Que
yo recuerde nuestras generaciones anteriores y también las actuales siempre les
he escuchado las cualidades que nos heredan los abuelos a los padres y a la vez
los padres a los hijos como pueden ser las facciones, el carácter, los
sentimientos y tantas otras cualidades, unas buenas otras malas, pero al fin
son consideradas herencias que nos van pasando y a la vez nosotros las
transmitimos a los descendientes.
La
edad me ha hecho razonar y considero que actualmente cuando hemos visto a
nuestros hijos crecer, después a los nietos sus juegos, sus risas y sus gozos
que muchas veces son contagiosos para nosotros los abuelos y no solamente nos
transmiten esa herencia de gozar el momento, sino que además nos dan muchas
lecciones, citando por caso: cuando lloran por algún motivo, y en poco rato se
han olvidado de todo y nos muestran su cariño con una cordial sonrisa.
Creo
que varias de esas cualidades son hereditarias y si ponemos un poco de atención
durante su crecimiento vamos descubriendo varias actitudes que nos transmiten
esos procederes que sin darnos cuenta nos contagian con su energía y nos
brindan diversos atributos que empezamos a introducir dentro de nuestra
conducta diaria y diversas actitudes que incorporamos en nuestro proceder.
Los
niños y los jóvenes ven la vida con mayor “entusiasmo”
que es una exaltación de su ánimo y que les mueve a desarrollar cosas
nuevas y siempre tienen el interés de
realizar un nuevo proyecto, entre otras cosas:
*Disponen
del “gozo de vivir” que corresponde a
ver lo belleza de la vida, el amor a las personas, descubren la facultad que tienen
de sorprenderse de las cosa simples y lo pequeño.
*El
“asombro” es la capacidad que tienen
para apreciar algo totalmente fuera de lo normal. Y esto en los jóvenes es
impresionante y muchas veces a nosotros los mayores nos causa un sentimiento
poco usual.
*La
“generosidad” es el hábito de dar y entender a los demás y
es una cualidad que no es muy notoria en los mayores y es importante fomentarla
en los jóvenes durante su formación de carácter y sentimientos.
*El
“amor” es una virtud que representa
todo el afecto, la bondad y la compasión del ser humano. La forma en que los
jóvenes la expresan es muy sincera y lo demuestran con su actitud y
sentimientos.
*La
“curiosidad” es un comportamiento
natural por la observación en los jóvenes y causa emoción en los seres vivos.
Cuando los niños están en crecimiento es una virtud muy particular de ellos
para investigar sobre lo que desconocen.
*El
“interés por lo que les rodea”
afinidad o tendencia de los jóvenes hacia una cosa o situación. Esta cualidad
la aplicamos pocas veces nosotros los mayores.
*La
“aventura” es la experiencia de un
riesgo compuesta de eventos inesperados habiendo peligro en algunas ocasiones.
Otro factor que poco utilizamos los mayores en nuestra vida diaria.
*“El ansia de aprender” las personas adultas y mayores aprendemos
habilidades motivadas más por nuestros intereses personales que por nuestras
necesidades profesionales. Los niños menores aprenden todas las funciones de
iPhone pero no aprenden a amarrarse los cordones de los zapatos.
Todas
estas y algunas otras cualidades que los jóvenes aprenden y experimentan
diariamente cuando los vemos llenos de energía y optimismo y se refleja en el
ánimo que tienen de vivir y sobre todo la tendencia natural que tienen de ser
felices.
Cuando
vemos lo que les gusta, lo hacen con agrado y esto solamente se entiende cuando
nosotros los abuelos vemos reflejados estos atributos en nuestros nietos, por
eso cuando despertamos en nosotros alguna de estas inquietudes como es el deseo
de aprender cosas nuevas, es la vena que
estamos heredando de los nuestros nietos…¡Bendito nieto!
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