De
acuerdo al calendario se termina el año 2016 y la vida continúa por lo que esta
temporada nos sirve para hacer una serie de reflexiones de lo que hicimos y de
lo que no. Considero que dentro de esas reflexiones tendrás una idea de lo
hiciste y lo que quedó pendiente para el siguiente año, esto equivale a que te des cuenta o no que estás haciendo
el balance de tus libros personales, el cómputo de las ganancias y las
pérdidas.
Si
el saldo es negativo en lo que se refiere a alcanzar metas, renunciar a
expectativas, tratar de cumplir aspiraciones, amoldarte a situaciones que no puedes cambiar.
La
vida es como un viaje y esperamos que el viaje sea largo que nos suceda como el
legendario héroe griego Odiseo, quien después de interpretar un papel destacado
en la guerra de Troya, pasó diez años vagando de una parte a otra del mundo,
corriendo aventuras, respondiendo a desafíos y aprendiendo lecciones que lo
transformaron profundamente. Hoy en día empleamos la palabra “odisea” para referirnos a un viaje de
transformación largo, a menudo agotador, estimulante y penoso.
La
búsqueda de autenticidad es nuestra odisea personal mientras pasamos por
nuestros recorridos cotidianos en el camino hacia la alegría y el bienestar.
Pide un respiro de todas tus crisis, da las gracias y observa todo lo que pasa,
abre los brazos tanto como puedas para recibir todos los milagros que llevan tu
nombre y no olvides nunca que lo que tienes es lo único que necesitas para
cumplir tus realidades.
Ruega
que tu viaje sea largo y aprovecha las
escalas que hagas durante el mismo, ya que todas las paradas hacen que la
búsqueda sea maravillosa, busca tu propio ritmo y sé fiel a él. Dejarás de ver
las cosas como son y encontrarás la forma de verlas como eres tú.
Te deseo buen viaje para el próximo año.
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