantes originando una serie de rutinas que le va aislando de ellos entre sí, y sin cerciorarse bien de su vida, aprende a permanecer con frecuente soledad.

 La soledad puede considerarse como un semillero del que surgen muchos malestares que afectan en forma directa la espiritualidad del hombre actual, al grado de poder considerarse como una enfermedad humana debido principalmente a los graves problemas que origina, al grado de que diversos pacientes han llegado a buscar ayuda médica, cuando han llegado al grado de convertirse en suicidas frustrados, cuando pusieron al descubierto que la soledad había sido la causa que les motivó verse orillados a privarse de la vida.

Reconocido el caso de los alcohólicos anónimos, agrupados en organizaciones civiles, varios de ellos han reconocido que la soledad es la que les obligó a iniciarse en la bebida, hasta encontrar en ella un aliado eficaz para poder huir de la realidad.

En otros niveles de población se ha llegado a determinar que la soledad no considera edades ni condiciones sociales de población, se encuentra desde pequeñas edades como son los niños, cuyos  padres no les prestan la debida atención y les hacen vivir en una marcada soledad que les afecta en su estado de ánimo por sentirse incomprendidos al estar separados de ellos.

En los matrimonios actuales en donde ya casados o viviendo en pareja, se sienten extraños el uno al otro, aun cuando se considera que viven en la mayor intimidad y aun en estas condiciones, se dan diversos casos en que no llegan a conocerse y su circunstancia les hace vivir en forma distante, en perjuicio de sus relaciones que cada vez se ven más deterioradas.

Tal vez los dramas más fuertes de soledad, se localizan en los ancianos que al llegar al ocaso de sus vidas, a menudo les hacen sentir, o ellos mismos se sienten inútiles e indeseados y en esas condiciones consideran que son una verdadera carga para sus familiares cuando los marginan y aun en hogares con familias numerosas, viven en forma aislada por el trato que reciben, al sentirse que son una carga improductiva.

Mucha gente se preocupa por permanecer en grupos organizados como son los clubes, donde forman parte de equipos deportivos, participando en diversas competencias; o bien, acuden por sistema a funciones en teatros, salas de conciertos, visitas guiadas a museos, participan en fiestas con diversas celebraciones, o se inscriben en viajes, en seminarios o convenciones para asistir a numerosas poblaciones. Y finalmente nada consiguen con ello, siguen sintiéndose en medio de una soledad constante.

Quienes se encuentran ante este dilema, deben reconocer primero que se encuentran en un estado de soledad, y admitir que es un malestar que está minando su dicha y privándoles de cuanto tiene la vida de brillante y hermosa y que continuar en ese estado, puede llegar el momento de afectarle su salud con una grave enfermedad.

Debemos tomar en cuenta que hay momentos en la vida que necesitamos de ciertos períodos de aislamiento, ya sea por algún tratamiento especial, por fortalecimiento de nuestro vigor físico y espiritual, o como un retiro temporal que puede prolongarse a las necesidades; o bien, al gusto de la persona que lo lleva a cabo. Hay casos de personas que sienten la necesidad de pasar a solas algún momento de su vida que puede prolongarse por mucho tiempo, pero que para ello han aprendido a hacer fructífera su voluntaria soledad.

En estas condiciones, es importante la diferencia que existe entre soledad y aislamiento, porque hay mucha diferencia entre estas dos actitudes. El aislamiento es capaz de producir la soledad y con frecuencia así lo hace, aunque no siempre ocurre así; cuando esa reclusión es prolongada, puede sostener una constante comunicación con los medios electrónicos actuales a diferentes lugares o países, a cuyos interesados les brinda respuestas de ayuda y aliento en mejora de sus vidas.

En todos los casos de soledad, debe encontrarse la mejor respuesta para encontrar el gozo contagioso para fortalecer el alma, en ese sentido sí podemos influir con alegría, para encontrar el lado amable que perdure en gozar los momentos que nos producen felicidad y dicha eterna.

miércoles, 19 de septiembre de 2012

ADICCIÓN AL TRABAJO.



¿Adicción Plena?
Pueden existir controversias entre "persona trabajadora" y "persona adicta al trabajo", dado que la primera se refiere a realizar una actividad determinada, cumpliendo todos los requisitos, cánones y reglamentos para actuar debidamente una jornada determinada y dentro de los plazos fijados en horarios y fechas; y, la segunda se trata de la necesidad obsesiva de estar siempre ocupada, comprometiéndose a disponer de una vida plena y equilibrada.

