El
día de ayer al llegar a la Casa Hogar Matías Romero en la que formo parte del patronato, estaba
saliendo un grupo de 20 ancianos para asistir a una visita que tenían
programada a la Capilla Sixtina, que
se encuentra ubicada
en la explanada del Monumento a la Revolución. Del grupo de residentes que
acudía a la visita, solamente una persona conocía la Capilla en Roma, por lo
que las demás personas no tenían idea de lo que
iban a encontrar, pero tenían un gran interés en conocerla, para
apreciar aunque sea por unos minutos esta reproducción, cuya obra de arte
corresponde al Estado Vaticano.
Quienes
acudimos a esta visita, nos formaron en una fila preferente para personas de la
tercera edad y nos pasaron a unas instalaciones con una capacidad de 400
personas, que se encontraba rodeada de varias pantallas que las gentes podían
apreciar desde cualquier ubicación, donde pudimos escuchar por conducto de un conductor;
“la narrativa de cómo se originó la idea de elaborar una obra maestra en el año
1502, bajo el Pontificado del Papa Julio II con el escultor Miguel Ángel
Buonarroti, a quien le encargó esa obra, y desistió el encargo al decir que él
era escultor y no pintor.
Finalmente
el Papa Julio II convenció al artista y comenzaron los proyectos en el año
1504, dando inicio a la idea mediante la elaboración de proyecciones a base de
bocetos, trazos y dibujos que el genio fue creando hasta su terminación en el
año 1508 que fue presentando al Papa, dando inicio a la obra que fue terminada
en su primera fase en el año 1512.
La
Obra fue terminada en su totalidad en el año 1537, considerándola como una de
las más grandes joyas artísticas del Renacimiento en la que participaron
también grandes artistas de la época, en apoyo a su creador Miguel Angel.
Después
de este documental, nos pasaron a una gran sala media obscura que era una
reproducción de la Capilla Sixtina fiel a la original en el Vaticano. Al entrar
todo el grupo asistente que fue muy numeroso, empezaron a dirigir reflectores a
los diferentes pasajes de la Capilla, desde la Creación que es el origen de la
vida por Dios, hasta el Infierno con una breve explicación del contenido de las
representaciones y finalmente encendieron las luces completas, para que los
asistentes pudiéramos apreciar la belleza de la obra y la grandeza del genio
que la diseñó y la realizó.
La
reproducción de esta Capilla que tuvimos oportunidad de ver tiene 27 metros de altura, 78 metros de largo y 36 metros
de ancho, y esta reproducción tuvo un costo de 45 millones de pesos. La podrán
apreciar grupos de hasta 500 personas, y disfrutar de un programa explicativo y
pedagógico de luz y sonido cuya duración es de 15 minutos.
Se contó con el trabajo de 280 especialistas en arquitectura,
ingeniería, fotografía, diseño y otros más. Sin duda, hubo un amplio despliegue
tecnológico. En la parte fotográfica se trabajó durante 170 noches para
realizar 2 millones 700 mil fotos de alta resolución. Para su realización se
necesitaron tres mil metros cuadrados de impresión en telas, 500 metros
cuadrados de piso, mil 300 litros de pintura, una tonelada de resina, 5
toneladas de estructuras, entre otros materiales.
Se nos ha indicado que esta instalación de la Capilla Sixtina, va
a ser presentada en las Capitales de todos los estados del país, por lo que me
permito recomendar a los lectores de este blog, no dejen de visitarla para
conocerla y los que tienen la fortuna de haberla visitado en el Vaticano, la
recordarán con mucho agrado.
El espectáculo tuvo una duración de 40 minutos y después de la
presentación, nuestro grupo de ancianos, así como el médico, enfermeras y
conductores, regresamos a la residencia Matías Romero. La verdad, tuve
oportunidad de escuchar opiniones muy valiosas al regreso a nuestras
instalaciones que me dejaron muy complacido de la visita porque reconozco que
nuestros residentes están ávidos de este tipo de espectáculos culturales, que
son parte del alimento que nutre su alma.
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