VISITAR AL ABUELO. |
Esta
temporada de lluvia ha sido muy devastadora para nuestro país sobre todo en
aquellos lugares que son muy susceptibles a las inundaciones, considerando
además del mal tiempo y de las inundaciones, todos los malestares que ha
causado en diversos estados de la república, dejando una huella de desolación en
varias poblaciones, ocasionando con ello diversos centros acondicionados para
albergar a los damnificados que quedaron sin hogar y permanecen en espera de
mejores tiempos para empezar a rehacer su vida.
Con
ese motivo, acá en la ciudad de México se han dispuesto diversos lugares como centros de acopio para la provisión de
alimentos, medicinas, agua
embotellada y todo aquello que pudiera ser útil a los damnificados, así como también,
diversas instituciones privadas han desarrollado campañas de ayuda con
donaciones en víveres y dinero que puede ser depositado en diferentes cuentas
bancarias, para destinar ayudas a todos esos hermanos en desgracia.
Ahora
tuvimos oportunidad de ver el comportamiento del pueblo mexicano, tratándose de
ayudar a todas esas personas que salieron afectadas por las lluvias, por la
donación de diversas toneladas de alimentos que fue posible reunir para
enviarlo a los lugares en que hacían falta. Surgieron voluntarios al por mayor
en los diferentes centros de acopio, y
gracias a ellos fue posible hacer los envíos en forma oportuna y ordenada.
Convertirse
en un voluntario es una actividad muy
honrosa correspondiendo al perfil de ser una persona bondadosa y afectuosa que
requiere decisión para ayudar a otros que lo necesitan, siendo además una persona de acción. La mayoría de los actos
auténticos de bondad y generosidad parecen surgir más bien de modo espontáneo,
como si la mente del voluntario se hubiera integrado por sí sola al concepto de
servir a los demás, prestando ayuda en momentos necesarios, para cubrir
necesidades en diferentes órdenes de servicio gratuito.
Me
he dado cuenta de que la filantropía se refiere en general al amor al género
humano, expresado en ayuda desinteresada a los demás. Se refiere a fines no
lucrativos, así como desempeñar el trabajo de voluntario para apoyar a instituciones que tienen como finalidad de
ayudar a la gente, procurando mejorar sus vidas en forma desinteresada.
El
voluntariado requiere dedicar tiempo
para entregarlo en forma gratuita como un compromiso que tenemos con la
sociedad. En mi conducta personal tengo incluida la siguiente máxima: ¿Cómo puedo prestar ayuda y otorgar un
servicio a la comunidad? Y esta reflexión me ha servido para recordar
siempre que tengo el compromiso para ayudar en lo que puedo a otras personas.
Cuando dispongo de tiempo para plantearme esta pregunta, siempre encuentro que
las respuestas surgen por sí solas y me encuentro las respuestas que fluyen por
sí solas y la respuesta la he encontrado formando parte de un patronato de una
casa hogar asilo para ancianos.
Es
posible que tú también tengas oportunidades de poder ayudar a otras personas,
surgiendo siempre la posibilidad de prestar ayuda, ante una serie de
oportunidades que tienes en varios momentos y que la manera de hacerlo se presenta en
diversas formas y no necesitas hacerlo en forma grande, sino que siempre surgen
pequeños detalles que después de hacerlo te dejan muy satisfecho. Esto puede
ser: cediendo tu lugar a otra persona que lo necesita, permitir el paso de
cortesía a otra persona, ayudar a una persona de edad o a un inválido a cruzar
una calle, hablar ante un grupo de jóvenes para orientarles, otorgar algún
donativo para una persona que le haga falta, levantar basura en un lugar
público cuando nadie se acomide.
La
clave en proporcionar ayuda, no tiene por finalidad solamente hacer una labor
buena y hacer una única función y pensar después de eso por qué otras personas
no se acomiden a desempeñar una labor buena o pensar porque otras personas no
se acomiden en hacerlo por nosotros. Debemos tomar en cuenta que una vida de
servicio es un proceso que debemos continuar, haciéndolo durante toda nuestra
existencia útil, como una forma de ver la vida.
Si
en tu casa o en tu oficina nadie se acomide a sacar la basura, adelante es la
oportunidad que tienes para hacer un servicio; algún compañero atraviesa una
situación difícil, trata de escucharlo que buena falta le hace desahogar sus
malestares con alguien, si conoces alguna obra de caridad que tiene problemas,
es posible que durante este mes ayudes con un poco más de tu aportación. Es
posible que hagas una visita a un asilo, a un orfanatorio y tengas oportunidad
de ayudar a quien verdaderamente lo necesita y puedas brindarle tu compañía por
un momento.
Proporciona
estas ayudas en forma desinteresada a otras personas y no esperes recompensa,
recuerda el adagio que dice “En el dar
está la recompensa” esto es muy cierto cuando doy también recibo, si
aprendes a dar a los demás, llegarás a sentir una paz interior que antes no te
habías imaginado, y si observas con cuidado… es un juego en el que todos salen ganando, en especial tú.
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