Zócalo.- Marcha por la ¨Paz. |
La
semana pasada salude a un amigo que está en el cuerpo diplomático y se concentraba a su base en París en una
representación que ya tiene un par de años en ese lugar y considera le falta
otro tanto de tiempo en ese lugar; me platicaba que es suficiente vivir fuera
de nuestro país para darse cuenta lo
bien que se vive acá en México.
Me
decía que nosotros no nos damos cuenta que vivir en nuestro País es porque
somos muy afortunados, acá no nos falta nada y nuestra gente aunque muy
humilde, pero vive muy bien, con mucha libertad y no carecen de nada porque
saben: de fiestas, saben gozar y son más los beneficios que tienen que los
males que padecen. Me decía que tal vez mucha gente no opine lo mismo que él,
porque suponen que estamos en el peor de los mundos y las autoridades no hacen
nada por evitarlo.
Su
idea es que estamos viviendo en un mundo en que el peligro se encuentra en
todos lados como lo ocurrido últimamente en París. Mucho se debe a que nuestros
periódicos y noticieros nos ofrecen diariamente una letanía de hechos de
violencia y tragedias ocurridas en zonas peligrosas que pueden afectarnos en
cualquier edad y en cualquier momento del día.
Nos
sentimos tan inseguros en los lugares que transitamos, que cualquier incidente
ocurrido nos movería a retroceder, darnos la vuelta y echar a correr en
dirección contraria, pero ¿Hacia dónde
correríamos? En esas condiciones no llegaríamos a ningún lado. No vale
la pena intentar escapar del peligro en cualquier lado que estemos.
El
peligro siempre ha existido en todo lugar y es una realidad actual de la vida.
No ha existido en nuestra historia una época tranquila ni tampoco un lugar
seguro para poder vivir en paz y con mucha tranquilidad. Recuerdo que algunas
veces mi padre me decía: “Si puedes hacer
algo al respecto, hazlo. De no ser así, no te preocupes por ello, vive
tranquilo”
Además,
hay que considerar que el total de maleantes deberá ser cuando mucho un 5% de
la población mexicana, lo que hace suponer que por cada hombre malo tenemos
10,000 buenos y por cada político corrupto hay 100 mil mexicanos honestos que
trabajan honradamente para mejorar su vida y la de los suyos.
Es
posible que no estemos en el mejor de los mundos, es cierto, pero, ¿Existirá algún ser humano que se encuentre
viviendo en él? Sabemos que todo está cambiando constantemente. De modo que
en vez de preocuparnos por lo que sucederá en el futuro, nos queda como
alternativa disfrutar de los momentos agradables que tenemos ¡Aquí y Ahora¡
He
dejado de tomarme las cosas tan en serio. He aprendido a dejar a un lado una
serie de cosas que en otra época eran muy importantes para mí. Y a partir de
ese momento vivo mejor cada día más intensamente en el ahora. Debe entenderse
que no defiendo los riesgos excesivos, como es el caso de transitar por la
noche en callejones oscuros o acudir a barrios peligrosos; me refiero a aceptar
los dones que nos ofrece el mundo a diario sin preocuparnos por el trayecto a
recorrer.
Vivimos
en un mundo tan inmenso que solo un acto de abnegación nos puede intentar
detenernos con excesiva fuerza a algo tan perecedero. Tenemos que empezar a
aprender a ver lo bueno que tiene nuestro país y disfrutarlo intensamente. Los
males que padecemos son muchos, es verdad. Pero el trabajo y la honestidad debe
mejorar muchas cosas, que en conjunto superan la indignación que se ha
apoderado de mucha gente que no alcanza a apreciar los beneficios que nos
rodean.
¡Vive intensamente y trata de ser feliz en
todo lo que haces.
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