lunes, 1 de mayo de 2017

INVITACIÓN DEL TECNOLÓGICO DE MONTERREY A UNA ENTREVISTA.

Cámara de Gesell.
La semana pasada un grupo de alumnos de del TEC de Monterrey Campus Cd. de México de la carrera de Psicología (donde participó mi nieto Alejandro), nos invitaron a un pequeño grupo de abuelos a participar en una entrevista con el tema enfocado a “Personas de la Tercera Edad”.  El grupo estuvo integrado por: tres abuelas y un abuelo, Sra. Ma. Antonieta Martínez, Sra Ma. Cristina Patiño y Ma. Teresa Aviña y Daniel Ramos; por parte del Tec. un moderador en la sala con los asistentes y otros dos operadores en la Cámara de Gesell.

La reunión se basó en la presentación de cada uno de los participantes, el concepto de la vejez y la versión sobre si hemos tenido algún rechazo con motivo de nuestra edad. Sobre estos conceptos, cada uno de los asistentes emitió su opinión sobre la aceptación o rechazo que hemos tenido anteriormente y en lo que cada uno ha recibido en su trato personal.

Cada uno de los asistentes habló de sus experiencias personales y coincidimos en haber recibido un trato digno tanto familiar como en otros ámbitos donde hemos participado que por nuestra experiencia, ha sido en varios lugares en actividades de servicio y personales dentro de un marco de actividad y respeto.

Yo me siento una persona joven, no me considero presionado para ajustarme a ciertos criterios, puedo hacer lo que creo necesario, sin buscar la aprobación de ningún grupo o persona y la presión de las demás personas se ha vuelto menos importante, sin alguna figura de autoridad que dicte mi comportamiento. Es muy agradable.

La sabiduría es aprender a decir NO a personas, lugares, cosas y experiencias que no nos benefician. También considero la capacidad de examinar nuestras creencias y nuestras relaciones para cerciorarnos de que lo que hacemos o aceptamos es para nuestro mayor beneficio.

Estamos en el proceso de descubrir los pensamientos, sentimientos, actitudes, creencias, intenciones, palabras y actos que nos permitirán siempre disponer de una vida prolongada y sobre todo sana. Siempre recordamos nuestra juventud y esa situación aumenta desconsuelo cuando vemos los cambios que operan en nuestro cuerpo como son las arrugas, el pelo blanco y eso lo consideramos siempre como no apropiado. Sin embargo, solo es un pensamiento y los pensamientos se pueden cambiar.

Considero que esos cambios nos producen miedo, un miedo innecesario. Esos temores nos fueron enseñados y se nos ha programado para sentirlo, es simplemente la manera de pensar habitual y esos pensamientos se pueden cambiar.

No tenemos por qué vivir la vejez como lo hicieron nuestros padres, nosotros podemos crearnos una nueva y poderosa forma de vida. Se pueden cambiar las reglas cuando avanzamos al futuro, aplicando nuestro conocimiento. Tenemos el tiempo, el conocimiento y la sabiduría humana para salir al mundo con mucho amor y poder.

Esperamos que estos comentarios puedan ser útiles para un trabajo escolar que muestra mucho la presencia de los adultos mayores eminentes, que pueden contribuir con su experiencia, vivencias y sabiduría.



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