Entre las personas que son adictas al trabajo, no solo incluye a empleados que están incluidos en una nómina de sueldo, sino también a personas que están fuera de ella. Es el caso de personas que durante el tiempo de gozar sus vacaciones, encontrándose de viaje en lugares distantes, están constantemente conectados a sus oficinas por teléfono o por algún sistema electrónico para conocer si se han acatado sus indicaciones y dando nuevas instrucciones de operación, anulando completamente la atención que deben dar a su familia, para disponer de una convivencia placentera en época reservada al descanso.

Otros casos de adictos se refieren a los que nunca disponen de tiempo en su lugar de trabajo para terminar el volumen de actividad que tienen a su cargo y se llevan a casa los asuntos pendientes, dedicando fines de semana o sus momentos libres para dedicarlos a continuar con su trabajo pendiente. Quitando tiempo de atención a sus familiares, rompiendo con ello la armonía doméstica al ser un extraño en casa ante problemas hogareños.

Conocí el caso de un adicto de buen nivel, que diariamente acudía a su centro de trabajo, incluyendo fines de semana y días festivos, permaneciendo en su oficina fuera del horario normal de todo el personal de la empresa. La costumbre de su asistencia diaria, llegaba a que los domingos pasaba gran parte de su tiempo leyendo periódicos y revistas de su interés personal, lo cual demostraba exceso de tiempo que podía dedicar a la atención de sus familiares para quienes también era un extraño.

Algunos psicólogos consideran que la persona adicta al trabajo, no disfruta de la vida, su universo únicamente está referido a "su trabajo" del que siempre habla y se podría decir que lo disfruta si así lo considera, privándose de momentos libres que pueden darle satisfacciones y alegrías
que elimina por atender su adicción permanente.

Hay quienes siendo adictos al trabajo, utilizan técnicas anti-estrés las cuales comparto así como también los complementos alimenticios y aun productos vitamínicos prescritos por médicos, los cuales proporcionan más energía a la persona para continuar trabajando y en ocasiones duplicando esfuerzos. En esta última parte es cuando todo hechizo rompe su encanto, ya debido a que el refuerzo no puede ser duradero si su adicción permanece igual.

 Existen personas dedicadas a atender problemas de su salud, y esperan disponer de sus próximas vacaciones, para atender alguna cirugía médica que le fue prescrita con anterioridad y que aprovechando sus fechas de descanso, programan algún tratamiento pendiente que es necesario para su atención.

 Hablando de cirugías, los hospitales están llenos de adictos al trabajo que cuando se internan es porque han dejado pasar mucho tiempo de sus malestares y no hicieron caso de los avisos que les enviaba su cuerpo, mediante síntomas que nunca atendieron (por falta de tiempo) y que cuando el aviso fue más enérgico, la única solución fue cuando su médico le remitió al hospital para atender una emergencia con algún riesgo mayor de por medio, si no recibía atención inmediata. Es importante mencionar que la adicción causa "disfunción" y si no se atiende oportunamente, puede originar la muerte del adicto como ya ha ocurrido
en muchos casos.

 Se del caso de otra persona adicta, que le pronosticaron una enfermedad terminal y al enterarse de ello, tomó la decisión de dejar de trabajar y empezar a disfrutar la vida por primera vez, al gozar de una posición económica suficiente para hacerlo. ¿Valdrá la pena pagar ese precio?...”Debemos recordar que la vida solo se vive una vez”.

 

lunes, 17 de septiembre de 2012

¡CARGAS DE TENSIÓN!


Cuando hablemos del “universo” nos estaremos refiriendo a nuestro plan de vida que parece imponerse a los planes y proyectos que tengamos en mente y actúa por sí mismo, interfiriendo con nuestra forma de pensar  como quisiéramos que fueran los resultados. Esta situación se observa en la actitud de varias personas que con sus conductas o sus respuestas, intervienen en nuestra vida mediante procedimientos y formas en las que nosotros carecemos de control. A eso se debe que muchas veces ante nuestros resultados previstos, pueden moverse en otra dirección específica y ocurren hechos que desvirtúan la realidad y surge la posibilidad de lo inesperado.

