En
pleno siglo XXl y en la mayoría de las escuelas en sus diversos niveles, el
aprendizaje es considerado como forzoso a base de horarios regulares y
utilizando disciplinas rígidas y los alumnos se mofan de las tareas extra-aula
y se resisten a sus obligaciones, con toda la energía de que son capaces y este
sentimiento de aprendizaje puede ser utilizado durante toda la vida
estudiantil, dándoles la impresión de la dirección de la enseñanza es impuesta
como una especie de esclavitud mediante horarios regulares y disciplinas
rígidas.
Se
considera que la enseñanza se inicia en nuestras escuelas a base de libros de
texto impuestos muchos de ellos desde hace varios años, por lo que resultan con
frecuencia tediosos para los estudiantes, cuando la enseñanza está basada por un
calendario escolar en el estudio de esos libros, siendo simplificada la
enseñanza a un material limitado que remite a los alumnos al estudio de ese material
mediante un conocimiento limitado.
Pero
más allá de los libros de texto, aprender significa mantener la mente abierta y
activa en la investigación, pronta a captar toda clase de experiencias complementarias
a la teoría que en muchas ocasiones fue aprendida con la práctica de enseñanzas
que ya resultan obsoletas para nuestra época actual y en otras ocasiones son
desechables por encontrarse fuera de uso y costumbres.
Aprender
significa también practicar o cuando menos disfrutar de un nuevo conocimiento
que se aplique a disfrutar un arte. Por eso cada nuevo arte que se aprende es
como una nueva ventana abierta al universo del conocimiento y siempre resultará
de utilidad para una futura aplicación.
Al
adquirir nuevos conocimientos, se extiende nuestra imaginación hacia otras
dimensiones, ya que toda esta literatura
se va acumulando como una nueva experiencia que nos enriquece para
disponer de futuras aplicaciones en el campo de la práctica. Resulta
interesante que uno mismo se proponga a continuar el aprendizaje para que todo
se haga en coordinación con los estudios realizados para complementar los
conocimientos en una base sólida que permita ampliar un criterio útil en la
aplicación de cualquier otra actividad.
Si
la profesión de una persona es la ingeniería, pero además disfruta en la
actividad formando parte de un coro, debe relacionar entre sí las dos
actividades, unirlas ambas en la misma persona, ya que nunca estarán en
conflicto, porque cantar en coro y la práctica de la ingeniería, son el
resultado de habilidad de conocimientos del hombre, demostrando su habilidad y
capacidades para elaborar un plan completo de su vida y darlo a conocer así a
sus semejantes, ambos son simétricos y dependen en gran parte de las
capacidades adquiridas y los conocimientos obtenidos en una universidad
reconocida. De esta forma la práctica de las dos habilidades no solo las
practicará con eficiencia, sino que su estudio en la práctica, le ayudará a
realizar su vida en una forma coordinada, alcanzando una nueva meta que le
permita ser más feliz.
Los
placeres que se obtienen con el aprendizaje son auténticos, ya que uno de los
momentos que se buscan en la vida, no solo es el aprendizaje de conocimientos,
porque éstos pueden llegar a eludirse y abandonarse. Podemos mejorar la duración
de esos conocimientos, ampliar el gusto por
la calidad y la fecundidad de mejorar nuestra existencia, alcanzando y
preservando la dicha de aumentar nuestros conocimientos, que serán la pauta de
llevar una vida más completa, placentera y feliz.
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