En
días pasados me referí en un blog sobre el dramático salvamento que marcó el
final de una tragedia de más de dos semanas que comenzó el 23 de junio cuando
el equipo llamado Jabalíes Salvajes formado por niños tailandeses, quedó
atrapado dentro de una inundada caverna de Tham Luang Non en la frontera con
Myanmar.
Los
doce niños y su entrenador que se encuentran ahora fuera de la cueva gracias al
pequeño futbolista Adul Sam-on de 14 años, fue clave en la comunicación con los
buzos británicos cuando fueron hallados el 2 de julio por su habilidad con los
idiomas (inglés, tailandés, birmano, mandarín y wa)
En
agradecimiento a este rescate a la vida, los niños y sus padres están de
acuerdo en que se conviertan en monjes budistas, por haber vuelto vivos en la
complicada misión de salvamento. Después de haber superado un drama, ahora
serán ordenados como novicios y su entrenador de 25 años como monje, para
cumplir las promesas hechas, al salir a salvo de la caverna inundada.
Las
celebraciones del éxito del rescate se vieron ensombrecidas de tristeza por la
pérdida de un buzo de la Armada tailandesa que sufrió un percance y murió
durante la misión de reabastecimiento para los niños cuando los transportaba a
la cueva.
Se dispone
de información que uno de los doce niños Adul Sam-on de 14 años, forma parte de
la religión cristiana y no formará parte de estos ritos. La ceremonia de
ordenación fue celebrada en un templo en la montaña Chiang Rai, antes de que el
grupo regrese a residir cerca de la frontera con Myanmar
Ese templo
está cerca de las viviendas de los miembros del equipo, lo que facilitará las
visitas que les hagan sus familiares y amigos. Es común que los varones
budistas en Tailandia ingresen al monasterio como novicios en algún momento de
sus vidas para demostrar su gratitud.
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