Esperemos lo mejor para México. |
Nuestro país amaneció el lunes pasado con nuevo
presidente líder y su partido consiguió el triunfo con mayoría en el Congreso y
cinco gubernaturas incluyendo la Ciudad de México, con el mejor resultado de 22
millones de votos conseguidos por un partido político que con disciplina y
tenacidad construyo diversos puentes a lo largo de los años.
Correspondió a Andrés Manuel López Obrador un
conservador en temas sociales y líder social, ganar la presidencia de México. Hombre
de izquierda que cree en el papel del Estado para regular la economía y mejorar
el bienestar de quienes menos tienen.
Con el nuevo presidente llegará una nueva
generación de funcionarios públicos, muchos dejarán sus cargos menores para actuar
como responsables, al frente de direcciones generales y Secretarías de Estado.
Ahora serán gobierno y quienes han sido gobierno ahora ocuparán el cargo de
opositores.
Estamos llamados a un inmediato proceso de
reconciliación y toma de conciencia sobre lo que implica una de las
responsabilidades más grandes para México y no me estoy refiriendo solamente a
las nuevas autoridades, sino a nosotros los “ciudadanos”.
Esas nuevas responsabilidades de elección
popular que han sido elegidos para los nuevos cargos tendrán una duración de
tres a seis años, nuestro cargo que desempeñamos en calidad de “ciudadanos” no tiene fecha de caducidad,
tampoco toma de protesta y la devaluada advertencia de: “si no lo hiciere, que la Nación me lo demande” si fallamos la
Nación encontrará la forma de demandárnoslo.
Son muchas las responsabilidades que tenemos
los ciudadanos y debemos empezar desde la familia en casa con nuestro
comportamiento ante nuestros hijos, familiares y amigos. La actuación que
demostremos en la calle como peatones o conductores de algún vehículo,
mostrando obediencia a las disposiciones dispuestas por autoridades en sus tres
niveles contenidas en reglamentos que debemos cumplir.
Las disposiciones establecidas en nuestros
centros de trabajo, el proceder con nuestros subordinados, compañeros y
personal en general. Así como también observar la conducta que demostremos en
lugares públicos para tener la integración de grupos. Puede ser: obedeciendo
señalamientos y reglamentos, evitando actos de corrupción, cediendo el lugar a
personas mayores, no tirando basura en la calle, no estacionándonos en lugares
para inválidos y tantas otras reglas no escritas que debemos observar para
beneficio nuestro y de otras personas.
No pretendamos que solamente las autoridades
cumplan con sus responsabilidades, sino también nosotros debemos cooperar con
nuestro comportamiento para que las cosas mejoren para todos, estamos formando
un nuevo México y quizá sea necesario sin abandonar nuestros principios, mirar
y pensar las cosas en forma diferente y de una nueva manera.
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