Debemos estar preparados a estas situaciones y solo a las veces que debemos aceptar las cosas como ocurren y es cuando debemos hacer un gesto afirmativo con la cabeza, aceptando otras posibilidades que nos ofrece nuestro “universo” mediante otras maneras de ver el mundo, en forma más tranquiquivale a bloquear una respuesta y rechazar una oportunidad de crecimiento. Decir “no”, promueve una situación de tensión por estar continuamente preocupados y con temores de que las cosas no resulten como las estamos esperando y con desgaste de energías, aumentando la carga que llevamos a cuestas.

Cuantas ocasiones estamos preocupados y no sabemos la causa que originó nuestra angustia, aunque también tenemos diversas cosas pendientes en mente, sin precisar alguna. En esos casos es necesario recurrir a nuestro “yo superior” y confiadamente! con mucha aceptación y con mucha seguridad de que estamos de acuerdo en todo. Lo importante es soltar completamente esas cargas de tensión que nos presionan y después de haber aceptado el resultado, podemos sentirnos  tranquilos por haber abandonado la resistencia y disponemos de una nueva óptica para ver las cosas, disminuyendo la ansiedad que nos movía en todo.

¿Quién no ha tenido en el curso de su vida una decisión importante? con preocupación del resultado y cuando le es favorable, se agradece, es aceptado y se disfruta enormemente. Cuando no es así, ante un resultado adverso y no esperado, entonces la vida cambió. Esto puede ocurrir con la pérdida de un familiar cercano, con la pérdida de un trabajo, en el caso de un divorcio, y tantas otras cosas que suelen suceder ante momentos de temor, miedo y tristeza.

Con frecuencia nos oponemos a todo lo que nos ocurre en la vida, aun pasando largo tiempo después, seguimos rumiando de -aquella vez que estuvimos a punto de conseguir algo y no lo logramos-. Esto también pudo haber sido un trabajo, una amistad, un premio (muchas veces no merecido), una relación sentimental y tantas otras cosas que nos entristecen y por supuesto nos acortan la vida y cada vez que nos acordamos, solo mostramos nuestro desagrado coraje y enojo.

Esto se origina porque al organizar nuestros momentos, dejamos plasmada una imagen de la forma en que queremos que ocurran las cosas, y nunca nos ponemos a pensar que pueden ocurrir de esa manera o de otra, es decir a nuestro favor o en contra. Es necesario ser positivo y pensar bien cuando queremos lograr algún propósito pero debemos tomar en cuenta que por la relación que existe con otras personas o por otros motivos, no siempre nos lleva a conseguir que las cosas sean a nuestro favor.

En los casos de decisiones importantes, surge un miedo de espera que finalmente se traduce en alegría o tristeza y en ambos casos debemos estar preparados a recibir un resultado final, con la misma serenidad y no forzar las cosas con algún compromiso de espera que represente una …

¡CARGA DE TENSIÓN!

 

 

 

 

 

 

jueves, 13 de septiembre de 2012

¿Y SI TODO FUNCIONARA BIEN?


Todo debe funcionar bien.
Estas acciones de respuesta se refieren al fluir de nuestras vidas y las de otras personas, sobre las que no tenemos ningún control ni podemos influir en forma alguna. Cuántas veces hacemos todo lo necesario para ganar un concurso y preparamos a favor nuestro los factores que intervienen en su decisión, pero suele ocurrir un hecho inesperado de último momento y lo cambia todo. Lo peor de esta situación ocurre cuando asumimos el papel de “víctima” y nos dura mucho tiempo la tristeza, lamentando siempre ese resultado que no fue favorable. Estas situaciones de inconformidad producen temores que con el curso del tiempo, crecen y producen miedos de algo que no existe, sobre todo cuando no se está de acuerdo con el resultado, donde un hecho inesperado puede llegar a cambiar nuestro la respuesta.

En estos casos, es cuando se deben ver las cosas con realidad y aceptarlas  como son, con una aceptación completa que demuestre nuestra conformidad como un antídoto a los temores y miedos que nos produce, sea lo que fuere y lo que le suceda a uno en la vida, lo importante es recuperar nuestra paz interior, que dentro del comportamiento humano,  es lo más inteligente  que se puede hacer.

 Debes mostrar una actitud de plena aceptación espiritual que corresponde al “yo superior” quien te indicará que pase lo que pase, siempre será lo más conveniente para ti,  y eso es lo que mejor te puede ocurrir. Sobre todo cuando aceptes el resultado y después podrás darte cuenta de que fue lo mejor para tu beneficio.

