En
esta época de la tecnología, los adultos mayores quedamos verdaderamente
maravillados de los avances tecnológicos que conocemos cada vez y en últimas
fechas como son los aparatos electrónicos de los que están a nuestro alcance
como han sido las computadoras que nos permiten estar en constante comunicación
eliminando los servicios de correo y telégrafo, ahora todo se resuelve en forma
rápida y casi instantánea, los teléfonos electrónicos que son muy pequeños y al
alcance de todos los bolsillos, los lectores electrónicos (Kindle, libros electrónicos) que pueden resumir una serie de libros a nuestro alcance
en forma inmediata, iPod, iPad en sus diferentes
versiones (mini, touch, 2,
5) y las Tabletas, (Tablet en inglés) con
capacidad suficiente para guardar mucha información, fotos, libros, música,
correos, agenda y tantas otras monerías que nos dejan maravillados.
,
Todo
esto nos obliga a pensar en las actividades asignadas a este equipo y las
aplicaciones de la ciencia en sus diferentes usos y funciones. Lo cierto que
muchos de los que nos hemos dedicado a la lectura, nos concentramos a utilizar
por conveniencia la lectura electrónica ya sea en los lectores electrónicos y
en la Tablet que por comodidad hemos encontrado práctica. En mi caso personal
dispongo de mis libros preferidos que están en mi cabecera porque muchas veces
recurro a ellos para consulta y por la ventaja de identificar diversas acciones
que llevo a la práctica y que considero conservaré como aliados en forma
permanente.
El
libro impreso lo considero como materia y como espíritu, como objeto y como
pensamiento y llámese como se quiera, siempre será muy difícil definir su
verdadero nombre y por eso lo llamamos libro.
Por su forma exterior que es la misma desde hace más de dos mil años, tan
funcional como el lápiz o el papel y a la fecha sigue funcionando igual.
Siempre
hemos considerado el libro como el más noble de los objetos comunes hasta
nuestros días y sigue siendo un vehículo de enseñanza e ilustración, un
incansable guion que nos brinda acceso a incontables aplicaciones que nos
producen: conocimiento, aventura, gozos o penas. Con un toque de nuestras
manos, en ese momento nuestro libro se abre rápidamente y nos transportamos a
un mundo silencioso, para visitar épocas remotas y descubrir lugares lejanos,
tesoros ocultos, bellezas naturales nunca conocidas antes o remontarnos hasta
el firmamento.
Quienes
nos educamos en una época en que lo único que teníamos a nuestro alcance fueron
los tradicionales libros, los consideramos siempre como un conjunto final de
una conjunción única de esfuerzos en forma independiente y simultánea de las
opiniones de muchos escritores de diversos rincones del planeta, es algo así
como si toda la humanidad hubiera colaborado en su creación y finalmente esa
información la pusieron al alcance de nuestras manos a través de los libros.
Con
la aportación que hicieron los chinos con la creación del papel y la
participación de Fenicia que inventaron el alfabeto, fueron contribuciones que
ayudaron en todo para la formación definitiva del libro. Y posteriormente se
debe a Roma y Alemania el arte de
imprimir con tipos movibles. Más adelante Inglaterra y los Estados Unidos que
con su tecnología, perfeccionaron la producción de libros a base de las prensas
de gran velocidad. Con toda esta participación, nos resulta difícil imaginarnos
una sociedad sin libros.
Yo
mismo he tenido pláticas con diferentes contemporáneos que nunca han querido
ingresar al mundo de la electrónica y de antemano nunca justificarán ya no
tanto la eliminación del libro en papel, sino el ingreso a la lectura en los
libros electrónicos que están a nuestro alcance y que nos facilitan muchas
ventajas en su lectura y aplicación. Considero que la utilización de cualquiera
de los dos libros, ya sea el impreso en papel o el que encontramos en los libros
electrónicos son útiles, mientras nosotros les demos el uso y aplicación de la
lectura para nuestros diferentes usos e interpretaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario