“He pasado por algunas cosasV terribles en mi vida,
algunas de las cuales sucedieron de verdad."
Mark
Twain.
El
día de ayer tuve oportunidad de compartir un desayuno con un grupo de amigos
queridos de hace varios años y me pude dar cuenta que algunos de ellos se
encontraban angustiados y al margen del estrés, debido a la incierta situación
que prevalece en nuestro país y entre otras cosas por la inseguridad en que se
vive en una gran parte de Estados de la república. Yo considero que la
situación es crítica y preocupante y por lo mismo debemos tratarla con mucho
cuidado ya que nosotros en lo personal no podemos hacer nada para ayudar a que
las cosas se corrijan, salvo atender las responsabilidades que tenemos a nuestro
cargo y cumplirlas debidamente.
Gran
parte de lo que podemos hacer como personas de la tercera edad, es disponer de
la tranquilidad suficiente para gozar de paz mental que está determinada por
nuestra capacidad de vivir y gozar el momento presente, eliminando aquellos
pensamientos de las cosas que hayan sucedido ayer, antier o el mes anterior,
así como también de lo que pueda ocurrir o no pasar el día de mañana, por
considerar que ahora estamos viviendo el tiempo presente, en forma
independiente de las noticias que los periódicos nos puedan informar o no el
día de mañana y ahora solo estamos subsistiendo en el presente.
Considero
que varios de ellos han llegado a dominar el neurótico arte de pasar buena
parte de la vida preocupados por el sinfín de cosas que han tenido y en
ocasiones todas juntas a la vez. Les comentaba que en algunos casos han permitido
que los problemas pasados y las
preocupaciones futuras, les dominen con frecuencia y por lo mismo han
tenido etapas de su vida que han estado ansiosos, deprimidos, frustrados y
desesperanzados.
Les
decía que muchas cosas agradables las han pospuesto para gozarlas más adelante,
posponiendo su felicidad, para más adelante, porque quizá más adelante tendrán una vida mejor. Lo único es que esa dinámica
mental, remite a los interesados al futuro, y no hará sino repetirse, de manera
que ese día no llegará jamás porque siempre surgen otras actividades que son prioritarias y queda poco
tiempo para encontrar la felicidad en la forma deseada.
El
común denominador para mucha gente es que viven como si el transcurrir de la
vida lo consideran como un ensayo general, dejando los momentos gratos para
disfrutarlos en alguna fecha posterior, sin darse cuenta que ahora es el único tiempo que tenemos y
es el único tiempo sobre el que tenemos algún control. Cuando la atención se
concentra en el momento presente, apartamos el miedo de nuestra mente. El miedo
es una preocupación que ocupa nuestra mente, por acontecimientos que podríamos
tener a futuro, como es el caso de falta de dinero, la frustración de estudios
de nuestros hijos, el envejecimiento de la persona y en último caso la muerte.
Para
combatir el miedo, la mejor estrategia es aprender a fijar la atención en el momento
presente y para ello es importante aprender a tener la atención fija en … el aquí y el Ahora
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