Esta idea puede sonar difícil sobre todo cuando piensas en las posibles pérdidas y resentimientos que esto te acarrea, pero ese es el momento indicado para cambiar de actitud y es cuando empezarás a observar un cambio en tu conducta, cuando muestras la aceptación y con ello se terminarán tus temores y miedos que siempre están presentes cuando se sufren pérdidas y decepciones.

No aceptar las cosas, significa estar en contra y este hecho te convierte en “víctima”, y con ello se rechazan las oportunidades de crecimiento y produce un desgaste de energías con la tensión que se produce al no aceptar el resultado. Es necesario recapitular que actualmente ya estamos en un mundo en el que el peligro acecha en cualquier momento y en cualquier lugar, ya sea en un Banco, en un centro comercial aun en la calle, debemos extremar precauciones para no vernos mezclados en una letanía de violencia y en discusiones ajenas a nuestra voluntad, es algo así que se antoja darnos media vuelta y echar a correr en dirección contraria. Pero cuando las cosas ocurren, lo mejor es hacerles frente, ya que no vale la pena escapar; el peligro es y ha sido una realidad de la vida.

Existen muchos casos en los que debe utilizarse el recurso de aceptar las cosas y esperar una respuesta casi inmediata en momentos difíciles; por ejemplo en ciudades grandes, cuando los embotellamientos de autos son frecuentes motivados por causas triviales, y nosotros estamos sentados en el vehículo y muy molestos por no moverse del mismo lugar, lo mejor es aceptar las cosas como se nos presenten, relajar el cuerpo tranquilizarse, si es posible escuchar música, un CD inspirado que se lleve en la cajuelita del auto, o simplemente pensar en cosas positivas o sucesos gratos ocurridos en otro momento.

Si la finalidad es llegar puntual a una cita de trabajo o simplemente el hecho de hacer esperar a otra persona, es una demora que en otra ocasión será conveniente tomarse un poco más de tiempo para estar con puntualidad. Debemos adaptarnos a los momentos actuales que se están viviendo en el mundo y no perder la cabeza por el miedo. No podemos cambiarnos de mundo ni tampoco de lugar, ya que llegaríamos a otro lado igual o peor al que nos enfrentamos hoy. Lo mejor será plantearnos la siguiente pregunta ¿Y si todo funcionara bien?

Debemos aprender que todo debe funcionar bien, solamente así podremos librarnos de varias cargas, llegado el caso en ocasiones, que hasta nos reímos de nuestros apuros y aceptamos la realidad como es.

Todo debe funcionar bien.

 

martes, 11 de septiembre de 2012

UTILIZA TU ACTITUD POSITIVA.-


Con mucha frecuencia encuentro en la calle a mucha gente que se irrita por cualquier incidente por pequeño que sea, sobre todo conduciendo un automóvil y a cualquier hora del día. Tal vez esta ciudad es muy grande y por eso ocurren muchas discusiones que producen  incidentes que se enfrascan en  problemas que terminan en Delegaciones. He escuchado en los medios publicitarios que pasan diversos anuncios, invitando a su  audiencia a proceder con más cordura para que utilicen una actitud positiva para eliminar reclamos y sobre todo pensar en forma diferente para conseguir respuestas conciliatorias y evitar disgustos.

Los médicos saben muy bien los inconvenientes que produce al organismo irritarse con facilidad y muchas veces nos falta un poco ese conocimiento  para mejorar nuestro comportamiento y no ponernos de mal humor  por cualquier motivo. Lo mismo puede ocurrir en la oficina, el supermercado, y hasta en una diversión como el cine o en el teatro, donde no somos atendidos rápido y con esmero. Nuestra mente actúa en forma consciente que es la que sirve par tomar decisiones, y la  mente subconsciente es la que maneja el recuerdo de lo aprendido y actúa en consecuencia los comportamientos asimilados.
La información que recibe la mente consciente pasa directamente a la mente subconsciente y ambas partes se encuentran estrechamente vinculadas. Todo aquello que tú ves, oyes o experimentas, lo percibe la mente consciente y lo va almacenando en la mente subconsciente en forma de recuerdo. Dicho recuerdo se integra de la huella del incidente en sí, más la huella de la sensación o sentimiento que la originó.

Para ilustrar este caso, puedes suponer que sales de viaje y se atrasa tu vuelo que tenías programado para asistir a  una Junta muy importante en Monterrey a las 10Hs a.m. Tu avión está programado a las 6.45 de la mañana  y se demora dos horas. Con este retraso, llegarás a tu reunión una hora tarde. Al ocurrir este incidente, experimentas un sentimiento de culpa y ansiedad que suele acompañarte. Este recuerdo permanecerá en tu subconsciente. Dicho recuerdo influirá sobre reacciones futuras frente a situaciones similares. La próxima vez que hagas un vuelo, actuarás conforme a la pauta que guardas en tu memoria, es decir, sentirás ansiedad a la llegada en tus reuniones, y si la impresión fue particularmente fuerte, te verás obligado a tomar otras precauciones para que tu asistencia sea oportuna.

 El pensamiento positivo consiste en aprovechar la capacidad de sugestión de la mente subconsciente para forzarla a seguir una dirección deseable, por lo general, no razona y tampoco juzga si la información es correcta o no, razonable o absurda, cierta o falsa y solamente está considerada como un almacén que recoge información y cualquier comportamiento se ajusta al material de que dispone y lo maneja como un recuerdo.

Si se pretende incluir sobre tu comportamiento, debes hacerlo sobre la mente subconsciente y eso ocurrirá con pensamientos nuevos y positivos, con los que alimenta concienzuda y repetidamente la mente consciente. La repetición de pensamientos se agruparán en la mente subconsciente. Los pensamientos negativos repetidos influirán en ella negativamente, y los resultados negativos se materializarán en ideas que serán convertidas en comportamientos de esa calidad por la mente subconsciente. Deberás romper ese círculo vicioso, para que puedas reaccionar con mejor conducta y te permita actuar con un pensamiento positivo.

 Puedes suponer otro caso: que tú acostumbras despertar diariamente a las siete de la mañana, y en ese momento tu mente consciente se pone en marcha y comienzas a pensar el complicado día que te espera. En tu programa de trabajo del día, tienes una reunión de impuestos en la mañana con el Director de la empresa (la última vez no pudiste resolver favorablemente ese problema), más tarde deberás enfrentarte a los auditores fiscales en un cierre de acta de auditoría. Nada de esto sucede aún, pero al pensarlo ya te sientes de mal humor. Simplemente cuando una persona se pone de malas no se encuentra en sus mejores condiciones y tú no puedes ser la excepción ya que de pensarlo te pone de mal talante.

Con este mal humor te comportas en el desayuno agresivo con tu familia. Después continúas igual con tus compañeros de trabajo y finalmente los auditores fiscales deciden cerrar la auditoría para la siguiente semana. Esto es lo peor que te puede ocurrir, debes estar de mal temple por más tiempo, hasta que la reunión se haya celebrado. Mientras tanto durante ese tiempo, tu malestar continuará motivado por la misma agonía de espera.

Resumiendo este caso, tú resultarás responsable por malgastar tu energía en esa forma. Porque en realidad no es el trabajo, sino eres tú al iniciar tu día con pensamientos negativos a primera hora, lo que te obligó a tomar una conducta equivocada. No puedes hacer nada para evitar que se produzcan esos acontecimientos. Siempre habrá problemas, las reuniones serán difíciles y es parte de tu trabajo,  pero se puede hacer mucho, cuando se decide tomar las cosas cuando adoptas una mentalidad positiva, te sentirás mejor interiormente y tendrás la mente despejada para resolver cada situación y cualquiera otra que pueda presentarse, influyendo tu sentido positivo y de mejor humor, sobre tu entorno.

Si la mayoría de la gente actuara en forma positiva, mejor ambiente habría en las calles, en el tránsito y se evitarían muchos problemas hasta de consecuencias lamentables, por el hecho de actuar con un temperamento negativo que en nada ayudará a mejorar las actividades  en nuestro acontecer diario.

 

jueves, 6 de septiembre de 2012

DILE ¡SI! A LA VIDA.


