CATEDRAL METROPOLITANA. |
Yo
recuerdo bien hace varios años que conocí a un joven que había cumplido sus
dieciocho años y ya en su mayoría de edad, dispuso continuar sus estudios en la ciudad de
México, debido principalmente a que en los
diferentes Estados de la república no había Universidades para continuar
haciendo una carrera larga. Ante esa situación decidió emprender una nueva
aventura para dejar su hogar, a sus familiares, sus amigos y su hogar paterno ubicado en tierras
veracruzanas, para trasladarse a la gran ciudad a iniciar un nuevo episodio en
la vida de ese joven
Así
empezó la nueva aventura convertida en un
viaje para ese joven lleno de interés y entusiasmo de haber cubierto el
plan de estudios previos a la escuela profesional; y, ahora buscaba la
oportunidad para continuar estudiando en una escuela profesional. Ante la
problemática de no conocer a nadie, no frecuentar la ciudad de México, y
solamente con algunos ahorros en el bolsillo, una maleta de ropa que fue su
capital inicial para iniciar la nueva hazaña y la idea en mente, de buscar
hospedaje, empleo y escuela para lograr inscripción.
Todos
los obstáculos se le fueron resolviendo a medida que se iniciaba el año escolar
y venciendo las dificultades que se le presentaron y fueron muchas, hasta
encontrar acomodo en los lugares adecuados, como fueron una casa de asistencia
cercana a un centro de trabajo y para concluir el triángulo, cercanos a la
escuela superior en pleno centro de la ciudad, donde podía realizar sus
traslados inmediatos y en horarios continuados para mayor ventaja y comodidades
de traslado.
Para
lograr estos objetivos, fue necesario mejorar su autoestima para obtener
confianza en sí mismo, para conseguir cualidades que decide atribuirse una
persona como ser humano cuando se le presentan varias alternativas que debe
realizar, superando los inconvenientes que se le fueron presentando a este
joven y que trató de ir resolviendo poco a poco, demostrando nuevos comportamientos para
construir y aumentar la confianza en sí mismo que mucho le ayudó en su nueva
ubicación.
Este
cambio en su vida, le permitió estar dispuesto a correr riesgos, poniéndose a
prueba en diversas ocasiones para hacerse valer a sí mismo, demostrando una
aptitud firme, y conseguir el coraje suficiente, sin preocupaciones y con la confianza
de aumentar su fe en sí mismo, hasta conseguir sus propósitos para continuar
con su compromiso.
Así
fueron transcurriendo los años que le permitieron continuar sus estudios
profesionales, con mayor madurez y experiencia en su trabajo y en sus estudios,
logrando aprobar todas sus materias en la escuela superior, demostrando una
mejora en sus conocimientos que le permitieron ir prosperando en su actividad
laboral, hasta finalmente concluir con el plan de estudios vigente que le
permitió obtener una pasantía en su carrera profesional y fue así como en el
curso del año escolar siguiente, tuvo oportunidad de presentar su examen
profesional, con lo que coronó el sueño dorado que muchas veces parecía
imposible, pero que finalmente llegó a feliz término.
Ese
joven provinciano que un día llegó a la capital persiguiendo un sueño, tuvo
oportunidad de desempeñar varios cargos de mucha responsabilidad tanto en
empresas de primer nivel, así como responsabilidades en el gobierno federal a
nivel nacional, que le permitieron vivir el momento presente, originándose en
su interior instantes de placer considerando que todo en la vida es un milagro
que nos produce placer y alegría. Ahora ese viaje de estudios que realiza mi
nieto por Francia, me recuerda mucho la vida de
ese joven que con los años se convirtió en lo que yo soy ahora… Y mientras tanto, el viaje continúa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario