Año
Nuevo. Volver a empezar. Iniciemos un nuevo viaje de tu vida en espera de ser
escrito. Tal vez te lleve un tiempo es la generosa dádiva del Año Nuevo que
equivale a trescientos sesenta y cinco luminosas mañanas con sus noches
estrelladas, cincuenta y dos esperadas semanas por disfrutar, doce meses llenos
de valiosas oportunidades y cuatro maravillosas estaciones de un año de alegría
y paz.
Desde
que yo era pequeño siempre escuché decir la llegada de la cuesta de enero; o
bien, que para el nuevo año las cosas habían encarecido y ahora según me he
podido dar cuenta, ha crecido mucho el descontento por los nuevos precios de varios
artículos de uso común y se observa mucho el descontento de la gente y a base
de protestas que manifiestan su enojo en varias poblaciones del país. La
historia de cada año se repite.
Hoy
resérvate un espacio de tranquilidad en el que puedas imaginar que las cosas no
pueden estar tan mal, si te dijeran que ¿dentro de un año a partir de este momento
podrías estar llevando la existencia más feliz y satisfactoria que a la fecha
no te has imaginado? ¿Que durante estos días en que todo se ve oscuro, son
oportunidades que se presentan y no debes desaprovechar? ¿Qué cambios tienes
que hacer y por donde tienes que empezar?
La
imaginación es muy amplia y dispone de un mundo de posibilidades que debes
poner en marcha para producir por ti mismo (a) los cambios necesarios para
conseguir esa existencia tan añorada que por ahora da la impresión de ser
solamente un sueño. El camino está abierto y hay que iniciar ese viaje tan
especial que puedes hacer de él una realidad.
Debes
recordar que solo se vive una vez pero
si se hace bien, con una vez es suficiente para conseguir tus propósitos. En
estas fechas suele ser un proceso difícil, porque el origen de esta fuerza
personal ilimitada está inmersa a tanta profundidad entre tantos distractores
entre los aumentos de precios, protestas, tarjetas de crédito, plazos de
entrega que nos resulta difícil acceder a ella en nuestra existencia cotidiana.
Cuando
no podemos acceder a nuestros recursos internos, llegamos a la falsa conclusión
de que la felicidad y la realización personal procede exclusivamente de los
acontecimientos externos que pueden conducir a circunstancias ajenas a nosotros
para reunir las fuerzas suficientes que nos permitan hacer frente a
circunstancias ajenas a nosotros.
Posees
todo lo necesario para alcanzar la auténtica felicidad. La forma de tomar
conciencia de ello es continuar tu viaje
interior que entraña una transformación espiritual.
NOTA: Felicidades a
todos los lectores de este blog y mi deseo sincero de encontrarnos nuevamente
durante el presente año.
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