¡SI!
Cuando hablemos del “universo” nos estaremos refiriendo a nuestro plan de vida que parece imponerse a los planes y proyectos que tengamos en mente y actúa por sí mismo, interfiriendo con nuestra forma de pensar  como quisiéramos que fueran los resultados. Esta situación se observa en la actitud de varias personas que con sus conductas o sus respuestas, intervienen en nuestra vida mediante procedimientos y formas en las que nosotros carecemos de control. A eso se debe que muchas veces ante nuestros resultados previstos, pueden moverse en otra dirección específica y ocurren hechos que desvirtúan la realidad y surge la posibilidad de lo inesperado.

Debemos estar preparados a estas situaciones y son las veces que debemos aceptar las cosas como ocurren y es cuando debemos hacer un gesto afirmativo, diciendo “si” con la cabeza, aceptando otras posibilidades que nos ofrece nuestro “universo” mediante otras maneras de ver el mundo, en forma más tranquila y sin tantas complicaciones.

Cuando decimos ¡SI! no es solo es la expresión y esperar un resultado, ya que decirlo lleva consigo una decisión producto de una manera de pensar y estar conforme con un resultado que puede ser el mejor. De otra forma y en caso inverso, al no aceptar y decir ¡NO! Equivale a bloquear una respuesta y rechazar una oportunidad de crecimiento. Decir “no”, promueve una situación de tensión por estar continuamente preocupados y con temores de que las cosas no resulten como las estamos esperando y con desgaste de energías, aumentando la carga que llevamos a cuestas.

 Cuantas ocasiones estamos preocupados y no sabemos el motivo, aunque tenemos diversas cosas pendientes en mente, sin precisar alguna. En esos casos es necesario recurrir a nuestro “yo superior” y confiadamente decirle ¡SI! con mucha seguridad de que estamos de acuerdo en todo aceptando su resultado. Lo importante es soltar completamente esas cargas de tensión que nos presionan y después de haber aceptado el resultado, podemos sentirnos más tranquilos porque abandonamos la resistencia y disponemos de una nueva óptica para ver las cosas, disminuyendo la ansiedad que nos movía en todo.

¿Quién no ha tenido en el curso de su vida una decisión importante? que le ha preocupado el resultado y cuando le es favorable, se agradece, es aceptado y se disfruta. Cuando no es así, ante un resultado adverso y no esperado, entonces la vida cambió y es cuando lo importante es aceptar las cosas como son. Esto puede ocurrir: con la pérdida de un familiar cercano, con la pérdida de un trabajo, en el caso de un divorcio, y tantas otras cosas que suelen ocurrir ante momentos de temor, miedo y tristeza.

Con frecuencia nos oponemos a todo lo que nos ocurre en la vida, aun pasando largo tiempo después, seguimos renegando de -aquella vez que estuvimos a punto de conseguir algo y no lo logramos-. Esto pudo haber sido un trabajo, una amistad, un premio (muchas veces no merecido), una relación y tantas otras cosas que nos entristecen y por supuesto nos acortan la vida cada vez que nos acordamos, solo por mostrar nuestro desagrado y enojo.

 Esto se origina porque al organizar nuestra vida, dejamos plasmada una imagen de la forma en que queremos que ocurran las cosas, y nunca nos ponemos a pensar que pueden ocurrir de esa manera o de otra forma, es decir a nuestro favor o en contra. Es necesario ser positivo y pensar bien cuando queremos lograr algún propósito pero debemos tomar en cuenta que por la relación que existe con otras personas o por otros motivos, no siempre nos lleva a conseguir que las cosas sean a nuestro favor.

En los casos de decisiones importantes, surge un miedo de espera que finalmente se traduce en alegría o tristeza y que en ambos casos debemos estar preparados a recibir un resultado final, con la misma serenidad y no forzar las cosas con algún compromiso inoperante.... DILE ¡SI! A LA VIDA.

 

 

miércoles, 5 de septiembre de 2012

DIGNIFICACIÓN DEL ANCIANO.

Dignificar al anciano.
(Como una muestra de respeto a todos los ancianos en su día, y hago mención especial de la “Casa Hogar para ancianos, Asilo Matías Romero” del que me honro en colaborar con su Patronato que lo rige).

Con frecuencia escuchamos declaraciones en diversas capas sociales  referidas al crecimiento de población, sobre el tema de que somos muchos los habitantes de la tierra y como consecuencia a la escases de implementos como: agua, alimentos y otras provisiones necesarias para la alimentación de la creciente población en el mundo. Lo cierto es que se ha desatendido el crecimiento en número de las personas de la tercera edad que no deja de aumentar, en especial en latino América donde se observa el  crecimiento del ocio que incita a los poderes públicos a ir adelantando la edad de jubilación, así como la nueva hornada de jóvenes que año con año buscan empleo, empujando a las personas mayores hacia la puerta de salida para la ocupación de esos lugares de trabajo.

Debemos recordar que con al paso del tiempo, el cuerpo envejece sin control alguno de dominio, porque ha sido programado para cumplir las reglas del condicionamiento colectivo. Si hay algo que es natural e inevitable es el proceso de envejecimiento, pero también es verdad que cuando se inicia este proceso que llamamos tercera edad o vejez, muchas vidas ya están trazadas y las jugadas ya están hechas. En parte las hemos hecho nosotros mismos, y en parte han sido las circunstancias de la vida la que ha otorgado la posibilidad de ser afortunados o  no, así como la falta de previsión para conseguir una buena posición económica y puede que sea demasiado tarde para remediarlo. Aunque muchas personas  encuentran que la situación de que disponen en este momento es casi definitiva, pero todavía pueden reconstruir otro escenario favorable.

Se dispone de tiempo para plantearse nuevas metas y nuevas razones para vivir, mediante el inicio para descubrir o entender, las reglas y conseguir nuevos amigos, nuevos afectos, nuevas ocupaciones, incluso nuevas ideas para realizar nuevos proyectos de vida.

Lo cierto es que actualmente nuestro país dispone de seis millones ochocientos mil ancianos de la tercera edad y en gran parte formado de “ancianos jóvenes”, que se han visto obligados a jubilarse prematuramente, ante el problema de: ¿no saber qué hacer con los días súbitamente vacíos, que ya no están organizados con arreglo a un contrato de trabajo? ¿Cómo vencer la frustración obstinada, por el hecho de sentirse con plenas facultades, pero hasta cierto punto, relegados? Este problema no se había presentado anteriormente en  nuestro país, donde la disminución de energía física se compensaba con una mayor experiencia obtenida durante sus largos años de servicios prestados a esas empresas, a las que ahora ya no los contratan.

 Los gobiernos tanto federales como estatales, han descuidado mucho la situación por la que atraviesan los “ancianos jóvenes” que han sido jubilados en fechas recientes, para facilitar su participación en la vida económica, quienes perciben pensiones raquíticas de Instituciones Oficiales. Así mismo, en diversas empresas estatales no está muy bien garantizado el financiamiento de todas esas pensiones y retiros que disponen de un equilibrio precario que para su liquidación, y se requiere del apoyo de fondos de la población activa, para hacer la liquidación de esos pasivos a cumplir con los adultos mayores en forma oportuna.

 Vamos caminando hacia una sociedad en la que los jóvenes y los adultos, se dirigen ante la magnitud del fenómeno de envejecimiento de nuestras sociedades. Ante este fenómeno social, nuestros gobernantes deben ir tomando medidas precautorias para atender en forma oportuna la política acerca de las jubilaciones, las pensiones y la vejez,  que pueden hacer crisis en los próximos años cercanos y deben tomarse en cuenta como un problema social inevitable de gran magnitud.

 En nuestro país, se tiene una idea diferente de lo que puede ser un  jubilado, puede llegar a ser comparable a lo que está desgastado, una persona que además de estar desempleada no sirve para gran cosa, es el reverso de útil, el negativo del trabajo. La jubilación no puede ser feliz sino solamente cuando se experimenta con una capacidad social comparable con la que se tenía dentro de la vida activa.

 Las empresas en su actividad de producción o de servicios que ofrecen al público, ignoran totalmente al personal mayor de 60 años y se ha observado como una gran conquista obtenida, que las grandes tiendas de autoservicio departamental, aceptan a los ancianos, sin pago de sueldo, en su calidad de “cerillos”, solamente para manejar la envoltura de mercancías, desperdiciando su talento que puede ser utilizado por la experiencia de la que disponen, como instructores en la formación de los  jóvenes; o bien, procurando una mejor adaptación al mercado de trabajo activo, con una modificación a las leyes laborales, impartiendo una educación permanente que faculte al trabajador a un envejecimiento que le permita estar actualizado en labores especializadas, evitando rutinas agotadoras y le permita fortalecer su espíritu en su carácter como persona, enalteciendo su labor, en beneficio de una jubilación digna y progresiva.